Fairytale. |Harry Styles|

Capítulo 26: Ella lo impone.

Al día siguiente amanezco aún más nerviosa de lo que estaba el día anterior. Vamos, esta novela de cuento de hadas no está resultando TAN de cuento de hadas como lo habría esperado. Es más parecido a algo contemporáneo, sin caer en un cliché clásico. 

Gwen no ha murmurado palabra alguna en el desayuno. Salvo monosílabas como: Ten, apresúrate, vístete, ahora... y cosas que no son concretas para cualquier persona que quiera mantener una conversación ligera con alguien. Para mi desgracia, creo que Gwen se encuentra en estado zombie, como si estuviera maniobrando un plan perfecto en su cabeza.

Eso no es algo que me alegre, por supuesto. Cada vez que Gwen intenta arreglar las cosas con el agente de George siempre termino perjudicada. Como aquella vez, cuando le dije lo de Harry a mi flamante "novio" solo para que se formara una pequeña historia y disolviera cualquier lazo conmigo, pero como era de esperarse, resulto caótico y totalmente vuelto en mi contra. El manager de Geo, Jack, se encargó de solucionar todo entre los dos, aludiendo que no tomaría en cuenta mi pequeña confesión mientras no se la diga al mundo y se convierta en una gran confesión. Luego de eso, entre en depresión.

Mi asistente personal vuelca sus dos ojos hacia mí cuando vuelve de su habitación. Trae el celular en la mano, y algo parecido a una chaqueta de cuero marrón.

—Quiero que utilices esto el resto del día —musita, estirándome la casaca—. Sé que no estarás de acuerdo, pero necesito que hagas esto para calmar las aguas luego de la salida de las fotos. Jack me ha llamado, está enfadado por todo lo que ha sucedido. Por lo de ayer y lo de hace unos días. Yo se lo he explicado, pero al parecer en su cabeza no entra más que oraciones sin sentido.

Aparte de eso, la compañía que maneja  tu imagen pública no está feliz por las fotografías. Quieren que promociones a George y su relación, quieren imágenes suyas juntos; y me están exigiendo que se tomen esto en serio y no lo dejen de lado como si no supusiera una inversión tremenda en sus carreras.

—¿Qué es lo que intentas decir, Gwen?

—Necesito que salgas con George el día de hoy —comunica. Suspira al terminar la oración, y seguramente al ver mi rostro pasmado.

—No quiero salir con George —protesto.

—Esto ya no está en mis manos, Chloe. Son órdenes de más arriba —me explica. Muerde su labio inferior como si dudara en decirme lo siguiente—: Ellos ya saben de Harry.

—¿Qué? —mi cabeza da vueltas como en feria. No puede ser posible, no ahora—. ¿Tú les dijiste, Gwen? ¿Me traicionaste?

Ella se toma el pecho ofendida, y niega.

—¡No, como crees que haría eso! —exclama perturbada—. Ellos se enteraron por Jack, él les dijo que estabas viendo a alguien más aquí aparte de George.

—Me están quitando mi libertad —susurro—. Me están quitando todo.

—No te están obligando a terminar con él, solo quieren que no lo eches a perder nuevamente.

—Es prácticamente lo mismo. Me obligan a salir con George como si fuéramos la pareja perfecta, pero no es así. No creo que lo seamos nunca. Yo... Yo maldigo el día en el que firme ese papel —le digo.

Sé que dije que el firmar ese papel me había traído a conocer a Harry, y que no me arrepentía de haberlo firmado, y es así. No me arrepiento, pero ahora mismo estoy tan enojada con Gwen, con George, con los managers, la agencia, conmigo misma; y con Harry también, por no haber llegado antes a mi vida. Estoy enojada con todos por tener que vivir una vida paralela a la que estoy acostumbrada.