Noche de copas

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El profesor Balam y Kalego ya habían empezando a tomar, sin esperar a Iruma, algo que sorprendió a la gárgola fue ver a su amigo abrir la botella y servirse del vino, sin duda le preocupa algo.

—¿Pasa algo?
—A que te refieres.

—Apenas llegaste y estás tomando, normalmente comes un poco.

No pudo negar eso, con tal de dispersar su mente y dejar de pensar en él incidente de la tarde, prefirió tomar para relajarse al menos un poco, pues no es que pueda quedarse borracho.
—Solo recordé el incidente.

—¿Te sigues sintiendo culpable? Iruma-kun es fuerte, lo está superando.

—Sospecho que ya no es como antes, desde hace tiempo tengo mis dudas.

—El cambio, se sabe, pero por eso es maestro, porque no quiere que pase de nuevo.

—Shichiro.. ¿No te da la sensación de que el.. Nos miente? ¿No te a has dado cuenta con tu habilidad de linaje?

La pregunta tomó de sorpresa a Balam, el no activa esa habilidad con sus compañeros o en su vida cotidiana, solo en ocasiones y cuando son la época de examenes, no podía estar vigilando todo el rato a los demás, menos a Iruma.

—Mi habilidad solo sabe cuando mienten más no descubrir alguna cosa de ellos Kalego. Eres cercano al chico, simplemente preguntale.

—Cada que intento hacerlo Opera-sempai me detiene. —Fue honesto, antes abordó ese tema con Iruma pero el mayordomo de Sullivan era muy perspicaz, realmente estaba prohibido preguntar, casi un tabú. —Estoy seguro que si le pregunto hoy, me detendrá aunque no esté.

—¿No te a dicho que paso?

—No, se pone muy serio, su rostro cambia, pero me gusta ver que el está saliendo adelante.

—Eso es bueno, aunque ya está un poco retrasado ¿no debería de haber llegado?

Justo cuando preguntó, se escucho los golpes de la puerta, la gárgola se levantó y dirigió a la puerta, abriéndole, sonrió al ver al menor, un poco cansado por venir con las prisas, acalorado por sus ropas pues tenía puestas unas que eran de manga larga y encima un suéter bastante grande, Balam estaba consciente de que esas ropas le ayudaba a cubrir sus cicatrices y más importante su espalda carente de alas.

—¡¿Llegue tarde profesor?!
—No Iruma-kun pero no debes decirme profesor. —Soltó una ligera risa por el cansancio del chico. Lo dejo pasar.

—Llegas tarde. —Dijo Kalego.

—Lo siento profesor. —Se disculpó Iruma y se sentó a un lado, quedando en medio entre el cerberus y la gárgola. Tomó un poco de té que igual había en la mesa.

A pesar de las diferencias de edades que para Iruma era demasiado pues sus maestros tenían quizás siglos de edad, el ambiente no estaba mal, escuchar las historias de las criaturas mitológicas del demonio peli blanco era fascinante, aunque Iruma la sabia perfectamente.
—Shichiro estas muy animado.

—Hablar de ellos siempre me pone así.  ¿Que opinas Iruma-kun?

El mencionado solo asintió, un poco mareado, unas cuantas copas de vino que tomó mientras escuchaba la explicación del mayor le afectó, tenía un ligero sonrojo y apenas podía hablar bien.

—¡Es fascinante ese tipo de criaturas! Los humanos aún más... ¡Hip!

—¿Ya estas ebrio? Pensaba que dejaste de ser un niño, pero veo que no.

—Que malo eres Edgy-chan.
—¡No me llames así!

Balam reía por la situación al menos el joven se relajo con su ayuda, la extraña pelea seguía con palabras como "Silencio", "quítate" o "no me molestes", pero Iruma solo reía por los gestos de su sempai.

Profesor Iruma-KunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora