Contra el destino (Tenten)

Epílogo

Epílogo Tenten

Abro los ojos lentamente, no reconozco la habitación donde me encuentro, pero escuchó el sonido de los autos así que debo estar en la ciudad. ¿Es mi casa? ¿La de Neji?

—¡Neji! —gritó de pronto y giro la vista, pero el otro lado de la cama está vacía—. ¡Neji! —vuelvo a gritar y me levanto rápidamente.

—¿Tenten? —pregunta él saliendo del baño, detrás de él el vapor lo hace parecer un ser de otro lugar... o eso me parece a mí porque se ve muy guapo.

—¡Neji! —grito, pero su cara de confusión me hace detener. Para mí, ha pasado mucho tiempo, pero para él solo ha sido una noche como cualquier otra.

—¿Qué pasa? —pregunta levantando una ceja—. Pareces alterada.

Yo niego con la cabeza, intentando recuperar la compostura—. No es nada, tuve una pesadilla —respondo.

Neji pasa frente a mí, me besa rápidamente la frente y va al armario por ropa limpia. ¿Dónde estamos? ¿Sería muy extraño preguntar?

Neji escoge una camisa negra y unos jeans azul claros, cuando termina de vestirse se gira para verme y me inspecciona la cara atentamente.

—¿Sucede algo? —pregunto.

Neji ladea la cabeza—. También tuve un sueño extraño —dice acercándose lentamente a mí.

—¿Qué soñaste? —pregunto ¿será que Neji es capaz de recordar mi viaje?

—Soñé que no estaba aquí... o ningún lado... un vacío que pareció una eternidad —dice, sea lo que sea que esté recordando debe extrañarlo mucho pues incluso su voz suena lejana al decirlo.

—¿A sí? —pregunto con una suave sonrisa, intentando tomarlo con calma.

Neji asiente—. Y luego, apareciste tú, me disté la mano... y desperté aquí.

Sonrió mientras lo abrazo suavemente—. Si que suena extraño.

Neji recarga el mentón en mi coronilla y lo escucho suspirar. Nos quedamos así unos momentos, disfrutando de nuestra compañía. Silenciosamente limpio mis lágrimas antes de mirarlo a los ojos.

—¿Todo bien? —pregunta él, preocupado.

Yo asiento—. No es nada, solo estoy feliz de estar aquí... contigo.

Neji me besa suavemente y cuando se separa de mí me despeina el cabello—. Apúrate, pronto abrirán el museo, quiero llegar temprano —dice.

—¿Museo?

—¡El Louvre, Tenten! Dijimos que hoy iríamos ¿recuerdas? —dice.

—¡Oh! —así que estamos en Francia—. Claro, disculpa... ya voy.

Me apresuro a bañarme y vestirme y salimos del hotel a las calles de París.

El día transcurre tan normal, como puede transcurrir después de haber cruzado el tiempo y el espacio para recuperar a Neji.

Tengo muchas ganas de preguntar por todos nuestros amigos, pero quizá sea una acción extraña y Neji ya parece bastante distraído con el "sueño" que tuvo esta mañana.

Tras nuestra excursión en el Louvre nos disponemos a visitar un restaurante para comer.

Cuando estamos en la puerta del restaurante, de forma instintiva, como un sexto sentido. Neji y yo giramos sobre nuestros talones al unísono y saltamos con habilidad ninja lejos de la puerta.

Una ráfaga de fuego quema todo el lugar donde estábamos unos segundos antes.

—¿Estás bien? —pregunta Neji con el ceño fruncido.

—¡Tus ojos! —digo señalando el Byakugan de Neji.

Pero a Neji no le da tiempo de responder cómo puede hacerlo ni a mí de preguntarlo.

Otra ráfaga de fuego aparece y nos obliga a movernos al centro de la calle. Entonces, lo escuchó con claridad, alguien viene directo a nosotros dispuesto a golpearnos y yo no tengo más armas que mis puños.

—¿Quién eres? —pregunta Neji observando hacia el humo con el Byakugan.

Yo detengo las navajas que el intruso nos ha lanzado y entonces aparece... Corriendo entre el humo que él mismo ha creado.

A una velocidad increíble, llega hasta mí y me toma por el cuello—. ¡Pero qué mierda hiciste, Tenten! —grita—. ¿Qué cambiaste del pasado?

Neji lo golpea en las costillas apartándolo de mí—. ¿Quién eres? —pregunta Neji, completamente molesto.

—Sasuke —susurro parpadeando varias veces.

—¡Arruinaste mi vida! —grita— ¡Cambiaste el pasado y arruinaste mi vida! —dice, furioso.

Neji me mira—. ¿Tenten? ¿A qué se refiere? ¿Cambiaste el pasado?

Intento ignorar la mirada confusa de Neji y me concentro en Sasuke—. No lo sé, Sasuke... me aseguré de que nadie muriera.

—¿Y que me hiciste a mí? —pregunta el Uchiha, se ve desesperado, casi parece que comenzará a llorar.

—Nada —respondo—, nunca te vi.

Sasuke abre los ojos, espantado—. Nunca llegué a la guerra. Nunca volví a Konoha —susurra mientras da unos pasos hacia atrás.

Neji y yo nos miramos, parece que habrá mucho que aclarar después de todo. 

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¡Hey hola! 

Hemos terminado esta bella historia pero como han visto... continua con la historia de Sasuke y Sakura. 

Les recomiendo ir a ver la parte de Selene y estar al pendiente de esta bella continuación.

¡Muchas gracias por leernos! 

Nos leemos en la siguiente historia, les va a encantar lo que les tenemos preparado jajaja.