En los días nublados me acuerdo de vos.
Sí, de vos.
Me recuerdan a cómo las dudas me carcomían cada vez que me ignorabas. ¿Estarás enojado conmigo? ¿Habré hecho algo mal? No lo sé, porque no siempre llueve en los días nublados.
Pero una cosa sé, y es que en los días nublados me acuerdo de vos. Y sin darme cuenta, sonrío ante tu recuerdo.