Altermundi

Capítulo I / Un faro intermitente

Japón, Isla de Taiwán, Nori Deniam / 20 de febrero de 1971

Me contaron una historia hace mucho, aún recuerdo cuando ocurrió pero no cuando me paso; estaba envuelta en mantas rasgadas con mugre encima, llevaba tiempo sobre aquel viejo bote de madera el cual había ya cruzado medio mundo con tal de llegar a un destino desconocido, Taiwan, China; el bote se aproximó a un embarcadero ya estropeado y a unos metros había un faro con colores en espiral, blanco y rojo, en la punta estaba acomodada una sombrilla gigantesca de metal la cual evitaba el faro de inmensa luz se estropeara; la persona que me llevaba aquella noche se aproximó a la entrada, la cual era una puerta de madera ya deteriorada con una perilla oxidada; al abrirse se produjo un espantoso ruido que despertó al bebe en brazos el cual comenzó a llorar de inmediato, la persona que lo llevaba dejo en el piso al infante y se fue sin siquiera despedirse, solo subió a su bote de madera y a la lejanía comenzó a reírse en alto, demostrando de alguna forma que se había quitado aquella carga de encima, o eso hizo pensar; de la casa salió un hombre encorvado con una alargada gabardina de piel color café y un peculiar gorro negro tejido, con una enorme mancha café en la punta; aquel hombre tomo al bebe en brazos y entro al faro, sin saber qué hacer, bajo al sótano donde en su cama acomodo al infante y allí este se quedó dormido sin más; el hombre subió a la punta del faro muy confundido, y comenzó a prenderlo y apagarlo tratando de dar alguna señal hacia donde aquella persona estuviese, lejos o cerca tenia las esperanzas de que le escuchase; el hombre comenzó a hablar en morse reflejándose al mar y diciendo en solo palaras aquella frase que marcaría la historia de esta pequeña

- No necesita de ti, será mejor que tú, ya lo veras

Un nublado cielo de noche hacia irreconocible aquel lugar y segundos después una fuerte lluvia comenzó a desatarse y estruendosos truenos nacieron de las negras nubes, algo de lo que la gente se enteraría tiempo más tarde había iniciado... LA ERA SALVAJE HA VUELTO A COMENZAR

El tiempo trascurrió como era debido, el cielo poco a poco comenzó a despejarse y las goteras del faro comenzaban a cesar; apenas amaneció el infante comenzó a lloriquear despertando al barbudo hombre de su siesta, este bajo de inmediato a tratar de entender que ocurría, reviso su cuerpo y noto que era una mujer, de cabello negro y hermosos ojos verdes; debajo de la manta venia un papel el cual decía con letras poco legibles

"No te pido que la cuides, dale de comer y vive con ella hasta que te alcance, tiene en manos algo más que un tesoro, seguro habrás jugado ajedrez, pues esta pequeña es la reina oscura, su nombre es Luccia, mi hija desheredada. Atte. ..."

Apenas termino de leer aquel nombre cerro la carta y la partió en pedazos, tomo a la bebe en brazos y le susurro con ternura

- Bueno, ahora te llamaras Luccia Sukhon, tendrás una vida digna en adelante pequeña, ya lo veras- dándole un beso en la frente al terminar

El hombre dejo a la bebe en su cama y salió a pescar, y a comprar comida en la aldea cercana que llevaba por nombre Nori Deniam, un lugar rico en materiales de todo tipo, pero desapercibida por el humano

En este punto de la historia, ya dado el contexto que recuerdo y mientras me encuentro sentada en una cómoda silla con una piña colada sin alcohol en mano, daremos un salto temporal de 12 años, llegando a mi temprana edad de 13 años, un día antes...

19 de febrero de 1983 - Japón, Taiwán, Nori Deniam

- Luccia, ya pasan de las 3 de la mañana, levántate, ve a la cascada como sueles hacerlo, y regresa antes del desayuno- alardeo el anciano que revisaba el faro como de costumbre

- Si abuelo, ya vuelvo- preparándose rápidamente

- Órale pues, cuídate- replico brindándole suerte espiritual