Capitulo III: Una nueva ciudad

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Me desperté, ya que había dormido todo el viaje y ya habíamos aterrizado, baje mi equipaje de mano y me dirigí a la cinta del equipaje, visualice mi maleta, una mochila de ruedas roja. En el aeropuerto de España me había dicho que los del instituto iban a mandar a alguien a que me llevara a las instalaciones en donde se supone que tenia un lugar para dormir, me imagino que es la misma escuela, mientras pensaba estaba caminando y un señor todo uniformado tenia un cartel en sus manos, "Alice Brower" es lo que decía, me acerque lo salude y le dije que yo era esa tal Alice, de su bolsillo interno del terno, sacó una foto de mi, la miro y me miro

-Sígame, por favor- empezó a caminar y yo detrás de el, nos condujo a un Mercedes clase E W211 negro, para mis gustos era muy elegante yo prefiero los Porche Carrera GT, claro esta si tuviera dinero. Me subía al auto y lo primero que hice fue bajar la ventada ya que eran polarizadas y no me dejaban ver el alrededor (aun que aun no habíamos salido del aeropuerto), cuando salimos parecía una niñita pequeña con la mirada en todas partes, aun que la mayoría del camino eran praderas muy lindas. Cuando entramos a la ciudad, me di cuenta que era hermosa, sus casas tan elegantes y refinadas, sus calles tan limpias y si desorden alguno, era algo hermoso, algo indescriptible. Llegamos al instituto, eran grande y tenia calles privadas solo para entrar a este, me gustaba su extrucctura y su diseño, tan rustico, tan formal, no sé me daba una sensación de tranquilidad que jamas había sentido, el carro se detuvo en un estacionamiento amplio donde se observaban más carros idénticos en el que yo estaba

- Puede bajar - El chófer abrió la puerta y me ofreció su mano

- Gracias - Agarré su mano y me salí del coche

- Sigame - Me soltó mi mano y me condujo hasta un edificio gigante, al entrar lo primero que vi eran pasillos y casilleros. Llegamos a lo que me supongo que era las oficinas

- Espera a la secretaria del directo para que te diga en que habitación vas a estar y para que te den tu horario -

- Gracias por todo -

- De nada, nos vemos luego - Y se si retiró, me senté en unas bancas azules que estaban al frente de un escritorio de vidrio. Espere unos 10 minutos y llegó la secretaria, era una señora ya mayor

- Señorita, ¿Qué se le ofrece? -

- Lo que pasa, es que me trajeron de intercambio y el chófer me tajo aquí en donde me dijo que les pidiera el horario y el número de habitación en la cual voy a estar instalada

- Ah sí, usted debe ser la señorita Brower, si no me equivoco -

- Sí, esa soy yo -

- Tome - me dio una llave con un papel en donde decía "habitación 305-B, horarios es el escritorio de la habitación" - Su edificio esta justo al lado de este, y su habitación esta en el tercer piso -

- Gracias, hasta luego -

- No te preocupes es mi trabajo -

Salí de ese edificio en camino al mío para poder saber si estaré sola o tendré compañeras. Llegue a la habitación escrita en el papel, no fue tan largo el camino pero pase por unas áreas verdes donde se encontraba mucha gente tocando variados instrumentos, no siento encajar aquí, entre a la habitación y ya habían maletas y un caos enorme deje mi mochila en la única cama que no estaba llena de ropa y me senté a escuchar música mirando la ventana, la vista era hermosa se veía todo el campus con la iluminación de atardecer así que decidí tomarle una foto para enviárselo a Elisa y Sophia. Cuando estaba apunto de enviárselos, entraron dos chicas que tenían facciones en la cara identicos

- Pero no esta -

- ¿Como qué no estas? Si yo lo guarde en tu mochila, lo puse ahí -

- Pues desapareció mágicamente o ¿qué? -

Una Sonata de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora