El silencio se prolongó por todo el lugar mientras todos mirábamos a Asta como si fuera un extraterrestre. En lo personal, yo estaba impactada, no sabía que estaba pasando, tenía miedo de haberle roto algo a Asta en su cerebro y volverlo no solo tonto para la escuela sino para todos los ámbitos de su vida.
— ¿Asta, estás bien?— pregunté con todo mi cuerpo tembloroso, soy muy joven para ir a la cárcel, ni siquiera he podido hacer algo real por el mundo científico, ¡no puedo ir a la cárcel!— ¿Me escuchas?
Asta solo se quedó ahí mirando a la nada con los ojos fijos en un lugar desconocido y con el cuerpo todo tieso. Mis ojos se llenaron de lágrimas ante la presión que sentí en ese momento.
— ¿Por qué no tratas de darle una orden?— dijo Yuno a mi lado, lo miré fijamente con los mocos casi fuera de mi nariz y estoy segura de que mi expresión era de "¿En serio?" porque tuvo que explicarme la situación.— Cuando le hablaste te respondió y te pidió una orden, no creo que sea una mala idea.
Volví mi mirada al muerto en vida de Asta y aspiré mis mocos, tenía que hacerle caso al don perfecto de la escuela aunque no me gustara.— Asta dime... No, te ordeno que me digas cómo te sientes en este momento.— luego de soltar esas vergonzosas palabras y de sentir que no podría volver al instituto por toda mi vida Asta abrió su boca otra vez.
— Me siento perfectamente bien, esperando más ordenes de mi ama.— mi corazón cayó al piso, la mirada de todos se volvió a mí y ni siquiera tenía idea de su comportamiento.
El entrenador se llevó a Asta a la enfermería (literalmente se lo llevó en brazos porque Asta no quiso caminar) y no tuve el valor de seguirlos porque mi cerebro estaba a punto de desaparecer si pensaba en algo más.
— Lilent, a la dirección por favor.— yo jamás en mi vida había estado en la dirección y no podía entender cómo los niños problemas no salían de ese lugar, el solo escuchar la palabra dirrección hizo que mis poros se abrieran y de ellos brotaran cantidades exageradas de sudor. A parte de eso, Yuno, que tampoco había seguido al maestro, me miró con sus ojos avellanas amenazadores y esta vez sí pude sentir todo el odio dirigido hacia mí.
— Me vas a explicar que está pasando cuando salgas de la dirección.— no fue una sugerencia o una petición, fue una orden que no tenía calidad moral para rechazarla, Yuno y Asta eran como hermanos. Solo asentí como un perrito reprendido y me fui con el maestro a la dirección.
En todo el trayecto estaba tratando de idear una excusa para este lío. No podía simplemente decir: quería hacer una poción de amistad y resultó de amor y ahora resulta que también puedo hacer que me obedezca con ella, pero sabe qué, no tengo ni idea de cómo pasó nada de esto así que no me es posible ayudar. No, no podía decir eso frente al director Julius Novachrono cuando mi futuro estaba en sus manos.
Lo sabía de antemano, hacer cosas que dañarán la integridad de los alumnos estaba prohibido (incluye daño físico y alterar su estado emocional) pero estaba desesperada en ese momento y no pensé mucho, nunca imaginé que esa desesperación me llevaría a esto.
Al llegar al despacho ya veía borroso por las lágrimas, no quise soltar ningún quejido porque sería aún más vergonzoso y tenía miedo que el maestro me miraba mal, eso me haría sentir peor. Cuando el señor tocó la puerta y se nos dió el permiso el señor rubio y de aproximadamente la edad de mi padre nos recibió, el problema es que tenía una sonrisa en el rostro.
— Lilent.— me llamó por mi nombre de manera amable pero seria y no lo contuve más.
