19. ¿Alianza?

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Capitulo dedicado a AdriRey_50s  Espero hayas tenido un felíz cumple!!! 🎉🎊✨.

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Si le preguntaban si tenía idea sobre lo que estaba pasando, Nash diría que no tenía la más remota idea. Haber tenido al ángel de la muerte en su mente fue suficiente para dejar sus pensamientos revueltos y convertidos en una mescolanza a la que aún no lograba darle forma del todo. Si a eso le sumaba las cosas que Samael le había ayudado a ver en sus recuerdos, Nash no creía que fuera a reponerse del todo jamás. Y por supuesto que no se podía olvidar de agregarle el hecho de que Lucifer tuvo una especie de perdida de control sobre su oscuridad... sí, había mucho que asimilar.

Por eso estaba haciendo lo mismo que hizo desde que empezó toda esa locura: compartimentar y ocuparse de lo más apremiante primero. Y en ese momento lo más importante era salvar a Azazel, porque solo él podía responder gran parte de las dudas que acosaban su mente.

Ahora bien, salvar a Azazel significaba tomar un enorme riesgo porque quitar las restricciones a Daen podría ser un error terrible y encima cuando solo tenían la palabra de la chica profeta. Miles de cosas podían salir mal. Daen podía escapar y al ser indetectable para otros entes sobrenaturales bien podía ir hasta Belial y guiarlo de vuelta a ellos. Entonces estarían más jodidos de lo que ya estaban en ese momento.

Pero si no se arriesgaban entonces Azazel moría. Y más allá de saber que probablemente era su padre, más allá de todas las dudas que dejaría sin responder, Nash no quería que el caído muriera, porque desde que lo conoció Azie no había hecho más que ser bueno con él y protegerlo. Entonces no merecía que lo dejara morir sin al menos haber hecho lo posible para salvarlo.

Alzó la vista y fijó su mirada en la de Kia Madow.

—¿Estás totalmente segura de que funcionará?

—Sí— ella ni siquiera dudó, ni desvió la vista, ni se mostró nerviosa—. Si hacemos las cosas bien, Azazel tendrá una oportunidad de salvarse. No será una cura inmediata, pero al menos le dará la oportunidad de empezar a sanar.

—Bien, hay que hacerlo— su atención cambió hacia Gabriel—. Quítale las restricciones a Daen.

—No— dijo el arcángel de manera obstinada.

—Gabriel, jodidamente hazlo.

—Hermano— Miguel se puso de pie—. En este momento tenemos pocos aliados de nuestro lado y es difícil saber en quién confíar. No podemos dejar que Azazel muera. Sabes muy bien que no merece que su existencia termine de esta manera.

Gabriel apretó los labios en una fina línea viendo a cada uno de ellos en aquella habitación hasta que sus ojos aterrizaron sobre el moribundo Azazel, entonces su determinación flaqueó, sus hombros se hundieron y al final asintió a regañadientes.

—Si esto es un error, será solo responsabilidad de ustedes — masculló mientras se acercaba a Daen para ponerlo de pie de un tirón—. En cuanto a ti pequeña mierda insidiosa, te juro que si haces algo para traicionarnos te buscaré y no descansaré hasta que pueda acabar con tu existencia. Tienes mi palabra.

Daen rodó sus ojos negros y asintió. Entonces Gabriel chasqueó sus dedos y el demonio quedó libre de sus restricciones. Se estremeció y cerró los ojos con una enorme sonrisa tirando de sus labios disfrutando de la libertad.

—Joder, se siente bien estar libre de nuevo.

—No será por mucho tiempo— dijo Miguel con la tranquilidad y la seriedad que lo caracterizaba —. En cuanto nos des la sangre que necesitamos, volverás a ser restringido.

La Oscuridad Seduce ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora