Cuatro son multitud (Chanmin)

Capítulo X

Jeongin marcó el número de Hyunjin varias veces, pero en ninguna obtuvo una respuesta.

No quería estar sólo, quería acurrucarse en los brazos del mayor y dormir junto a él, quería sentirte seguro.

Agarró una campera y salió del departamento para ir a buscar a su amigo.

La noche fría, lo hacía sentirse más solo, le recordaba a aquel pequeño indenfeso que fue golpeado y criticado por tener objetos de color rosa, por usar una falda, o por usar vestidos, por ser libre.

Sus lágrimas comenzaron a caer y los recuerdos de su pasado se hicieron presentes. En su cabeza se repetían todas esas veces que fue golpeado por algunos de sus primos o compañeros, se repetían las ocasiones en las que sus tías o tíos le criticaban por jugar con muñecas, iEra sólo un niño!

Comenzó a correr, sin importarle que el hogar de Hyunjin quedase a unas veinte cuadras de su departamento, corrió mientras las lágrimas caían y los recuerdos de su pasado invadían su mente.

***

Hyunjin no esperaba ninguna visita, fue por ello que se sorprendió cuando el timbre sonó.

Dejó las palomitas que tenía en la mesa y con pereza fue a atender.

Obviamente no se esperaba para nada, encontrarse con Jeongin llorando detrás de la puerta.

— J-Jinnie...

— ¿Qué paso?-- Respondió fríamente.

— Jinnie... Discutí con Chan...

— ¿Y?

Jeongin comenzó a sollozar.

Hyunjin trataba de mostrarse frío, de no caer, de retener esas ganas de abrazarlo y mandar todo su orgullo a la mierda.

— Jinnie no me trates así — Balbuceó.

— Jeongin, ¿qué quieres? Estoy ocupado.

Le dolió, sintió que su corazón se rompía en millones de pedazos y la única persona que podía arreglarlo era la que se encontraba en frente suyo, clavando un puñal en él al tratarlo de esa forma tan desinteresada y fría.

— Jinnie, peleé con Chan, él me dijo cosas feas y me quiere dejar por Seungmin, yo te necesito Jinnie, por favor, n-no, no me dejes, tú no..

— Jeongin, ¿Por qué haces las cosas tan difíciles?, No puedo seguir en este papel de mejor amigo que te consuela siempre y luego tiene que verte con otra persona a la que ni siquiera quieres, estoy cansado de tener que escuchar tus confesiones de amor para que después hagas como que nada pasa, odio que vengas drogado o borracho como ahora y me digas que me necesitas y que me quieres para que después te sigan siendo indiferentes mis sentimientos. No te imaginas como me duele verte con Chan, verte besándolo me duele y ya no lo soporto más.

"No estoy borracho, ni drogado". Quiso decir, pero
Hyunjin volvió a hablar.

— No puedo seguir con este papel, no quiero ser
tu amigo, no puedo seguir siendo tu amigo, esto me está lastimando — Su voz se desestabilizó — Si no tienes el maldito coraje para luchar por mí o para apostarlo todo por mí no quiero nada, hasta que no tengas el valor para jugártela por mí, no quiero tener algún tipo de relación contigo, por primera vez, quiero pensar en mí, en mi estabilidad, no quiero seguir siendo tu mejor amigo, cuando sólo estoy lastimándome.

El mundo de Jeongin se destrozó por completo, la persona que estuvo desde el día uno, a su lado ahora quería alejarse de él.

— ¡No puedes hacerme esto, no puedes dejarme — Sollozó.

— Jinnie bebé, ven, las palomitas se van a enfriar — Una tercera voz se oyó.

Yang sintió una fuerte represión en su corazón.

— Debo irme.

— No lo hagas, por favor — Pidió sujetando la
mano del mayor.

— Necesitamos un tiempo, o por lo menos yo. No lo hagas más complicado, por favor, Jeongin.

— ¿V-vas a dejarme? ¿Se acabó?

Hyunjin se soltó del agarre, no respondió a las preguntas, simplemente cerró la puerta, dejando a un Jeongin destrozado detrás de ella.

Corrió hacía el sillón en donde se encontraba su hermano y lo abrazó mientras las primeras lágrimas comenzaban a caer.

— Jinnie bebé, está bien, pequeño. Hiciste bien, tú también debes cuidarte, no puedes pensar siempre en sus sentimientos.

— Me dolió tanto verlo llorar, se veía tan frágil.

— Debes pensar en ti también, no puedes seguir destruyéndote por creer que no eres suficientes para él. Jinnie, tu papel en su vida sólo está haciendo que poco a poco acabes con la tuya. No quiero perderte, no quiero que vuelvas a caer en lo mismo.

Hyunjin suspiró.

— ¿Me pasas mi teléfono? — Su hermano le alcanzó el móvil.

Hyunjin marcó el número de Jisung, le avisó lo que estaba pasando y luego de que Jisung le confirmara que iba en busca de Jeongin, guardó su celular y se acurrucó en los brazos de su hermano mientras dejaba que sus lágrimas salieran.