Ella estaba ahí. Y él también. Se levantó cuan largo era, y de repente le hizo sentir diminuta. Como un guisante.
Quiso mirarlo a los ojos, pero temió perderse, ya que no era la primera vez que aquello sucedía. Así que se decidió por fijar su mirada en sus labios: carnosos, rosados, con una pequeña cicatriz en el labio inferior a la izquierda y en aquel momento húmedos. « Besame »Suplico sin pronunciar ni una sola palabra « y dime que me amas » pidió.
- Me tengo que ir.- su voz ronca acompañada del movimiento de sus labios le hizo regresar a las profundidades de la realidad. Él era su perdición, su fruto prohibido, su pecado.
De bruces cayó contra el suelo de piedra: duro y frío como su realidad, al analizar y comprender aquellas palabras. No había pasado nada en tres horas, nada extraordinario y como lo que ella esperaba que pasase.
-Oh...-fueron las únicas palabras que consiguió articular. Llena de desilusión.
Y pasó: la miro a los ojos. Sus ojos. Su preciosos ojos oscuros. Su pozo sin fondo. Y cayó como en un trance sintiendo un zoológico es su estómago e infinitas flores bañando su cuerpo.
Inmersa en su trance preguntó -¿Cuándo volverás?- por favor no dejes de mirarla y déjala de mirar. No sonrías pero sonriele. Dile que la amas y dile otra vez que la amas.
- No volveré, nunca.
Su visión se empezó a emborronar y eran las lágrimas que se precipitaban por sus voluminosas mejillas de porcelana. Pero él la estaba mirando, y ella a él (además de sonreír). Vio la imagen en su cabeza como si fuese un tercer espectador, y se recordó a sí misma como una muñeca de cuerda.
- Bien. - dijo en una mezcla de gemido y suspiro. Cogió una bocanada de aire, sentía que se ahogaba.
Ella estaba ahí. Y él también: en su memoria.
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Ilusiones de ti
Spiritual"Nada es real, no hay nada por lo que preocuparse. Campos de fresas para siempre." Strawberry fields forever JOHN LENNON