From me To you [ChanBaek | one-shot]

I

Llegó a casa claramente agotado, le dolía la cabeza y los músculos de la espalda estaban muy tensos y necesitaba un masaje. La agenda había estado repleta ese día comenzando por su rutina diaria en el gimnasio a las siete de la mañana, luego sesión de fotos a las nueve con treinta, junta con el CEO de la empresa para hablar de los nuevos proyectos que se venían, un Fanmeeting a la una y treinta de la tarde, grabación en el estudio y finalmente a las nueve de las noche una fiesta aburridamente elegante de otra celebridad que no conocía no tenía interés en conocer. Suena frívolo pero es así, ChanYeol es así.

Park ChanYeol es el nombre de uno de los artistas más completos de la industria y si alguien no sabe quién es, simplemente es un ser que vive bajo una roca. Con siete años de trayectoria se ha vuelto en todo un ícono en la música, siendo compositor, cantante, bailarín, actor, productor y rapero se ha vuelto el estándar de Idol que todas las empresas de Corea quieren formar, pero aún no logran. Tiene millones de fans por todo el mundo, pero es que cómo no volverse uno cuando la personalidad serena, divertida y algo torpe te conquistan hasta el punto de adueñarse de tu corazón.

Una imagen que no puede alejarse más de la realidad. Una imagen creada solo para él.

ChanYeol en realidad es una persona bastante fría, competitiva, un tanto egocéntrica e indiferente con el mundo siempre y cuando no esté él mismo involucrado, aunque en un principio si era como la imagen que proyecta a las cámaras, cuando pasa el tiempo muchas circunstancias lo convirtieron en lo que es ahora.

Miró el reloj digital en la mesa al lado de la entrada, era medianoche. Dejó el saco en el sofá luego de quitarse los zapatos y caminar hasta la cocina por un poco de agua. No había querido asistir a esa estúpida fiesta, pero al fin y al cabo no es más que un empleado de su empresa y esa clase de reuniones muchas veces traen consigo buenos tratos con remuneraciones económicas que realmente hacen que sacarte fotos y fingir sonrisas valga totalmente la pena.

El agua pasó por su garganta refrescándolo un poco, dejó el vaso a un costado y salió de la cocina para dirigirse a su habitación, necesitaba descansar, pero en eso notó algo que hace un par de minutos no había visto, unas enormes cajas llenas de los regalos de sus fans, flores, chocolates, fotos, peluches regalos manuales, etc., las personas del staff siempre traían los regalos a pesar de haber exigido que ellos se deshicieran de ellos apenas el fanmeeting acabara. Suspiró y le envió un mensaje a su mánager.

"SuHo necesito que por favor te deshagas de los regalos del fanmeeting de hoy, los del staff nuevamente no me hicieron caso".

Volvió a mirar la caja y sonrió negando con la cabeza, criticando mentalmente al gasto estúpido que hacían sus fans como si él con todo el dinero que había ganado con los años no pudiera comprar dichas cosas, incluso aún recuerda cuando hace un par de años una chica le obsequió un reloj de una marca prestigiosa. Recuerda haberle sonreído por cortesía y posteriormente se lo obsequió a una persona que solía ser cercana a él, pero que ya no.

Algo sobresalió de una de las esquinas de la caja, era un sobre blanco, una carta. ¡Dios! hace tiempo que no recibía una, o sea quién en la actualidad escribía cartas. Tiró el sobre a la mesa y se fue a su habitación finalmente, necesitaba dormir hasta el medio día.

Con solo la ropa interior encima y cubierto por las mantas de la enorme cama, la carta pasó un momento por su mente y la verdad es que intentó recordar a la persona que le entregó la carta, pero fueron tantas las personas que vio que ya ni siquiera podía diferenciar sus caras. Sin darle mayor importancia se durmió cubriéndose casi completamente la cabeza.

Cuando despertó eran pasadas las once de la mañana, se sentía un poco más descansado, pero aún creía que no era lo suficiente, de todas maneras no podía darse el lujo de holgazanear más de lo permitido, así que se prepararía un batido y luego iría al gimnasio.