19 mayo 1970Santiago
Después de todo no había sido tan mala idea el que Antonio se acercara 'discretamente' a las señoritas. Tenía que admitir que aunque arriesgado, había sido una decisión acertada, pues un grupo de cuatro personas recorriendo una ciudad nueva era menos sospechoso.
A ojos de algunos pobladores curiosos tan solo eramos dos parejas en busca de disfrutar de los parajes naturales que la ciudad ofrecía.
Aún cuando los ataques subversivos habían disminuido en gran medida la actividad turística y los pocos viajes hacia la región eran de personas migrando de zonas más peligrosas o regresando por un corto periodo de tiempo a modo de visita, por lo que nuestra presencia no era ninguna amenaza latente.Tal vez se trataba de que estábamos siendo cuidadosos, pero todo estaba marchando según nuestros planes y sin contratiempos, algo que me tranquilizaba sobre manera.
Luego de nuestro primer encuentro decidimos que podríamos colaborar con María y Nataly de manera oficial por lo que avisamos a nuestros superiores. Y si bien ellas tenían otro destino antes de encontrarse con nosotros por el momento se centrarían en Paujil, pues los contactos de su destino inicial no mostraban señales concretas de que fuera seguro el traslado hacia esa zona.
Nuestra rutina de investigación no tenía mucha ciencia, pero al término del día en su residencia o en la nuestra compartíamos testimonios, datos o algún hecho curioso que no habíamos podido hablar al aire libre. Información a puerta cerrada se había vuelto nuestro acuerdo tácito.
****Al término de la primera semana en Paujil ya habíamos recorrido toda la localidad tanto individualmente como en parejas. Hacer turismo de investigación durante el día no estaba resultando tan agotador, pues cuando Antonio y Nataly fingían ser una pareja enamorada la gente bajaba la guardia y eso nos dejaba el camino libre a María y a mí para sutilmente preguntar por algún suceso fuera de lo normal que los preocupara.
-Si siguen jugando a ser novios terminarán creyendoselo, le dije a María mientras escribía en mi agenda lo que ese día había logrado averiguar por mi cuenta.
Ella negó sin disimular una sonrisa pero siguió tecleando con mucha premura.
Estar en silencio con ella no era incómodo, ninguno de los dos sentía la necesidad de llenar el espacio con palabras. Podíamos pasar minutos escuchando su máquina de escribir o el golpeteo de mi lápiz sobre la mesa sin que alguno hiciera un comentario que desencadenara una conversación profunda.-Si no supiera que hace poco acaban de conocerse me creería su treta. retomó mi comentario luego de unos minutos .-Lo siento, se apresuró a hablar, necesitaba terminar mis anotaciones de hoy para que nada se me olvidara.
-Pierde cuidado, termino y revisamos lo que vamos hasta ahora, añadí.- Y con respecto a nuestros amigos concuerdo contigo, ambos están locos, la miré tratando de esbozar una sonrisa.
-No fue tan mala idea permitir que me acompañara, señaló más para ella que para mí.
-¿No eran un equipo? Pregunté de manera curiosa.
-¿La verdad? Dudó ante su repregunta.
-Si quieres contarme, adelante, pero si no, no hay problema, traté de ser condescendiente aunque ya la intriga había crecido en mi.-A estas alturas ya ambos sabemos cosas que nos comprometen así que no veo riesgoso el contarte cómo es que terminé en medio de esta misión.
***
-Disculpa que te lo diga de manera directa, pero ese novio tuyo es realmente un boludo , como vos decís.
-De todo lo que acabo de decir te has quedado con la primera parte. ¿Es enserio? señaló con cierta indignación.
-Lo siento María, pero es que no entiendo como alguien que te ama es capaz de actuar de manera egoísta, señalé siendo consciente de que yo también lo había sido según las palabras de mi ex novia. Y cuando estaba a punto de perderme entre los reproches de mi conciencia, ella prosiguió.
-Yo tampoco lo entiendo, pero ya está, ese no era el punto más importante de mi relato.
-Definitivamente, pero si el inicio de tu lucha por que valoren tu trabajo.
-Exactamente, y fue por eso que lo incluí en mi explicación.
-Aún así, me parece increíble que eligieras venir hasta acá para ser parte de una lucha que aunque no es tuya te preocupa genuinamente.
- Siento una conexión inexplicable con esta tierra dijo encogiéndose de hombros como tratando de restarle importancia a su declaración.***
- ¿ Vienes? me cuestionó al ver que no tenía intención de apurarme en arreglar el desorden sobre mi escritorio.
- Estoy bastante cansado la verdad, pero claro que voy contigo, es decir con ustedes, me corregí inmediatamente, no quería que mal interpretara mis palabras, solo trataba de ser cortés y no dejarla siendo el mal tercio de Antonio y Nataly.
-¿Quieres que te ayude? se ofreció un poco tímida al ver mi torpeza al intentar apurarme.
Asentí e inmediatamente con mucha agilidad recogió algunos papeles que había dejado caer.
-Eres buena en esto, eh, traté de sonar casual.
-Digamos que me gusta el orden, sonrió de manera natural.
Y por un instante me quedé absorto ante lo bonita que se le veía sonriendo de esa manera. Pero del mismo modo como ese pensamiento cruzó por mí mente desapareció sin causar estragos.***
-¿Tenemos que tomarnos de la mano nosotros también? Me susurró al oído arrastrando un poco las vocales por los tragos de guaro que había ingerido.
-Si tú quieres, dije tratando de sonar poco interesado, no quería incomodarla, pero tampoco quería perderla de vista entre el gran grupo de personas que se habían reunido en la plaza.
-Creo que debo dejar de beber de esto, dijo risueña tomándose un gran trago de la botella que llevaba consigo.
-Yo creo que sí, le sonreí, pidiéndole que me entregara el envase con un solo gesto.
-Vale, Santiago, no seas aburrido y toma un poco tu también.
-Si uno de los dos no se mantiene cuerdo, no será productivo tu sacrificio, le recordé acomodando su gorrito de lana que la protegía del frío.
-La próxima va a tocarte a ti ser el ebrio, susurró en mi oído, logrando que se me erizara la piel.
-Yo tengo un poco más de aguante, señalé, pero tampoco creo que sea una buena idea. Yo puedo contigo, pero no estoy seguro que tu conmigo, y eso no quiere decir que te considere débil ni mucho menos pero me conozco y no sería fácil.
-Me gusta tenerte de compañero,dijo sincera y tomó mi brazo entrelazandolo con el de ella.
Le sonreí y asentí. -A mí también me gustas… como aliada añadí.
Si bien ella era la ebria, parecía que a mí también me estaba afectando su estado y efusividad. Realmente había disfrutado pasar el tiempo con ella hasta el punto de no caer en cuenta que solo era una investigación más
-Podemos pasear un poco más entre los puestos, tal parece que el festival no tiene hora de fin. Dijo arrecostandose en mi brazo.
-De todas maneras tenemos algo de información y podríamos ir a descansar, sugerí. Si seguía teniendo este tipo de contacto y conexión con María, podría encariñarme y esa era una de las pocas cosas que no tenía permitidas.
-Ya que a Antonio y Nataly parece que les pinta desaparecerse, nosotros deberíamos disfrutar la algarabía un poco más, me animó.
-Esta bien jefa, dije para molestarla.
- Necesito que me consiga unas arepas y un tinto fingió darme una orden.
Rodé los ojos y me puse frente a ella. Respiré hondo y tratando de no inhalar su aroma me acerqué hasta su oído. -Tampoco se pase.
-Tu culpa, añadió risueña, fingiendo tanto como yo que el magnetismo de nuestra cercanía no existió.
Caminamos improvisando una conversación trivial, mientras la gente se divertía a nuestro alrededor.
Ya cuando logramos alejarnos de la multitud, y al estar en una zona más alta, decidimos solo observar.
-Está demasiado tranquilo para ser... , dijo sin completar la frase.
-No me pinta muy bien este aparente orden, añadí en concordancia con ella,mientras un ráfaga de viento frío nos envolvió logrando que la piel se me erizara y un presentimiento poco agradable se instaurara en mi.
-Santiago, llamó mi atención señalándome con disimulo una de las calles que no habíamos observado con anterioridad.
-Mierda sisé.
-Sabía que algo así podía ocurrir pero no creí que.. Hizo silencio.
Volteé para comprobar que se encontraba calmada, pero el pánico se apoderó de mí al ver a tres encapuchados con armas caminando hacia nosotros...***
Hola, llevaba tiempo sin pasar por acá pero tenía este capitulo en borradores y quise compartirlo ❤️. Espero se encuentren bien.
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Amor sin límite de tiempo
RomanceLa vida es un constante bucle de situaciones, momentos y emociones. Muchas de las cuales no podemos explicar, porque los misterios son precisamente eso y su cualidad más inmediata es el ser indescifrables. ¿Qué pasaría si te dijeran que el alma de...