58. MÁS ALLÁ

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El pequeño príncipe creció y nunca volvió a ser el joven risueño, inmaduro y alegre que una vez fue.

Los años lo convirtieron en un muchacho delgado y alto, de cabello muy largo y liso, expresión seria, mirada vacía y personalidad taciturna.

A menudo solías encontrarlo perdido en sus pensamientos  como antes solía hacer, sin embargo, su rostro ya no mostraba la misma sonrisa aniñada y despreocupada.

El pasado no pudo ser cambiado y sus ojos no pudieron olvidar lo que vieron fura de los muros, un espíritu frágil y sensible como el de Galia nunca estuvo preparado para enfrentarse al cruel mundo que lo rodeaba, así fue como su corazón obtuvo una cicatriz irreparable.

En algún momento la desesperación le hizo creer que matar a su padre solucionaría su crisis, pero a pesar de haber ayudado al reino él  solo logró hundirse  más.

Los recuerdos lo erosionaban poco a poco provocándole pesadillas casi todas las noches, a veces era su padre atormentándole , otras las criaturas mágicas asegurando que era culpable  y algunas simplemente soñaba con un gran agujero negro y oscuridad.

Ella y Hollow le ofrecieron un puesto alto desde el cual podría ayudarles a reinar pero este lo rechazó.

Por suerte o desgracia lo mismo que le arrebató una vez la vida se la devolvió, Galia comenzó a recuperar su ilusión haciendo expediciones al bosque de las bestias.

Descubrir maravillas nuevas y sentir la adrenalina de estar rodeado de fieras era lo único que mantenía a su corazón caliente, a su misma vez sus descubrimientos contribuyeron a muchos campos distintos.

De nuevo su vida tenía un sentido, una misión que marcaba su camino, uno en solitario.

Galia dejó de llamarse príncipe para siempre.

A penas se veía con Ella y Hollow ya que pasaba la mayor parte de su tiempo fuera de los muros, pero seguían en contacto mediante cartas que a duras penas lograban llegar al exterior.

" Galia, te lo suplico, deja de hacer expediciones, es demasiado peligroso. No cargues tu corazón con tanta culpa" 

Así decía una de las cartas enviadas por Ella.

" Una reina tan ocupada como tú debería preocuparse por asuntos más importantes que mis insignificantes expediciones. Me alegra saber que ambos lo estáis haciendo bien, nunca dude de vuestra capacidad, y tranquila, estoy bien. Aunque tú me veas perdido, me estoy encontrando.

Fue la respuesta del joven.

El bosque se volvió rápidamente su hogar, más de una vez aseguro que en la naturaleza era en el único lugar que encontraba calma.

Un día de invierno frío y severo, de esos que congelan los lagos y hacen de los campos una capa de nieve Galia salió de expedición, lo acompañaban unos pocos exploradores y los materiales para sobrevivir un par de semanas a la intemperie. 

Después de aquello el tiempo sin esperar a nadie siguió corriendo pero Galia nunca regresó al reino, algunos creen que debió encontrar algo muy valioso más allá de los límites explorados hasta entonces pero todo apuntaba  a que el joven murió junto a sus compañeros.

Ella y Hollow lamentaron mucho su muerte y en su honor levantaron una estatua donde antes solía estar el sol de 8 puntas, en su lugar colocaron una pequeña fuente llena de flores, el grabado solo decía " Galia" no quisieron poner príncipe ya que sabían que a él no le hubiera gustado.


No todos tienen un final feliz, pero sea donde sea que estuviera Galia seguro  que encontró la paz

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No todos tienen un final feliz, pero sea donde sea que estuviera Galia seguro  que encontró la paz.

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