La decisión

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-¡Grace!, baja un momento, tenemos que hablar contigo.- Mala señal, número uno papá llamándome para bajar y número dos, TENEMOSQUEHABLAR.

-Voyyyyyyyyy.- Normalmente lo decía para que se callaran pero esta vez era en verdad, iba a bajar, hay varias cosas que no me gustan en este mundo, una de ellas es “tenemosquehablar” nada bueno sale de ahí, JAMÁS, créeme.

Bajando las escaleras con tan solo ver las expresiones faciales de mis padres y la de mi hermano mayor, Steve, sabía que algo no iba bien.

-¿Y estas caras, qué he hecho ahora?- Pregunté con miedo a la respuesta.

-Tú nada Grace.- Respondió Steve. -O lo decís vosotros o lo digo yo.-

-¿Que coño pasa?- Dije tanto asustada como cabreada.

-Grace, mi vida, lo siento…- Empezó a decir mamá.

-Peque, mamá se va de casa, a Lenora Higgs, en California.- Me dijo Steve. -Ahórrate las mentiras mamá.- Dijo mi hermano en tono seco.

-Y yo me voy al pueblo de nuevo, solo con mi salario no puedo pagar esta casa, tienes que decidir, mamá o yo, Steve ya ha decidido.- Me explicó mi padre.

Me había ido del pueblo muy pequeña, no conocía a casi nadie por no decir que a nadie, de repente, como una niña pequeña me eché a llorar, delante de mi familia. Steve como buen hermano mayor mio que es me dio un abrazo que no hizo que parase de llorar pero me tranquilizo un poco. Había tomado una decisión.

-No me importa donde, pero quiero ir donde Steve vaya.- Dije firmemente.

-¿Estas segura Grace?- Me dijo mamá.

-Segurisima.- Y me di la media vuelta y subí la escalera a mi habitación. Media hora más tarde estaba tocando en la puerta de la habitación de Steve.

-¿Puedo pasar?- Pregunté.

-¿Alguna vez no?.- Así era mi hermano, me hacía reír con cualquier tontería con tal de no verme mal.

-Steve, ¿dónde vamos?

-A Hawkins.

-¿Por qué elegiste Hawkins?

-Mamá engaña a papá.

-¿Qué?

-Lo sé, es inentendible, han decidido separarse, ahora mamá está con un tío de California solamente dos años mayor que yo.

-Ostia puta.- Eso fue todo lo que conseguí decir, me senté en la cama de Steve para reflexionar un poco y buscarle sentido a lo que él me acababa de contar. -¿Así que Hawkins, eh?

-Hawkins, Grace, volvemos a Hawkins, ahora creo que deberíamos estar preparando maletas y eso.- Dijo antes de sentarse a mi lado.

-¿Sabes qué Steve?

-Sorpréndeme.

-No voy a perdonar a mamá en la vida.

-Yo creo que algún día sí, pero no hoy, no hoy.- En cuanto acabó esa frase nos acostamos los dos en su cama, era tarde y los dos estábamos cabreadísimos con nuestra madre. -¿Duermes aquí peque?-

Solo asentí con la cabeza notando el abrazo cálido de mi hermano, en cuanto él se durmió me eché a llorar de nuevo, no me lo podía creer.

A la mañana siguiente me despertó Steve yendo al baño. -Hijo de puta.- Le dije.

-Literalmente, ¿dormiste bien?

-Más o menos, es mucho que asimilar.

-Vamos a desayunar anda.

Mamá estaba en la cocina, con su ropa del trabajo puesta, papá estaba en la sala, en el sofá, que ahora parecía una cama.

-Buenos días mis niños.- Dijo mamá, bueno mi madre, bueno, Rose.

-Mira Rose, eso díselo a tu noviete nuevo, vete a vivir a su puta casa ya, no quiero hablar contigo, no ahora.- Alegó Steve.

-¿Te parece bonito…?- Empezó a decir Rose.

-SI, mucho, demasiado, has roto una familia y has roto a una niña, no a una cualquiera, a tu hija, se que de mí no te preocupas, pero Rose, tenías una hija muy especial, y la has echado a perder, la has roto.

-Steve, no sigas.- Le susurré yo.

-¿Especial?, me está abandonando, entre tu padre y tu le habéis comido la cabeza y la niña se cree que soy un monstruo y…- Empezó a gritar mamá.

-Lo eres.- Siguió Steve. -Cuando tienes hijos, su felicidad va primero, pero eso a ti instagram no te lo enseña.

-YA BASTA.- Sentenció mi padre. -Steve, Grace, haced las maletas con lo necesario para dos semanas en Hawkins.

Por supuesto, obedecimos, le mandé a Steve un mensaje, suena mal, pero Steve es mi único amigo, en el instituto la verdad es que solo me quieren por el asi que se cree que me debe algo y me sobreprotege, pero lo quiero igualmente, es como mi figura maternal bien hecha, Steve respondió enseguida a mi mensaje: No, hoy no salgo, puedes dormir aquí otra vez. Un ‘gracias’ con un corazón rojo cerraron la conversación. Acabé y cerré la maleta de dos semanas, había puesto poco la verdad, 5 pantalones largos y 2 cortos, 6 tops y 3 camisas, a parte del neceser y la ropa interior. Cuatro golpes en mi puerta, papá.

-Grace…- Empezó a decir.

-Papá, gracias.- Todo lo que pude decir antes de darle un abrazo.

-Grace, verás, agradezco mucho que vengas conmigo, pero no quiero que sea por pena.

-No lo es, mamá me trata como mierda y tiene un novio solo cuatro años mayor que yo, sería muy raro, a parte no quiero separarme de Steve.

-Me encanta ver lo unidos que estáis, de verdad.

-Papá, ¿estas durmiendo en el sofá?

-Si, pero no te preocupes mañana vamos a Hawkins, solo una noche más.

-Duerme aqui, total, yo duermo con Steve.

-¿Duermes con Steve?

-Sola tengo pesadillas.

-Madre mia, Grace, habermelo dicho.

-Ya está dicho.

-Bien, vale.

Papá salio de la habitación y Steve entró a preguntarme si me hacia falta algo.

-He acabado las maletas hace un rato, pero gracias.

-¿Vamos a algun sitio, te apetece?

-No mucho, no quiero ir en coche, mañana tendremos suficiente coche.

-Pues vamos a caminar por ahí, y asi hacemos deporte que quiero conservar la figura.- Me eché a reír y asentí, Steve fue a cambiarse y yo igual, ¿salimos? si, ¿a caminar? si, ¿caminamos? no, bueno sí, caminamos 200 metros hasta la cafeteria de la calle de abajo para merendar, pasamos por el super a cojer cena y fuimos a casa. En casa me duché mientras Steve calentaba la pizza, le dimos las buenas noches a papá que durmió en mi habitación y mamá no había aparecido así que fuimos al cuarto de Steve a cenar, cuando acabamos vimos Mamma mia!, la version de 2018 que esta en netflix y no paramos de cantar todas las canciones de nuestro musical favorito, el segundo después de high school musical segun Steve, cuando nos cansamos, nos echamos y nos dormimos, el dia siguiente iba a ser largo.

Vía de escape (Eddie Munson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora