Pensando en.. Él. 1/2

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Esto lo había subido antes, pero se me olvidó subirlo aquí. El bloqueo está ahí cuando intento seguir con los demás capítulos de este tipo, help mi diosito.


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"Buenas noches, señor."

"Buenas noches, Nathalie."

Nathalie salió del atelier para dirigirse hacía el segundo piso de la mansión Agreste y entrar en su habitación que queda en el fondo hacía la derecha. A Nathalie le gusta lo callado, lo tranquilo y lo más sútil. Por eso; la habitación del final que está alejada de las demás habitaciones y que sabe nadie molestará ni con los chillidos de un bebé.

Cerró la puerta de detrás de ella con el pestillo de seguridad. Se quitó el moño que siempre lleva a la hora de trabajar, junto con los zapatos; tirandolos en un lado de la puerta para mañana organizarlos y ponerse otros parecidos.

Se quitó el blazer, y se desabrocho el botón del pantalón para así abrir la puerta que lleva hacía el baño y entrar, dejando abierta la puerta porque, de todas maneras, nadie entraría a su habitación cuando la puerta principal tiene pestillo.

Nathalie encendió la ducha para que el agua se empezará a calentar. Hace frío, dado que está entrando el verano, pero por las noches siempre hace frío y por eso el agua caliente de ahora.

Se quitó los lentes, dejándolos en la encimera que está al lado del lavabo. Quitándose luego los pantalones y el suéter de cuello de tortuga rojo que siempre lleva. En algún momento cuando entren más al verano, se tendrá que poner otra ropa menos calenturienta para que no se desmaya en pleno horario de trabajo. Algo decente, también.

Quedando ahora solamente en lencería, estiró una mano hacía la ducha para tocar el agua y sentir que estaba en la temperatura correcta. Ni tan helada y ni tan caliente.
Nathalie se quitó el maquillaje leve que siempre lleva, botando el paño en el cesto de basura del lado del inodoro. Se quitó la lencería y se metió a la ducha.

Empezando con un leve masaje en su cráneo, para mojar bien todo el cabello y la raíz. Cerrando los ojos para relajar sus hombros y su postura en una más ella. Dejó de hacer el masaje en su cabello para coger el bote de gel para cabello y untarlo en este, haciendo instantáneamente espuma en su cabello.

Luego de terminar de limpiar su cabello, tomó la esponja y el gel para el cuerpo, untando y haciendo espuma para recorrerlo por todo su delicado cuerpo.

En estos momento cuando ella se una ducha, es cuando más odia. Odia mucho la esponja.

Para ella bañarse es algo esencial, obviamente, pero no cuando se refiere a la esponja luego de un día de catástrofe y un día donde ella lo único que desearía fuera tener a alguien para darle un masaje de cuerpo a pies y ella poder relajarse del todo. Pero no, no es simplemente eso. Es mucho más que eso. La razón por la que odia la esponja es por culpa de su imaginación también.

Recorrió la esponja por sus hombros, cuello y detrás de las orejas, sin dejar un punto claro en el que la esponja no haya pasado. En estos momentos no le importa la esponja, es cuando la esponja baja más allá de su abdomen.

Ella sabe las razones. Claramente están a flor de piel en su mente y memoria de todas las veces que se ha negado a ella misma cuando se ducha.

Por lo tanto, siempre mantiene la esponja fuera de esa zona en un momento como este. Y, luego, cuando ya no se siente tan así, pasa la esponja por esa zona dos veces, debido a que un día o una duchada no le pasó y para recompensar eso, la pasa dos veces hasta ver la piel irritada y roja.

Solo por diversión. [Gabriel x Nathalie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora