•Capitulo 3•

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•Conexión•

Takemicchi se sentía muchísimo más calmado luego de haber hablado con Sanzu. Si bien no era la primera vez que el niño se quedaba solo con su padre, si era la primera vez que se quedaba en el edificio en el que Sanzu vivía y eso era igual a todo Bonten. Le gustaría decir que, no desconfiaba de quienes en el pasado fueron sus amigos pero, las cosas habían cambiado y esos chicos ya no eran los mismos que en la adolescencia, no sabían si eran capaces de hacerle algo malo a su hijo. Draken le había regañado por dejar que su hijo fuera a un lugar lleno de criminales y, tal vez tenía razón, pero, quería confiar en Sanzu, en que, a pesar de todo, era capaz de cuidar bien a su hijo. Le tenía fe y esperaba no arrepentirse de haber dejado a su pequeño Hakumi en manos del de orbes verdes.

- Takemicchi-kun~ - La cantería voz de Hinata le saco de sus pensamientos. La chica lucia resplandeciente con su falda corte lápiz, la camisa blanca bien planchada por dentro de la falda y la corbata verde musgo, sumado a sus tacones en punta y su cabello recogido en una coleta alta. - ¿Has terminado de arreglarte?, El desayuno ya a llegado. - Informo.
Takemicchi acomodó su corbata con estampado floreado, tomo su celular que había dejado en la cama y se echó algo de colonia.

- Si. Vamos, muero de hambre.

El par de encontraba preparado los últimos arreglos para poder ir a ver a sus nuevos clientes, una pareja que les había reclutado sus servicios para la planificación de su boda. El negocio como planificadores de eventos estaba yendo mejor de lo que nunca hubieran pensado, con ayuda de Mitsuya solían encargarse de la planificación de varios eventos y el de cabellos lilas era feliz ayudándoles en la selección de telas, se podía decir que eran socios, si bien la cara representante de la "empresa" eran Takemicchi y Hinata habían muchas personas detrás que se encargaban de que todo saliera perfecto.


[…]

Mientras tanto Sanzu se encontraba en el supermercado haciendo las compras junto a su hijo, pues este le dijo que la pizza no era un buen desayuno para un niño y que se negaba a comer comida chatarra todos los días.

- ¿Qué tipo de cereal quieres? - Pregunto el mayor deteniéndose en el pasillo de los cereales. Hakumi se tomó la molestia de escanear cada caja con la mirada como si buscará un cereal en específico.

- Ese. - Dijo finalmente señalado una caja de cereales de colores. Sanzu tomo la caja sin rechistar y la metió en el carro. - Papi no la hubiera comparado. - Murmuró viéndole algo sorprendido, Sanzu le miró sin entender.

- ¿Por qué?, ¿Acaso tienen mucha azúcar? - Cuestionó mientras tomaba la caja y la escaneaba con la mirada.

- No. Sólo uno de los más caros. - Le respondió su hijo.

- Hum, ya veo.

Continuaron la comparsa con normalidad, comprando suficiente comida para las próximas dos semanas que el chico pasaría con su padre. Le sorprendió que Hakumi no fuera fan de los dulces o la comida chatarra, recuerda que a su edad el amaba comer paletas y caramelos hasta que sus muelas doliera.
Llegando al departamento se encontraron a Ran viendo una serie en el gran televisor de la sala y a Kokonoi entrando al cuarto de baño.

- Qué bueno que llegan, Mikey dijo que quiere hablar contigo. - Ran informo al de orbes verdes. - Y tu Hakumi, ¿Ya tomaste el desayuno? - Pregunto acercándose al menor con una simpática sonrisa.

¿Bebé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora