Historias cortas | Twisted Wonderland.

Soy tus ojos | • Jack | pt 4

Estaba en la escuela ya prestándole atención y girando mí mirada de vez en cuando el asiento vacío en donde se sentaba Yuu.

— ¿Alguien sabe qué le pasó a Yuu? ¿Está mejor? — Preguntó Sebek sin saber nada.

Yo también me pregunto eso, ya hace un par de días no la he visto y no me responde los mensajes. No sé su estado actual.

¿No tendrá... Vergüenza por haberse confesado?

— ¿No te has enterado? No volverá aquí. — Ace contestó con una voz algo triste mientras buscaba algo en su mochila.

Eso ya lo sé, yo di la noticia a ambos chicos de Heartslabyul.

— No, no me enteré, pensé que solo estaba enferma. — Negó. — Pero hace unos pocos meses se anotó aquí... ¿No hay sentido? — Sebek confundido buscaba lógica.

— La madre volvió desde otro país y la fue a buscar. — Dijo Deuce alzando sus hombros también con tristeza.

— Ya veo... —

Bajé mis orejas ignorando el parloteo y concentré mí mirada en la hoja en donde estaba escribiendo.

Su madre falleció hace tiempo, es imposible que eso suceda.

Pero yo sé lo que en verdad sucedió, ella misma me lo contó.

— ¿Quieres ir a su casa? ¿No? — Epel me preguntó sacándome de mis pensamientos, sabía lo que estaba pensando.

Si quería ir a verla.

— ... Sí. —

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Tiempo atrás

La primera vez que fui a su casa junto con Epel fuimos los tres juntos a una cafetería.

— ¿Cómo sabes dónde está mí hermana y que la puedes recuperar fácilmente? —

— Hablé con Kenny, empatizó con tu situación. Debo pensar que ninguno de los dos sabe que Kenny tiene un hermano menor, ¿No? — Preguntó. Ni Epel ni yo dimos respuesta, pues no lo sabíamos. — Tiene un hermanito que actualmente tendría 15, se perdió exactamente de la misma manera que Zoe pero esto fue hace casi cuatro años atrás. Kenny desde entonces empezó a meterse en estos temas solo para recuperar a su hermano. —

— ¡Pero no es excusa para arruinarle la vida más niños! — Epel se quejó enojado. Puedo entenderle.

— ¿Entonces cómo fue exactamente? ¿Piensa dejar a su hermano atrás y darme a mí hermana? No lo entiendo, Yuu. — Fruncí el ceño.

— No, recuperará su hermano y tú a tu hermana. — Contestó la chica.

— ¿Entonces? —

— Le ofrecí dinero. — Fue directa.

— Pues mira, no es por ofender pero tampoco te ves muy rica que digamos. — Epel entrecerró los ojos.