deseo ☽ hanknow

wanna be yours ☽ 1/2

Su mente divagaba entre los recuerdos de la noche anterior justamente la escena de su profesor suplente de espaldas en las duchas del colegio mostrando sus músculos bien marcados, sin mencionar sus abdominales que se hicieron notar en cuánto el mayor había dirigido su cuerpo hacia enfrente caminando hasta la salida en dónde se encontró al sonrojado Lee viéndolo con ojos brillosos. Él le había dado una sonrisa ladina que por poco le hizo perder el equilibrio. Suspiró cómo un idiota enamorado con su mejilla sobre el dorso de su mano, el sentimiento de amor apoderándose de la realidad hasta tal punto de hacer sus oídos sordos.

Un golpe sobre su escritorio lo hizo saltar del susto.

—¿Durmió bien, joven Lee? - cuestionó el dueño de sus fantasías. -

—Eh ... si, disculpe sólo estoy un poco distraído hoy. No volverá a repetirse, profesor Han.

Tras el sonido que emitió de aprobación se dirigió a su escritorio comenzando con el aburrido trabajo que había aceptado por obligación hace un par de semanas, seis aproximadamente. Pero aquello se recompensaría con su nuevo objetivo el cual había estado queriendo llevar a cabo desde los primeros días que supo de la existencia de su fiel alumno, Lee Minho. Si bien podía sonar estúpido y poco profesional, estaba seguro que no habría problemas legales en cuando a términos de edades se refería y mucho menos habría en consentimiento; él sabía muy bien la forma en la que su chico de bonitos ojos gatunos lo miraba.

Con el tiempo las pequeñas interacciones que tenía de vez en cuando con él lo hacían darse cuenta de cuánto deseaba compartir su tiempo con él, visitar lugares entretenidos, conocer más sobre su vida o gustos personales entre muchas otras cosas más. Sin dejar de lado ese deseo persistente de corromper su inocente rostro y probablemente virgen culo. Deseaba ver sus lindos pómulos con lágrimas causadas por el placer que sólo él podría darle, deseaba escuchar esa dulce voz gimiendo su nombre o llamándolo por "papi" tal cual cómo se proyectaba en sus fantasías con el peli morado.

Joder, debía controlar sus hormonas si no quería dar clase frente a treinta y ocho alumnos con su pene saludando cuándo tuviera que levantarse.

Dejó salir aire de sus pulmones a través de un suspiro frustrado y acomodó su traje para levantarse a entregar los recientes exámenes que había aplicado el día anterior a cada uno.

Se sorprendió en cuanto le tocó calificar el de su querido Minho puesto a que por séptima vez había sacado una de las notas más bajas entre sus demás compañeros. Claro que aquello le preocupó a su profesor suplente y justamente por eso se encargaría de hablar con él al finalizar su clase; por ahora no dijo nada y sólo dejó la hoja sobre su pupitre yéndose a la pizarra no sin antes darle una rápida mirada por el rabillo del ojo al menor.

“Mierda, no hagas eso Lee” habló su voz mental al verlo formar un triste e inconsciente puchero con sus labios haciendo sentir culpable a Han, pero debía mantenerse firme así que se aguantó las ansias por acariciar su rostro y continuó su clase explicando sobre el siguiente proyecto que se supone deben entregar la próxima semana.

—Genial, eso es todo salgan en orden muchachos.

Despidió guardando los materiales que utilizó en su estuche de cuero hasta que vió a Minho en un intento por salir y lo tomó de la muñeca sin moverlo de su lugar. Sonrió y Minho parpadeó repetidas veces notándose nervioso por el tacto.

—¿Qué sucede profesor Han? - su voz sonó un poco temblorosa y se recriminó a sí mismo por eso. -

—Ven por favor, quisiera hablar contigo.

Lee pasó saliva y sin tener la opción ni las ganas de protestar le siguió el paso al castaño hasta quedar frente a su escritorio con la mirada sobre el suelo al sentirse incapaz de hacer contacto visual con su mayor. Jisung extendió su mano hacia su rostro.