Capitulo 23

16 2 0
                                    

~>'~~~~>'~~~

La sangre escurría en la nariz del pequeño Oleg de unos 7 años, tenías varios rasguños moretones en el cuerpo y sus ojos estaban llenos de lágrimas y totalmente rojos de lo irritados que estaban

— Oleg.. hijo mío —me agaché a su altura y tome su rostro — eres —tome su cabello con fuerza — el error más grande que me ha sucedido en la vida

— Papá.. Porfavor papá —dije entre llanto— ¿Por qué me haces esto? Yo te quiero

— por qué eres patético —lo empuje al piso— mírate.. los hombres no lloran.. que diría tu abuelo de esto —me acerque a él — ¿Me quieres? — reí — Oleg.. un hombre jamás debe decir esas cosas.. pero si tanto aprecio me tienes.. necesitas demostrarmelo

— ¿Cómo? —mis lágrimas bajaron—

— harás lo que tú padre te diga.. serás un hombre bien forjado —lo tome y lo levanté — recuerda que todo lo que hago es por el bien de la familia — apreté sus hombros — ¿lo sabes verdad?

— Si papá — bajé la cabeza —

En ese momento entro alto y delgado, sus facciones, de un hombre asiático tal vez,su edad tal vez de unos 50..el padre de Oleg se dio la vuelta ante aquel hombre y le sonrió

— Todo tuyo

~>'~~~~>'~~~

El rubio despertó de golpe con los ojos bien abiertos, miraba a todos lados, como su buscara sentirse en otro lugar, el sudor era notorio en su cuerpo, especialmente en su rostro

Sintió unas manos sobre sus hombros y reaccionó de forma brusca tomando aquellas manos, la llevo sobre aquella cama y lo miro con la respiración acelerada, entonces la voz de aquí chico pelinegro de ojos grandes resonó en sus oídos

— tranquilo.. soy yo Gabrielle.. perdón no quería asustarte — apreté mis labios aguantando el dolor que el brindaba a mis muñecas —

El rubio parpadeo un par de veces y lo miro fijamente, soltó al pelinegro y se sentó en la cama pasando sus manos por su cabello

— eres imbécil — respire hondo— como se te ocurre hacer eso.. pude haberte matado

— lo siento.. baje a ver si ya estaba la comida.. cuando regrese te habías quedado dormido pero te veías muy inquieto.. y estabas muy acelerado.. ¿Estás.. —me cortó —

— si Gabriel si.. estoy bien

El joven rubio tomo su maletín color marrón y empezó a buscar algo con bastante notoriedad y desesperación, de veía más despierto de lo habitual incluso parecía que sus sentidos estaban a la defensiva de todo

Cuando no encontró lo que quiso simplemente arrojo el maletín con bastante fuerza al suelo y soltó un suspiro de frustración

— se acabó —pase mis manos por mi rostro —

— ¿Qué se acabó?

— nada

El rubio se levantó y froto sus manos con una y otra vez mientras susurraba algunas cosas que no eran entendibles pues las pronunciaba en ruso

— ¿Puedo ayudarte el algo?

— ¡No! —lo mire de golpe— no puedes y no podrás nadie puede Gabriel.. ¿entiendes eso? — camine hacia él— ¿Nadie Gabriel nadie!

El rubio camino con bastante agresividad hasta el pelinegro, este retrocedió hasta que su espalda choco en la pared y en un momento Gabrielle solo alzó sus manos y cayó los gritos el rubio con sus manos, encogió sus hombros y tenia un gesto de preocupación

El rubio se quedó quieto y sus ojos se fueron haciendo más pequeños hasta que relajo su rostro, tomo las manos del pelinegro y las quitó de su boca bajandolas lentamente

— Gabriel..

— ¿Si?

Esta vez ni siquiera protesto por el hecho de que no dijera bien su nombre solo lo miro fijamente, cuando el rubio desvío su vista al suelo unos momentos la mirada de Gabrielle fue al torso desnudo de Oleg, se percató que genia miles de cicatrices, unas muy grandes y otras más pequeñas, era claro que cada una estaba preocupada por cosas diferentes

Todas las marcas de extendían hasta su pecho y algunas a sus brazos, cuando Gabrielle extendió su mano para tocar una marca que estaba en su pecho Oleg levanto su vista y se alejo de él

— Oleg.. ¿Qué te.. —fui cortado por sus palabras —

— voy a salir —tome la camisa y me la puse— necesito algunas cosas así que no se aquel hora voy a volver.. no te preocupes por mi —me acerque a él y tome su mentón — no te metas en problemas mientras no estoy

El pelinegro se quedó atónito, era la primera vez que lo escuchaba decir varias palabras hacia el sin escuchar un insulto o un reclamo, la primera vez que no le decía una frase corta llena de arrogancia o maldad

Solo asintió y el rubio lo soltó, salió a toda prisa del lugar y Gabrielle solo se quedó en medio de la habitación totalmente estático y mirando de forma fija a la puerta, tocó su mentón y sus mejillas se empezaron a tornar rojas

Movió la cabeza un poco y palmeó sus mejillas ligeramente volviendo un poco a la realidad


Y solo

Tú Y Solo TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora