La perdición vive conmigo

Cap. 15 (Changbin)

CHANGBIN: "LOS SECRETOS"

Quisiera retener por siempre la sensación provocada por sus manos introduciéndose en el interior de mi camiseta.

Tengo la piel erizada. Me avergüenza la reacción de mi cuerpo ante el contacto. Me empiezo a sentir incómodo.

No somos amigos. ¿Cómo pudo un inocente beso convertirse en tal desenfreno?

Me aturde la experimentación. Mi mente piensa en todo y en nada. Mientras, Felix acaricia mi espalda abandonado al placer de los sentidos.

El deleite se vuelve extraño. Él está tan vulnerable que podría hacer lo que quisiera con su cuerpo. Se separa para poder inhalar un poco de aire.

Nos miramos. Me ruborizo mientras paso los dedos por sus gruesos labios enrojecidos por el deseo. Vuelvo a besarlo suavemente. Me corresponde. Lo abrazo con fuerza. Asumo que es demasiado tarde para arrepentirse.

Disfruto de su entrega y lo atraigo más hacia mí. Felix acaricia cada parte de mi anatomía.

Vuelvo a incomodarme. Separo mis labios de los suyos.

_ Se supone que iba a ser un beso para quitarse la curiosidad de la primera vez_ Se me quebró la voz al frenarle.

_No quería molestarte hyung_ dice con los párpados aún cerrados.

De repente noté como los ojos de un tercero observaba con asombro tras la puerta...

Me avergüenzo. Me aturdo. Me siento como si mil maldiciones hubiesen caído sobre mí, destruyendo en pedazos cada parte de lo que antes componía mi reputación.

Veo el rostro blanquecino de Han tras la puerta, está inmóvil, no sabe reaccionar a la escena.

Siento un impulso en mi interior. Me levanto del sillón dejando a Félix aturdido, sin saber qué pasaba. Cierro la puerta antes de que él pueda percatarse, agarro a Han del brazo y lo llevo al baño, al que no olvido cerrar bajo llave.

Miro fijamente a los ojos de mi amigo.

_ No es lo que imaginas_dije nervioso y en voz baja.

Han rie movido por la tensión de la situación. Está borracho, puedo olerlo.

_ Changbin, somos amigos desde hace tiempo, sé lo que piensas incluso cuando no me lo dices_responde sonriente. Me sorprendo.

_ ¿A qué te refieres?

_ Creo que todos sabemos lo que sentís el uno por el otro, no es nada malo.

La sonrisa de Han hace que el ambiente se torne agradable de repente.

_ A Felix le cuesta contenerse, me asusta que pueda enterarse JYP o que un escándalo acabe con nuestra carrera. Un escalofrío recorre mi cuerpo al imaginar tal situación.

Han me miró con lástima y sonrió de nuevo.

_ Changbin, deja de crear excusas para ponerte obstáculos a ti mismo, nadie sabrá la

verdad si no la haces pública, lo que está hablando dentro de ti no es la razón, sino el

miedo a lo que sientes.

Las palabras de Han se clavan en mi pecho como dardos envenenados. Me duele admitir que tiene razón. Observo su rostro, hay algo diferente en él, está cubierto de sudor y le arden las ruborizadas mejillas. Le miro los labios, están hinchados y enrojecidos. Lo comprendo todo.

_ ¿Dónde está Minho?_ pregunto sin obtener respuesta verbal, bajo la mirada triunfal de mi colega.

_¡¿Qué le pasa a todo el mundo en esta casa?!

Salgo de la habitación, descubriendo la curiosidad de unos ojos negros abiertos como platos. Hyunjin estaba tras la puerta.

_ ¿Qué haces ahí?_ susurro nervioso.

_ Me desvelé y quise ir al baño, pero vi a Felix llorando en la sala y me imaginé que la habías vuelto a cagar.

Hyunjin parecía tan sereno como de costumbre.

_ Escuchaste la conversación ¿Verdad?_ dije con preocupación.

Él no responde, en su lugar me regala una cálida sonrisa.

_Todos tenemos secretos_ responde evitando mi mirada.

Hyunjin fija sus ojos en el suelo, ruborizado, con los hombros rígidos de la tensión y el torso desnudo, dirigiendo una mirada escurridiza a la puerta de la habitación de Seungmin. Confieso que nunca había visto un cuerpo tan bonito...

Los secretos de mis compañeros me dan la fuerza necesaria para atreverme a crear uno propio, donde los miedos se consuman entre las llamas de una pasión devastadora.

_Tengo que hablar con Felix, luego nos vemos.

_¡Suerte!_ contesta mi amigo con energía.

Corro a la sala.

Veo a Felix intentando huir de mi, pero consigo que no logre escapar del poder de mis pupilas penetrando las suyas. Lo agarro con fuerza de la muñeca. Forcejea. Lo lanzo contra la pared atrapándolo con mi cuerpo, haciendo de mis brazos una barrera inquebrantable.

_ Perdóname, pero no voy a permitirme perder a alguien como tú_ digo en voz baja,

casi imperceptible.

Felix llora.

_ Te quiero_ pronuncia ahogándose con sus propias lágrimas.

No respondo, en su lugar beso sus labios mientras le seco el rostro. Acaricio su pelo y muerdo su cuello con suavidad.

_ Si sigues llorando me obligarás a seguir_ le susurré al oído con una amplia sonrisa.

Escuché reír a Felix.

_Si me dices eso, solo conseguirás que llore más.

Nos miramos a los ojos y con otro beso, sellamos nuestro inevitable destino.