🥀 4: Obras del destino 🥀

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T/N

En el presente...

—Lo lamento mucho —dijo él —, con su permiso, me retiro...

El caballero dorado se dió la vuelta, dándonos la espalda, mientras yo me quedé allí; llorando. No me salían más que lágrimas.

Anne me consolaba, no podía creer que Camus había muerto, eso no. Sentía mi corazón destrozado, me negaba a aceptarlo.

—Vayamos a casa—ella me ayuda a cargar el carbón. —T/N.

Limpie mis lágrimas. Durante todo el camino, el silencio era reinado entre nosotras, por más que ella intentaba animarme de todas las maneras posibles
... No podía ni siquiera sonreír, sentía que todo estaba derrumbado... Me sentía vacía.

Quisiera a veces retroceder todo... Pero, de nada me hubiese servido pensar en ello, porque... Ea solo el pasado. Y de nada iba a servir.

Tuve que evitar volver a romper en llanto, para no preocupar a Anne, quien me miraba constantemente, y con la mirada preguntándome «¿hay algo que pueda hacer por tí? »

Al llegar ella hace fuego y yo estoy enfrente calentandome. Me abrazaba a mí misma, mientras temblaba... Fue cuando mi vista recayó en la carta que estaba a lado mío.

Decidí abri la Carta.

Querida T/N:

Quiero pedirte una disculpa, por no volver contigo. Por mentirte y por dejarte sola. Realmente, siempre leía tus cartas, cada semana que pasaba, siempre era costumbre que leyera una cada semana. Podía sentir como sí tú misma me estuvieses hablando.

Mi intención fue que me olvides... Más nunca hacerte daño, lo único que quería era que te olvidaras de todo y vinieras una vida normal en Asgard.

Aún podía recordar esa mirada tan esencial tuya con la cual siempre me mirabas, tus ojos violeta siempre emitían una hermosa luz. Siempre que estabas a mi lado, hacías sentir mi corazón más vivo que nunca. Me fue difícil reprimir tantas emociones en todos estos años, los cuales tenía oportunidad de decírtelo, pero... Siempre pensaba que sería egoísta de mi parte. Ya que, siempre tenía en mente que pronto llegaría mi muerte...

Tu cabello rojo, el cual siempre me recordó a una bella Rosa... Una Rosa que vive en Siberia... Una bella Rosa de hielo.

-Camus

La hoja quedó un poco húmeda, mis lágrimas caían de mis ojos. Me dolía el pecho, de una manera horrible, no podía explicar que me dolía el corazón. Y dolía mucho... Después de todo nos gustabamos, pero... No fue nuestro destino estar juntos. Nuevamente las constelaciones hacen su jugada.

Aparte la hoja y llevé mis manos a mi rostro. Sollozaba mientras los recuerdos me invadían. Donde todo era diferente, antes de que los dos se fueran. Ahora... Estoy sola... Sin duda, Surt tenía razón...

Camus ya no va a volver.

Lo peor de todo, fue que el mismo Hyoga lo había matado. ¿Cómo es posible que él mató a su maestro? ¿Por qué le arrebató la vida?

Lo único que podía sentir en ese momento fue, coraje, ira, decepción... Una mezcla de sentimientos negativos que hacían mi boca amarga, un sabor tan horrible. Un fuerte resentimiento comenzó a florecer en mi interior. Dicho resentimiento, no me permitía liberarlo o tranquilizar mi mente, si no era todo lo contrario; crecía con cada segundo que pasaba. Logrando llegar al grado de sentir un profundo odio. Por arrebatarme a una persona muy importante para mí. Una de las únicas que me quedan.

Mi bella rosa de hielo ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora