Te encuentro en cada melodía que escucho, porque solía dedicarte en secreto mis canciones favoritas.
Tu aura musical siempre estuvo presente en mí, por lo que cada verso te lo dedico. No importa que canción sea, las letras bonitas son para vos.
Aún así dejaste que me marchara, y me llevé una parte tuya, la parte musical. Porque no importa que tanto me esfuerce por no pensarte, la palabra en sí significa tu nombre.
Por eso, cada que salgo y escucho un mínimo sonido, siento envidia por los sordos.