Suspiró, y se adentró en el estrecho cubiculo alejando la puerta de el sin cerrarla, con cuidado, fué acercandose al cuerpo, lo suficiente como para colocar su mano en la cadera del chico.
-Realmente no sabes cuanto esperé esto.-Dijo el pelinegro con tono calido. Se mantenía sereno, pués intentaba calmarse porque se suponía que solo hablarían, no.. eso ni pensarlo.-¿Que.. hip..pretendes Yoongi?.-Contestó coqueto.
Lo miró con confusión en su mirada, pués pensó que Jimin ya sabía a lo que venían, no creyó que en serio solo hablarían.
¿Acaso yo solo lo malinterpreté? ¿Nunca podremos resolver nuestros problemas? ¿Será que ya no siente nada por mí?
Una quebradiza voz lo trajo devuelta de sus pensamientos.
-Hip..Te odio..-Musitó apenas, recostando su rostro en el hombro ajeno.
Levantó su cabeza lentamente, dejando ver su rostro.
Estaba hecho un desastre, su cabello estaba algo desaliñado, su frente lucía húmeda por el sudor, debe ser los efectos secundarios. Sus ojos.. los párpados a medio caer, hinchados, rojizos con abundantes lágrimas en ellos. Labios carmesí, todos humectados, el chico tenía una costumbre de relamerlos todo el tiempo.
Carajo.!
Fué lo único que pensó al sentir como su polla dió un brinco, ver ese pequeño conjunto de facciones, era lo más fascinante que siempre recordó de su chico.
Inconsientemente tomó del mentón al chico, quién solo lo miraba con ojos adormecidos, casi idos. Lo atrajo tomandolo de la cadera, haciendo que sus cuerpos chocasen, sentía como la calentura le hacía hervir la sangre, no había visto su pene, pero sabía que este estaba erecto, dolía.
-Quiero lamertelas.-Anexó firme con respiración algo agitada, recordó como este chico tenía el poder de hacerle sentir miles de sensaciones con tan solo tenerlo cerca, solo él... solo Jimin.
El menor lo miró confundido.
-¿Lamer? Hip... ¿Lamer qué?.-Dijo mientras sonreía con los labios juntos, y sus ojitos se encontraban formando una media luna.
Rápidamente sintió como una lengua corrió desde su barbilla hasta su ojo, su rostro se tornó casi igual al de sus labios cuando en el interior de su boca sintió una húmeda y calida lengua explorar dentro de esta.
No sabía que estaba pasando, pero se sentía muy cansado físicamente para reaccionar, solo se dejó llevar del chico que lo había lastimado, sin embargo, lo único que no lastimaba eran sus sentimientos aún intactos hacía el, quién estaba haciendo mierda su interior. El beso se volvió algo rudo y desesperado, estaba perdiendo un poco su autocontrol.
Si había algo que sacaba de sus cabales a Suga, era algo lindo y que se encontrara indefenso, sin duda.
Mordiendo y tirando del labio ajeno, cortó el beso bruscamente, por falta de aire, quedando sus miradas encontradas, mezclando sus respiraciones.
-Quiero entrar en tí ahora mismo.-Agregó desesperado, su polla dolía, solo quería tomar ese blanco cuello y ahogarle, hasta hacerlo quebrar en más llanto.
El menor sonrió ladinamente.-Si tanto lo quieres..hip..intenta tomarme.
Ah, él es perfecto.
Su baja risa ronca salió después de un corto silencio entre los dos, agarró fuertemente al chico de los cachetes, haciendo que este hiciera un puchero. Deslizando su dedo por los pequeños caminos dejados por las lágrimas, restregandolas con su pulgar, para parar por último en sus labios, chúpandoselos.
