Mojada-Jenlisa (+18) (Adaptación) (TERMINADA)

Seducción II

Segunda parte

De nuevo el día transcurrió lento pero pude sobre llevarlo gracias a la bella religiosa de la que me encontraba enganchada, dado que me mantuve atenta, ella fue consciente de que yo la observaba por lo que en varias ocasiones cruzamos miradas, esta ocasión ella ya no esquivaba la pequeña interacción que manteníamos secretamente e incluso me regalo un par de tímidas sonrisas. Jennie comenzó a ceder, sabía que faltaba poco y debía actuar rápido para no darle tiempo a que pudiera pensarlo y retroceder a nuestra obvia atracción.

Como veníamos haciendo anteriormente tomamos el almuerzo juntas, me encontraba eufórica interiormente de que Jennie no se mostrara asustada por mi declaración. Cuando terminamos nuestras comidas le pedí ir a caminar un rato, terminamos sentadas en uno de los jardines más alejados lo que nos brindaba un poco de privacidad. Sin disimulo por momentos me queda viendo fijamente sus labios, causando en ella que se lamiera los labios inconscientemente. Por lo cuál dificultaba mi autocontrol, necesitando tener cualquier tipo de contacto, me atreví a tomarle la mano y entre lazar nuestros dedos, no hizo ninguna señal de querer alejarse y continuamos charlando amenamente. Así transcurrieron un par de días más y yo cada día ganaba más terreno con ella, si yo no tomaba iniciativa de cogerle las manos ella lo hacía, constantemente nos sorprendíamos observándonos la una a la otra, algunas veces mientras me cambiaba la ropa frente a ella la descubría mirándome, me encantaba saberme deseada por ella, al final de cuenta ese era la finalidad de todo lo que hacía.

 
Era domingo, era nuestro día libre y si queríamos podíamos salir a pasear al pueblo cerca de la congregación, Jisoo me había invitado a salir e ir por unos tragos clandestinamente, tuve que declinar a su invitación yo ya tenía otros planes y sabiendo que Jennie  no saldría tenía que aprovechar esta oportunidad ya que casi todo mundo se marchaba. Necesitaba tiempo a solas con ella. Preparamos el desayuno juntas y luego vimos una película mientras comíamos golosinas, al finalizar, nos quedamos quietas viéndonos sin ser del todo conscientes de lo que hacíamos nos fuimos acercando poco a poco, tan solo faltaban un par de centímetros para eliminar la pequeña distancia cuando Jennie se levantó y dijo que tomaría una ducha, me quede sentada en el sillón pensando que debía hacer, así que me levante y me dirigía a la recamara, me desvestí y me envolví en una toalla y camine hacia la ducha, para mi fortuna no había puesto seguro a la puerta. Entré en silencio, dejando caer la toalla al suelo, deslice la puerta de la regadera haciendo que Jennie se sobresaltara por la sorpresa, nos encontramos desnudas frente a la otra contemplándonos en silencio, desplacé la mirada por todo su perfecto cuerpo, por su parte ella copió mi acción solo que con timidez. ¡Cielos! Adoraba eso de ella. Coloque una mano sobre su mejilla haciendo que Jennie inclinara su rostro, apoyándolo contra mi mano aceptando la caricia.

― Dios, esto esta tan mal Lisa, ni siquiera debería permitir estos sentimientos que tengo por ti. Debí alejarme de ti mientras pueda.

― Pero no lo hiciste y estoy agradecida por eso. Te quiero, Jennie. ― me acerqué lentamente a ella y por fin pude saborear sus labios, el beso fue tímido, solo pequeñas caricias con nuestras bocas. Tomé su cadera y la pegue más a mi cuerpo, necesitando estar piel con piel con ella.

 Entonces profundicé el beso con la seguridad de que Jennie no me rechazaría. Entrelazó sus brazos en mi cuello, con ambas manos acaricié su desnuda espalda provocando que la piel se erizara, desplacé las manos por su suave cuerpo hasta llegar a sus cálidos senos, acariciándolos con delicadeza con el pulgar estimulé su erguido pezón desatando un gemido suave de ella. 

― Lisa.― dirigí mi boca a su cuello dónde incluso con el agua el olor a rosas no se extinguía dejándome llevar enterré mis dientes en su piel, la bella mujer entre mis brazos apretó mi cabellera señal de que lo estaba disfrutándolo al igual que yo. Inclinándome un poco, encamine mi boca más debajo para poder tomar sus pechos con mi boca, acto seguido, ladeó su cabeza hacia atrás lanzando un sonoro gemido, oh dios, Jennie era tan perceptiva a mis caricias que provocaba un frenesí de pasión en mí.