Rivalidad.

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Tan sólo faltaban 3 minutos para que la clase acabara, pero Satoru estaba tan desesperado para que acabara que miraba con insistencia aquel pequeño reloj dentro del salón que se encontraba justo arriba de la pizarra en la cual el profesor había anotado un par de cosas y explicaba a sus alumnos, claro que él no prestaba atención.

—¡Vamos, vamos!— Susurró mirando con insistencia el reloj, esperando que mágicamente las manecillas obedecieran su orden.

Y justo cuando el profesor estaba por dejarle al grupo tarea la campana sonó, anunciando el fin de clases y dando inicio al fin de semana, sin perder tiempo el albino tomó su mochila y salió corriendo de ahí; quizá como muchos adolescentes el estaba impaciente por un viernes, muchos aprovechaban para salir de fiesta, con amigos, familia o algunos preferían quedarse en casa descansando pero él tenía una cita con aquél rubio un año menor que él, estuvo toda la semana insistiendo en que salieran a una nueva cafetería que habían abierto en la ciudad y quizá porque él fuese muy persuasivo fue que aceptó, aunque él quería creer que fue por su encanto.

—¡Nanamin! —Sonrió sin poder evitarlo al verlo sentado en una de las bancas de la entrada del colegio probablemente esperándolo.

—Basta, te había dicho que no me llamaras así. —Comentó en un susurro bastante avergonzado.

—Lo siento, fue la emoción del momento. Bueno, ¿nos vamos?

—¡Nanami!

—Oh, no.—Maldijo al reconocer esa voz.

Una chica un poco más bajita que ambos, de cabellos azules y de unos ojos preciosos de diferente color el uno del otro se hizo presente abalanzándose sobre el rubio al cual abrazo con fuerza y dio un par de besos en su rostro.

—Eres, cruel Kento, no me esperaste para irnos juntos.—Habló con cierta melosidad para finalmente hacer un puchero.

—Lo siento, Mahito, pero había quedado con Satoru al final de clases.

Fue en entonces que la chica miró en dirección del albino, para terminar por barrerlo con la mirada. ¿Cómo unos ojos tan bonitos de color azul y gris podían ser tan desagradables?

—No te había visto, hola. -Soltó con seriedad, antes de volver a mirar al rubio.—Pero tú ya habías quedado conmigo de ir de compras.

Y volvía a usar ese tono tan meloso al hablar con Kento, usando una excusa para poder deshacerse de él.

—Es verdad, lo había olvidado. Bueno, ¿qué tal si vamos los tres juntos?

—¡Ni de chiste! —Comentaron ambos al unísono.

...

Sin saber como Mahito y Satoru terminaron aceptando ir en compañía del otro, pese a que las intenciones de ambos jóvenes era pasar tiempo a solas con el rubio. La chica por su parte aprovecharía la salida para sabotear al albino, provocando situaciones accidentales como dejarlo atrás, perderlo entre los pasillos e infinidad de locales del centro.

—¿Dónde está Satoru? —Preguntó preocupado al notar que este ya no se encontraba con ellos.

—Quizá se sintió mal y se fue.—Se encogió de hombros, restándole importancia.- Pero dime, ¿cuál se me ve mejor, el rosa o el negro?

—Con cualquiera de los dos te ves igual de horrible.

Claro que Gojo era más astuto y siempre terminaba por encontrarlos, pero por supuesto que él no se quedaría atrás y le dejaría en claro a la menor que Nanami era sólo suyo.

—¿Podrías soltarlo un momento?-Habló hastiada al ver como el albino no dejaba de abrazar a Nanami y no permitía que se le acercara ni un poco.

—Mejor termina de hacer tus compras, nos estamos retrasando, ¿verdad, Nanamin?.—Inquirió recargando su mentón en uno de los hombros del menor.

—Ah...—Titubeó ante la cercanía del otro.— ¿A qué hora cierra la cafetería?

—Hm, hasta las 10pm.  

...

Pasaron a un par de tiendas más antes de ir la cafetería, pero no era una cafetería cualquiera, no, en esta habían gatos y se podía convivir con dichos animalitos. El ojiazul sabía que al blondo le encantaban esos pequeños felinos.

—¿Una gato cafetería?

—Sí, ¿qué tiene de malo, princesita?.- Soltó con ironía.

—Soy alérgica...

Los dioses estaban a su favor, podría jurarlo, no iba a gritar victoria aún pero esperaba que la chica se fuera de una vez.

—Lo siento, Gojo, pero busquemos otro lugar.-Suspiró decepcionado.

—No, entren los dos yo me voy.

Debe ser una broma, no había otra opción para que la peliazul aceptara por irse, juraría que ella era más posesiva que él y por eso la consideraba una fuerte rival.

Mahito se despidió de ambos, pero no sin antes advertirle al más alto que no se iba a dar por vencida, Nanami sería su novio y él no podría separarlos. Le pareció divertido pero aceptó la batalla con una sonrisa. 


~Admito que no fue de mis favoritos, pero no quería tardarme y atrasarme más de lo que ya estoy con la semana y aparte tengo que seguir editando y corrigiendo el resto de capítulos, espero que lo disfruten.

Tome la inspiración de Mahito mujer de un corto de jujutsu en el anime.~ 

NanaGo Week Julio 2022.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora