Primer tiempo

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Independizarse es difícil al inicio, necesitas todo y tú presupuesto es limitado, más si eres estudiante o recién egresado, los trabajos no son precisamente los mejores, tener que pagar luz, agua, renta. transporte y una de las cosas que más me pesan, la buena comida. Solo por un periodo corto logre sobrevivir con sopas instantáneas y sándwiches, aprender a cocinar es difícil y costoso, sobre todo la carne...muero por un filete de res.

Pero aquí estoy de nuevo, en la barra de la cocina desayunando cereal barato mientras observo el deprimente lugar en el que vivo, un departamento vacío, no hay muebles de momento y me temo que no llegarán en un futuro próximo, ni creo que yo siga aquí si no consigo trabajo pronto. Me mude hace un mes, después de durar semanas en casa de mis padres buscando trabajo, no es que no quiera trabajar pero ser egresado de economía implica salir junto a 100 compañeros de generación que al terminar la carrera se convierten en tu competencia laboral.

Al final de muchas entrevistas en diferentes lugares sucedía que no tenía mucha experiencia en el campo, claro que es así, recién salí de la facultad, por otro lado la paga era terrible y ni para rentar en la zona más pobre de la ciudad alcanzaba. No soporté ver la cara de mis padres al darse cuenta de que su único hijo no tendría una buena vida, no tengo ni tuve novia, tampoco destaqué mucho en la escuela y ahora no soy capaz de conseguir empleo.

Decidí tomar cualquier trabajo que me permitiera salir de casa para no darles más problemas a mis padres, hasta hace 3 días trabajaba en un restaurante de comida rápida como cajero, si todo salía bien, trabajaría duro para asender y en mi tonta cabeza el plan terminaba conmigo en el área contable del lugar, pero parece que mi superior se sintió amenazado con mi optimismo y ganas de superarme así que robó dinero de la caja y me hizo responsable del acto.

Se bien que este tipo de cosas pasan bastante seguido en este tipo de lugares, roban dinero, insumos y hasta lo que está atornillado al piso, mis 3 tres meses no eran competencia contra sus 2 años y aún no podía lograr subir a la gerencia, asumo que la gerente sospechaba que si le daba lo que quería el lugar iría en picada y de los locales en la cuidad era el que mejor iba, solo no logran agarrarlo con las manos en la masa para despedirlo, en su lugar despiden a pobres almas como yo que no tienen pruebas contra él, borró las grabaciones de las cámaras y en el cambio de turno sacó el dinero.

En fin, aunque todo pinta mal estoy por ir a una entrevista de trabajo, cerca del edificio hay una carnicería y al pasar por la tarde tenían una cartulina rosa fosforescente, solicitaban un contador, sin pensarlo dos veces pasé y me dieron cita para hoy ya que ayer no estaba el dueño.

Termino mi triste desayuno y me lavo los dientes para finalmente tomar las llaves e irme. La mañana está fresca y los colores del cielo se ven extrañamente vívidos, espero sea una buena señal.

Al llegar me recibe un hombre de unos 34 años, delgado, alto, cabello castaño, viste camisa azul con rayas verticales en distintos tonos de azul, pantalón café, usa gafas delgadas y un bigote muy bien recortado, está muy bien vestido para este lugar que se ve viejo y le hace falta muy buen mantenimiento. El hombre me sonríe y se presenta como Erick, me hace una seña con la mano para que pase al lugar.

-Es al final del pasillo la primer puerta a la derecha, ¿Vienes por la vacante para contador no?-me vuelve a sonreír y se hace a un lado para que pase.

-Gracias. Camino por el pasillo que esta estrecho y algo oscuro conforme avanzo, se ve pequeño por fuera pero es bastante profundo, creo que he caminado unos 5 metros hasta que llegó al final, una luz tenue sale por debajo de la puerta, toco un par de veces y una voz me responde

-Adelante, pasa. Se escucha bastante enérgica pero vieja. Abro la puerta y veo tras un escritorio grande con estructura de metal un hombre de unos 50 años, algo rechoncho, pelo oscuro canoso, debe medir 1.90 al menos, pero con una gran sonrisa.

-Buenos días, soy Carlos, estoy aquí por el trabajo para contador, este es mi currículum. Le doy una carpeta amarilla. Extiende la mano para tomarla.
-Vamos, no te quedes ahí parado, toma asiento, yo soy Pagrami, dueño y fundador de este lugar.
La cosa ha ido creciendo y necesito ayuda con los números.

No lo había notado, pero tiene un ligero acento italiano, mientras lee el documento en sus manos veo que en la oficina hay varias fotos colgadas en la pared, en una de las fotos se ve una versión más joven de él en un establo lleno de vacas y puercos, en una repisa de madera oscura se ve un machete con lo que creo es óxido pero cambio de idea al ver un delantal amarillento ya sea por no viejo o por la sangre, ya que tiene manchas marrones, es algo escalofriante si lo piensas.
-Es lo que usé cuando maté mi primera res, era muy joven cuando pasó, es una experiencia inexplicable que te cambia para siempre. -voltea a verlos mientras sonrie con nostalgia- Bueno, todo se ve bien, ¿Puedes empezar mañana?

Me levanto del asiento y respondo al menos unas cinco veces si a su pregunta, el señor Pagrami me extiende la mano y yo la estrecho, pero al tocar su piel siento algo extraño, un choque eléctrico me recorre el cuerpo y se me eriza la piel, me dan ganas de huir pero lo ignoro y salgo de ahí contento por mi nuevo empleo.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2022 ⏰

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