Levi's diary

📖CIEN📖

Podría llamarlo intuición o haber visto el futuro, pero eso no importaba, lo que sí lo hacía era el hecho de que tal como había pensado, así había transcurrido mi primer día de la semana y temia que también pasarán del mismo modo los días siguientes.

En casa apenas si decía “si” y “no”; en la escuela Carla me había dejado de sermonear por petición de nuestro mediador Niggel y Kikyō había abandonado el tema de nuestra discusión; los exámenes habían continuado y ninguno trajo una nota más alta que 6, pero me daba lo mismo, yo seguía empeñado en terminar las escasas 20 o 30 páginas que me quedaban del diario:

«-Recuerdenme, ¿por qué es tan importante ese sótano? - pregunto Ami.

Estábamos preparándonos para ir a Shiganshina, sabíamos que cualquier cosa podía salir mal y por tal motivo, yo estaba de pésimo humor.

-Recuerdame, ¿por qué debes venir tu? - le dije terminandome de poner el equipo de maniobras.

-Levi, mi querido Levi... - se burló Ami, claro que estaba feliz de participar en una misión tan importante - tienes a tu Comandante herido, obviamente necesitan un médico con ustedes.

-Lo que necesito es que obedezcas por primera vez en tu vida - le dije de mala gana.

-¡Vamos, Levi Ackerman! - comentó Hange juguetona. Había estado callada hasta ahora, seguramente esperando su oportunidad para atacar. - Tu preciada Ami estará sana y salva conmigo.

-Eso solo me preocupa el doble -confesé dándome vuelta para marcharme.

Desde que todo poco a poco había empeorado con lo de mi escuadron, Ami había tenido que participar en más expediciones y planes suicidas ideados por Erwin. Justo ahora, no era la excepción este plan “final” por buscar el sótano de los Jeager.

En su momento pensé que, por primera vez, los planes saldrían bien, aún cuando estaba seguro de que no debíamos confiarnos teniendo a Reiner escondido en alguna parte. Claro que toda idea positiva desapareció cuando apareció el titan bestia y todo se fue al carajo cuando Erwin hasta decidió sacrificarse a sí mismo.

-¡¿De verdad le dijiste eso?! - me grito Ami por encima del ruido de las rocas chocando con la ciudad.

Parecía que estábamos en una burbuja de paz donde veíamos todo el caos a nuestro alrededor sin ser afectados por el.

-¿Qué más podía decirle? - le dije mientras me preparaba para cumplir mi parte del plan.

-¡Por Dios! ¿Perdiste la cabeza? Si algo le pasa, entonces nosotros...

-Ya somos libres, lo somos desde hace años, lo que le pase a él ya no nos afectará. - explique poco convencido. - Así que ahora apártate. Vete en cuanto haya oportunidad.

-¿Qué? ¿Ahora de qué demonios hablas?

-No hay tiempo para explicar, solo vete, no puedo protegerte ahora.

-No me iré, no te dejaré pelear solo contra esa cosa. Morirás.

-Moriré si tu no estas a salvo, ¡Largo!

Salí disparado sin darle oportunidad de protestar más. Había perdido a Hange en el caos, sabía que no estaba lejos de donde había dejado a Ami, así que no me preocupe demasiado. A lo lejos veía a Erwin llevando a todos los reclutas a su muerte, solo así ganaríamos. Y de repente una explosión llamó mi atención.

-No es ella. - me repetí intentando concentrarme en lo que debía hacer.

Acabe con el titan bestia, pero antes de que pudiera reclamar la victoria.

-¡LEVI!»

-¡Bien chicos, es hora de su último exámen! - anunció el profesor.

Se supone que por ser lunes de una semana nueva, ya no habría exámenes, estos habían acabado el viernes (4 días después de mi breve discusión con Kikyō) y creo que todos pensaban lo mismo, pues las protestas no faltaron.

-¿Otro examen? ¡Eso no es justo! - se quejo Carla.

-Claro que lo es, el trato era que harían un trabajo en lugar de examen, pero ninguno lo entregó - Explicó el profesor mientras nos pasaba a dejar nuestro examen.

Cuando pasó por mi lugar me lanzó una mirada de advertencia, seguramente para recordarme nuestra platica del viernes:

“-Kai, tus calificaciones han bajado mucho. - me había dicho el profe luego de llamarme a la sala de profesores - Tus padres me han explicado la situación, así que supongo que es normal, aun así, eso no justifica tu falta de atención desde inicios del año, por eso me preocupa un poco que...”

Ignore olimpicamente aquella mirada y fingi que me concentraba en hecharle una leída rápida al documento que me acaba de dar. No hace falta decir que estaba molesto por la interrupcion y porque siendo un examen civismo de cualquier forma lo reprobaria.

Espere pacientemente a que terminará de repartir los exámenes y regresará a su escritorio para seguir leyendo.

«-¡LEVI!

A lo lejos había escuchado el grito que tanto temía, por lo que ni siquiera espere a que el eco confirmara mi sospecha, instantáneamente me moví hasta el origen del sonido.

-¡Ami! - grite desesperado al no encontrar de donde venía el grito. - ¿Donde demonios estas? ¡AMI!

Después de gritar unos minutos mientras hiba de un lado a otro, cuando pasaba entre unos edificios destruidos vi que se movían unos escombros.

-¿Ami? - la llame.

-Levi... - susurraron.

Me acerque de inmediato y la vi. Ami estaba escondida en un pequeño hueco hecho entre la pared de lo que había sido una tienda y parte del techo de la casa de enfrente. Como pude la ayude a salir, mentiría si dijera exactamente como lo logré.

-¿Estas bien? - le pregunté cuando la tuve entre mis brazos. Tenía algo de sangre en la cabeza, pero además de eso, no había heridas visibles.

-Hange... Ella... - comenzó a decir intentando moverse. Hizo una mueca cuando su mano derecha hizo el intento de sostenerse de mi mano para levantarse. No parecía nada serio. - Hange...

-¡ARMIN! - se escucho el grito desgarrador de Eren no muy lejos de donde estábamos.

Cargué a Ami en mis brazos y nos lleve hasta donde Eren. Apenas llegamos encontramos el cuerpo carbonizado de Armin y...»

-¡Por amor de Dios! - me queje por lo bajo. Los últimos dos diálogos de la lectura, había sentido como mi banca se movía con cada pata que Carla le daba a mi asiento. Me voltee para reclamarle: - ¿Podrías dejar de...?

-Kai, ¿terminaste el examen? - pregunto el profesor.

Ya entendía. Las patadas de Carla intentaban avisarme que el profesor estaba delante mío. Alce la vista hacia el maestro.

-No.

-¿Entonces porque tienes un libro en la mesa? ¿Acaso intentas copiar?

-No.

Mi respuesta claramente no le bastaba al profesor, así que extendió la mano y con voz seria exigió:

-Dejame revisar ese libro.

-No tiene derecho, el reglamento escolar le impide quitarme mis pertenecías - me defendí al instante. Estaba preparado para un momento así.

-Pero también dice que puedo retirarle cualquier objeto que distraiga su atención y ya que es un examen bien podría suspenderselo bajo sospecha de que esta haciendo trampa. - contraataco. Sin aviso tomo la libreta y comenzó a hojearla: - Si no esta haciendo trampa, entonces no debería molestarle que...