28. Tienes que decidir

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Phil abre los ojos con dificultad, completamente desorientado. Algo le está molestando sobre la nariz y estira la mano para retirarlo: un pañuelo, todavía un poco húmedo. La cabeza le está doliendo como nunca antes y tarda unos segundos más en darse cuenta de que está tirando sobre el asfalto.

Intenta incorporarse, pero le cuesta horrores. Está mareado y siente náuseas, además de un dolor terrible encima de la nuca. ¿Qué pasó? Poco a poco su mente comienza a despertar, hasta que abre los ojos como platos y se levanta trastabillando con el miedo reflejado en el rostro. ¡No, joder, no! Mira alrededor y se da cuenta de que está solo. No hay rastros de MC o de Laura, sólo la furgoneta aparcada unos metros más allá, en el mismo lugar en el que la dejó.

Busca su teléfono sin perder un segundo y lo encuentra tirado en la hierba, apagado. Lo enciende y con desesperación marca el número de MC: también apagado. ¡Mierda! En ese justo instante entra una llamada de su hermana, es evidente que Jake o Gabe han estado rastréandolo y se han dado cuenta de que encendió el teléfono.

Descuelga inmediatamente y escucha la voz preocupada de Jessy:

Jessy: ¡Phil! ¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Qué pasó?

Phil: ¡Se la llevó, Jessy! El cabrón nos estaba esperando. No sé dónde está pero voy a encontrarlo, ¡voy a matar a ese hijo de puta!

Jessy: Cálmate, Phil, ¿tienes alguna herida?

Phil: No, estoy bien. Te llamaré luego, voy a buscar a MC.

Jessy: ¡Espera!

Phil: ¡No puedo perder tiempo, Jessy! Luego hablamos.

Jessy: A MC se la llevaron hace veinte minutos, Phil.

Phil: ¿Qué...?

Jessy: No podrás encontrarla ahora. Cálmate y cuéntanos lo que pasó, es muy importante.

Phil se queda inmóvil sin saber cómo reaccionar. ¿Veinte minutos? La rabia le hierve dentro y aprieta los puños con desesperación.

Jessy: ¿Sigues ahí? No me asustes, por favor.

Phil: ¿Cómo sabes que...?

Jessy: Alan le escribió a Jake, incluso envió una foto...

En ese momento la voz de Gabe se escucha del otro lado de la línea:

Gabe: Phil, ¿estás en condiciones de moverte?

Phil: Sí.

Gabe: Cambia a videollamada y muéstranos todo lo que tienes alrededor.

Él lo hace, pero desgraciadamente no hay mucho que ver. La furgoneta está aparcada a un lado de la carretera, y un poco más lejos, pasando una hilera de árboles, pueden verse los pisos superiores del hospital. No hay nada ni nadie en los alrededores, pero algo llama la atención de Gabe:

Gabe: ¿Qué es eso en el piso? ¿Un papel?

Phil: No, es un pañuelo. Me desperté con él sobre la nariz.

Gabe: ¿Huele dulce?

Phil: Sí.

Gabe: Cloroformo...

Phil: Sí, hasta ahí llego, pero ¿para qué usar cloroformo? Me golpeó en la cabeza, me duele a reventar. Vino por detrás de mí y me noqueó sin que me diese tiempo a nada.

Duskwood: el hombre tras la máscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora