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Miércoles 06 de julio de 2022.
Hyajong-Dong, Seul, Corea del Sur.
Para: Jeon Jungkook
"Desde que tengo memoria he sido alguien "perfecto" a la vista.
Sacaba buenas notas en la escuela, aprendí a tocar muchos instrumentos e incluso practiqué un poco de canto en el coro de la iglesia, a la cual asistía todos los domingos sin falta.
También me educaron con modales, siempre traté de ser lo más cortés que podía con mis mayores, por lo que recibí bastantes alagos hasta el cansancio. Mis padres estaban muy feliz con aquello, repetían a cada instante que soy lo mejor que ha llegado a sus vidas, e incluso su mayor orgullo. Presumían de mi inteligencia, de los concursos que he ganado, de mis notas escolares. Mostraban todos los premios que ganaba a sus compañeros de trabajo y amigos, siendo felices de todos los cumplidos y alagos que recibían por ser tan buenos padres y criarme de tan buena manera.
Mis compañeros y amigos también lo hacen, aunque algunos de ellos me buscan sólo para ayudarles con sus problemas o con sus tareas.
Siempre me esforcé por mantener esta imagen de perfección ante todos para agradarle a los demás, aunque sólo fuera buscado para su propio beneficio, con tal de que me hablaran estaba bien. Hasta que llegaste tú.
El chico más imperfecto que pude haber visto.
Te importaba una mierda la vida, y a distancia se notaba lo problemático que eras. Imagen de chico malo, cara de culo todo el tiempo, te saltabas las clases, reprobabas casi todas las materias, tratabas cómo se te diera la gana a todos pero aún así eras una persona popular, le agradabas a todos y tú solamente los ignorabas pero ellos seguían.
Y te odié.
Porque aún con el gran esfuerzo que hice para sobresalir, no conseguía nada, nadie me miraba. Pero tú, no te esforzabas ni un poco y ya tenías a todos comiendo de la palma de tú mano. Me hiciste sentir tan estúpido y como una basura, como si todo el esfuerzo que había hecho en mi vida, hubiera Sido en vano.
Pero de algún u otro modo yo también caí en tus encantos, y no sólo eso, llegué a envidiarte. Te envidié porque hacías lo que querías sin que te importara lo que dijeran los demás. Te envidié por ser alguien tan lindo y con una linda sonrisa que conquistaba a todos al solo verla, envidié tu cuerpo, tu cara, toda tu existencia. Pero todo lo que llegué a envidiar también lo llegué a amar.