Llegas y haces un desastre, eres tranquilo pero tus pensamientos son un completo tsunami.
Eres la debilidad en cuerpo y alma, eres la inestabilidad en el amor, te busco, te encuentro, pero te evaporas, me pides, me exiges y yo cedo, ¿A qué juegas B...
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– ¿Qué piensas hacer? –pregunto, Bajhor me mira atento.
–No lo sé bro, pero de que ayudo a Grecia la ayudo –ambos nos encontramos en el jardín de su casa. –Frida está muy preocupada, espero que lo que Hugo dijo, sea cierto.
–No creo que mienta para mantenernos tranquilos, yo le creo.
–Nuestros hermanos vendrá a pasar nochebuena y año nuevo con nosotros –de inmediato lo observo. –Necesito que esto quede entre nosotros, ellos no pueden saber lo que ocurre, sobre todo Bahil.
– ¿Sabe Frida que vienen? –niega.
–Es una sorpresa para todos, a excepción de ti, necesitaba contártelo, necesito que llevemos esto a raya, unas navidades tranquilas y que Bahil se regrese en la primera semana de Enero.
De acuerdo con él asiento, por nada del mundo nuestro hermano puede saber lo que ocurre con Grecia, sé que Bajhor hará algo para ayudarla en lo que ocurre. Aunque tiendo a ser algo neutral, la verdad es que si me dio temor saber lo que había ocurrido con Hugo y ese bar, estamos hablando de personas sangrientas, no sabemos en su totalidad a que se dedican los Mancini, una de ellas prostitución, crimen organizado y quizás drogas, aunque lo más probable sí.
Después de tener esa conversación en el pent–house, acompañe a Grace a su coche, yo opte por venir con Bajhor y Frida y Hugo se quedó. Mi primo no hará algo que nos perjudique, sé que fue honesto con todo lo que dijo y más aun dejando saber que Grecia estaba siendo tratada de un modo tan aberrante por esas personas. Hugo podrá ser parte de ese mundo todo loco, pero sabe que es lo bueno y lo malo, espero de verdad que podamos solucionar las cosas y que Grecia pueda tener más tranquilidad.
–Acepto... –Bajhor y yo volteamos, observamos venir a Frida con Alana en sus brazos, la pequeña pelinegra de inmediato estira sus brazos en mi dirección y la tomo en mis brazos. –Hable muy seriamente con Grecia, aceptara tu ayuda.
– ¿Qué ayuda? –pregunto, Alana toma un mechón de mi cabello, lo observa y juega.
–Todo el tratamiento que su papá necesita, y así de ese modo quitarle un peso de encima, que no busque a los Mancini –asiento. – ¿Dónde está?
–Descansa, estaba muy angustiada por lo de Hugo, la tranquilice, pero lleva muchos días sin poder dormir bien.
–Eres muy buena, cuñada –observo a Frida. –Si no fuera por ti o Bajhor, Grecia estuviera a la deriva.
–Se lo que es la agresión –toma asiento, el clima esta frio, pero es tolerable con el sol. –A veces callamos por nuestra vida, creemos que habrá un cambio pero no es así, esa persona nunca cambiara, y alguien como esa familia italiana, olvídalo, nacieron para eso, jamás harán un cambio ni siquiera por amor.
– ¿Crees que Grace consiga alguna información? –observo a Bajhor, asiento.
–Tu más que nadie sabe cuan tenaz es a la hora de buscar información –una señora que trabaja para Bajhor y Frida aparece, ella siempre ha sido parte de los trabajadores de mi abuelo y ahora esta aquí.
