Llegó la noche
al mundo donde nunca fue día.
Las sombras se ceñían
sobre la vida.
Los lobos aullaban a la luna entera
que bailaba en astucia
ante las estrellas y la Tierra.
Las sombras acechaban bajo
las órdenes de la muerte,
las almas gritaban desesperadas
entre barrotes atrapadas.
Se sacudió el viento,
entre gritos de sangre llenos
y las guadañas dejaron ver
que la realidad no es en lo único
que se puede creer.
Corrían despavoridos, los hombres,
seguían el agua hacia el río.
La oscuridad les perseguía,
su soledad no les protegía.
Se vieron muertos, cara a cara ante el peligro:
con un escudo que era un espejo.
ESTÁS LEYENDO
Memorias de la Noche
PoesiaSi me muero que sea sobre el viento, si me muero, que sea perfecto y bello. No amaré sin haber muerto y no moriré sin haber amado. Yo solo vivo cuando escribo pero estos poemas son un castigo.