Me desperte desorientado, no sabía lo que estaba pasando y conforme mis sentidos se fueron activando sentí como mi cuerpo dolía, escosia, sentía como si dos camiones enteros hubiesen pasado encima de mi, pero lastimosamente no fueron unos camiones para que acabarán con mi miserable y asquerosa vida.
No entendía porque mi padre no me mataba de una paliza brutal y así se desacia de mi de una vez por todas, pero, no. Era un cobarde, éso era él, un puto violador, maltratador y un hombre que sólo pensaba que a golpes demostraba su hombría, lo odiaba, no podía ocultarlo más, lo odiaba como odias a tus enemigos, y él era mi enemigo, no iba a pensar más en la estúpida escusa barata que mamá había creado con ayuda de su imaginación y de sus enfermizos sentimientos hacia ése monstruo, allí lo supe, mamá jamás me preferiría por encima de él, no importará qué, ella jamás haría nada en su contra.
Y no la culpaba era una víctima más, nosotros lo éramos, unas víctimas y personas trastornadas que no eran muy diferentes él uno del otro.Salí de mi trance, y mi cuerpo ardía mucho más, sentí como las lágrimas bajaban como si de una cascada se tratase. Hice mi mayor esfuerzo y empecé a intentar levantarme de la cama, quería gritar por lo mucho que dolía cada qué movía una de mis extremidades, con mucho esfuerzo lo logré, logré levantarme de la cama, con unos lentos y cuidadosos pasos, intentando no hacer mucho ruido, no quería que me diera otra paliza, pues supuse que debía estar dormido o en la calle, consumiendo sus drogas.
Tome la perilla de mi vieja y mogosa puerta, la cual rechino cuándo la abrí, me maldije internamente y con sumo cuidado acelere mis pasos, dolía el triple, pero, traté de no enfocarme en el dolor, me hiba a enfocar en la meta, pues la meta y la victoria eran más grandes que el dolor.
Agarre mi costilla derecha y me empecé a bajar los escalones sosteniendo me de la dañada y infestada escalera de polillas.
Lo había logrado, había llegado al final pero sentía que pronto mi cuerpo no resistiría mas y ahora agarrando mi cabeza con una mano mientras con la otra sujetaba mi costilla, entre al baño.
Cerré la puerta pues al menos las puertas tenían algo de seguridad.Prendí la luz y allí me mire en el quebrado y sucio espejo, abundantes lágrimas salían de mis cansados verdes ojos, la piel pálida como la de un muerto, los labios resecos, tenía pocos golpes en la cara, uno en mi pómulo derecho y otro en la ceja izquierda, bien podrían pasar desapercibidos con una buena mentira, pero luego bajé la vista, hacía mi cuerpo y con cuidado empecé a alzar la camisa, primero me fije en el abdomen, tenía tres en la barriga estaban rojos, y todavía tenía algunos viejos en un color verde pálido con un toque de morado. Mi visión empeoró por las lágrimas que no daban tregua y salían como cual ladrón por la noche a buscar su desolada víctima.
Mire en mis costillas y tenía uno gigante, ése estaba abierto y tenía mucha sangre seca a sus alrededores y por encima de el mismo, más lágrimas bajaban por mi rostro y mi cabeza daba vueltas como un carrusel, abrí la llave de agua en el lavamanos y puse mi palma de la mano derecha y la empape para pasarla por la herida, cuándo mi mano tuvo contacto con la carne abierta quise quitar pero me mordí la lengua y apreté fuertemente los ojos y mi cuerpo lo que causó más salida de unas gruesas y saladas lágrimas y un dolor aún poco más intenso en mi sistema, seguí tratando de limpiarla cuándo sentía mis piernas tornarse gelatinas. Oh, No! -Pensé- sabía lo siguiente que pasaría conmigo.Luego de haber hecho el mayor esfuerzo para dejar la herida de la costilla limpia y sin la sangre seca a los alrededores, me dispuse a mirar a mis piernas, no tenía muchos más que unos golpecitos pequeños, que también pasarían con una mentira que inventaria de camino a la escuela.
Sentí como algo bajaba por mi abdomen hasta caer al piso y mire y pude ver que eran unas gotitas de sangre que caían alineadas como si de una conspiración se tratase, sabía de dónde venían pero no quise mirar.
Me agarré y sentía como mi mano se humedecía con el líquido carmesí, sentía que pronto cerraría los ojos, pero me agarré fuertemente de la pared y con ayuda de la misma empecé a descender al suelo junto con el dolor, cuando mi culo reposó en el frío y sucio piso.
me permití a mi mismo sacar más lágrimas pero está vez por voluntad propia.
Bajaban una tras otra y se encontraban en el camino de la velocidad que llevaban, me sentía angustiado, dolido, humillado pero sobre todo como una basura humana, no era la primera vez que pensaba así de mi mismo y aunque lo tratará era difícil de evitarlo y dolía joder, no mentiría dolía llegar a tal punto de dolor para que pienses de esta manera sobre ti mismo, la sociedad siempre dice que debes amarte a ti primero sobre otras personas, yo no lo hacía. Yo no me amaba a mi mismo, me odiaba con gran coraje, no podría nunca pensar que una persona como yo podría ser amada.Pensaba una y otra vez: “Por qué yo? Acaso yo merecía todo ésto? Acaso yo había pedido venir al mundo? Acaso yo era el culpable de que mi padre fuera un drogadicto, un hombre inestable y un sin fin de cosas más? Acaso yo era un cobarde y mal hijo por no poder defender a mi madre? Tantas preguntas se plantaron en mi mente pero no quería encontrarles una respuesta, mejor dicho; no quería afrontar esa dura respuesta.
Luego que salí de la angustia y la tortura mental pude concertrarme en la física. Ví como se empezaba a formarse un pequeño pero importante charco de sangre y mi mente empezó a nublarse, mis ojos no paraban de llorar y mi alma se sentía más solitaria y desolada que nunca, sabía que nadie vendría en ayuda mía y que tal vez podría ser mi último día en está tierra.
Poco a poco fuí inclinando mi cuerpo adolorido y marcado hacía el piso, cuándo mi cabeza y mis piernas reposaron no sentía nada, me sentía fuera de mi cuerpo, cerré los ojos pero las lágrimas no conocían fronteras y salían, está vez un poco más lento y menos espesas pero más cargadas de tristeza que nunca.
Pensando que este sería mi último miserable día, con un pensamiento me dije a mi mismo: Nada es tú culpa, has sido más que valiente” sentí como mi cuerpo no aguanto más, se sintió inreal, cerré los ojos, sintiendo una paz y allí caí en un profundo y pesado sueño del cuál sólo se vía la oscuridad del dolor.*。*゚+*.✧✯ᴗ✯∘˚˳°。☆✿♡˖
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Nos vemos en un próximo capítulo.ATT: Freckles

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Pain, blood and love
ActionEl dolor se junta con la sangre, la sangre con el amor y así son la historia perfecta. Qué harías si un día sientes qué lo tienes todo, no necesitas nada más pero sólo basta un segundo para qué lo pierdas? Y... En el proceso puede qué te pierdas a t...