Después de nuestro saludo subimos al departamento.
-¡Erahia!-gritaron dos voces antes de sentir como dos pares de brazos me rodeaban.
-Hola mi amor.
-Te extrañamos tanto.
Cerré mis ojos disfrutando del cálido abrazo y de los dulces aromas rodeándome, como si me acunaran de forma protectora.
-Cariño, ¿Qué sucede?-dijo mamá separándose del abrazo.
-¿Qué?¿De qué hablas Minerva?-dijo mamá observando mi rostro-oh linda.
Menee la cabeza sonriendo para tranquilizarlas.
-Las extrañé-dije sonriendo para tranquilizarlas.
No solo yo, Akira estaba relajada después de tanto tiempo. Incluso se regodeaba en mi interior como una cachorra.
-Nuestra linda lobita-dijo mamá acariciando mi mejilla antes de tomar mi mano hacia la barra-siéntate, hice un poco de estofado.
Asentí sentándome en el banco.
A los segundos sentí una presión en mi costado.
-Nosotras también te extrañamos-susurro mamá son su cabeza sobre mi hombro.
-Deja a la niña Fidelia-recrimino mamá sentándose en frente-suficiente de tu sentimentalismo.
-Oh, mira eso Erahia-dijo riéndose-Isis esta celosa.
-¡No lo estoy!
Me reí viendo como mamá volvía de la cocina sirviendo los platos en la mesa.
-Te ayudaré-dije dispuesta a levantarme.
-Está bien cariño-dijo mamá frenándome-comienza a comer antes de que se enfríe.
Asentí no muy convencida acercándome a la mesa.
"Esto está delicioso", dijo Akira encantada.
En verdad, mamá era la mejor cocinando.
-Algo le falta-dijo mamá con los ojos entrecerrados-ya sé, ¡Cerveza!
En un segundo se había levantado y cuando volvió a su lugar tenía una lata en frente de su plato.
-Incluso cuando visitamos a nuestra hija, tus malos hábitos permanecen-dijo mamá sentándome en frente con su plato.
-Pues Erahia las compró para mí-se defendió mamá sacándole la lengua.
-Que tu hija te compre alcohol no es algo de lo que deberías presumir.
Y como siempre, una pelea se desató entre ellas dos, por mi parte yo seguí disfrutando de mi comida.
Aunque eso duró poco cuando sentí la mano de mamá a mi lado tocando mi hombro.
-¿Estás así por tu mate?-ante sus palabras todo el ambiente se quedó en completo silencio.
Nunca me comportaba tan sentimental con ellas, y a pesar de haber estado tanto tiempo separadas, esto seguía siendo nuevo en mí.
-¿Qué fue lo que te dijo?
-Lo buscaremos y le daremos su merecido si es necesario.
Por un momento me asusté al escucharlas, pero luego me relajé al saber que ellas no lo conocían.
-Aunque sería una lástima arruinar un rostro tan guapo.
Me paralice con mi tenedor en mi plato, no, no, no, eso era imposible.
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Erahia
Lupi mannariErahia no es una mujer loba como cualquier otra, es la Alfa de la leyenda. La fuerte y solitaria Alfa de la que todos temen y respetan. Matthew es un simple humano que después de un par de años finalmente tomó la decisión de asistir a la universidad...