Extraño dormir sin pensarte.
En el momento en que cierro los ojos apareces frente a mi, y se me escapa el sueño.
La forma en que reías, en cómo tus ojos brillaban al verme. Tus chistes que me levantaban el ánimo y tus repentinos besos.
Por más que trate no puedo no pensarte, aunque me de vuelta y me hunda en mil frazadas seguís ahí, frente a mí, haciéndome feliz.
Pero son sólo recuerdos, pues tus ojos perdieron su brillo ante mi presencia.
Sólo puedo llorar hasta sentirme exhausta y dormir profundamente, con un sueño totalmente en negro, ya que tampoco me permito soñarte.
4:44 a.m.
Te sigo pensando.
Te sigo extrañando.