— Lo siento padrino.— dije entre lágrimas.— Viole las reglas de la institución y de di uno de mis experimentos a Asta no sabía que iba a ponerse así ¿y si no vuelve en sí? ¿qué se supone que haga? Me siento fatal, Asta es una muy buena persona y por mi culpa está así, también decepcioné a mi padrino y a mis padres; merezco el peor de los castigos.
Y mis lágrimas fluyeron después de ahí Julius, uno de los amigos más cercanos de mis papás y mi querido padrino vino a mi lado y me sentó en una silla junto con él, el señor que me acompañó, su secretario personal, estaba al tanto de nuestra relación por eso no le sorprendió el comportamiento de mi padrino (aunque siendo honesta mi padrino es una masa de pan que trata a todos igual de bien).
— Lilent, cálmate ¿sí?— me dijo dándome unas palmaditas en la espalda, que solo lograron que llorara más, mi padrino era la única persona en este mundo que podía hacer que llorara como una bebé.— Cuéntame paso a paso que sucedió.
Y para no hacer muy largo el cuento le conté todo desde el principio, confieso que lo usé un poco para descargar mis emociones, mientras respondía sus preguntas que veían surgiendo.
— Lilent tú...— esperé lo peor, sabía que mi padrino era la persona más buena del mundo, pero también sabía que tenía mano dura a la hora de hacer su trabajo.— ¡eres una genio!
Mi desconcierto fue bastante grande. Y por un momento me llegó algo de felicidad.
— No la alientes.— Y luego se evaporó en un instante.— En mi opinión lo único que creaste fue un dolor de cabeza.
— Ciertamente es una migraña insoportable, pero, ¡eso es lo que busco aquí! Que los jóvenes creen sus propias cosas y que su imaginación pueda crecer y crecer.— Los ojos de mi padrino estaban centellantes y emocionados, gracias a Dios que tenía a su leal secretario al lado.
— ¿Cómo piensa lidiar con esta migraña, señor?— el secretario de mirada severa y cabello claro nos miró a los dos expectantes. Yo no tenía idea de que hacer por lo que desvíe mi mirada rápidamente a la pared.— ¡Já! Evadiendo tus responsabilidades, ¡aprendiste todo esto de tu querido padrino sin duda!
Mi padrino que fue regañado sin razón ni siquiera pudo decir una sílaba porque sus palabras eran ciertas.
— Lilent, cielo, ¿cuántas personas han probado esto?— me preguntó mi tío con cariño.
— Por ahora solo lo ha hecho Asta.— respondí limpiando mis mocos.
— ¿Cuántas veces?
— No puedo recordar eso ahora.— fui sincera, aunque me había tranquilizado con la presencia del padrino cerca de mí, aún estaba asustada y no podía pensar bien.
— No te preocupes acerca de eso. Lo importante ahora es que vayas a tu laboratorio y le pidas a tus compañeros que de ninguna manera dejen entrar a alguien que no pertenece ahí, luego tráeme todas las muestras he ingredientes.— asentí captando las instrucciones.
— ¿Podrías ver cómo está Asta?— le pregunté con un poco de ansiedad y vergüenza.
— Sí, cuando vuelvas te informaremos.
Con esa promesa salí del despacho de mi padrino y corrí hacia mi laboratorio lo más rápido que pude, por primera vez en mi vida ví lo necesaria que era la educación física en la vida de las personas, antes de llegar a mi destino ya me estaba muriendo.
No obstante, quise morirme en serio cuando al llegar al laboratorio vi que todas mis muestras estaban desaparecidas.
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Me dieron ganas de escribir porque no quería hacer la tarea:)
Lamento la tardanza.
Espero que les esté gustando la historia en general.-Los quiere Lina 💕
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Comenta o Asta no te ama.
:V
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Love potion «Asta»
FanfictionLilent Arlo es una genio, estudia en una de las mejores instituciones educativas del país del Trébol especializada en ciencias, aunque posee un gran intelecto y una gran belleza, es una inadactada social. Asta es un prodigio en los deportes, es un...