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En la actualidad.
En este punto, el pobre Nash se había metido en un gran problema sin saberlo... Ahora se encontraba en el baúl de un auto con una bolsa sobre la cabeza y completamente amarrado, pero la sorpresa que se llevaría superaría absolutamente todo problema.
El auto se detuvo de repente, Nash fue bajado y posteriormente sentado en una vieja silla en la cual amarraron sus manos en el espaldar y sus piernas en las patas de la misma, aquella capucha que cubría su rostro fue retirada para encontrarse con un hombre vestido de traje y un pasamontañas negro que solo dejaba ver sus ojos.
-Hey, galán ¿no crees que está mal andar de curioso? Después de todo, la curiosidad mato al gato.- dijo el hombre.
-¿Tu crees que le tengo miedo a morir? Además, si mi muerte es complementaria en la verdad respecto a lo sucedido con Aurora, no sería tan mala después de todo.- contestó Nash.
-Ten cuidado con lo que deseas pequeño imbécil. Ahora, vas a decirme "Tort", tu nuevo Dios.
-¿Mi nuevo Dios? ni siquiera creo en el que impone la iglesia, no creo en dioses, solo en personas cobardes carentes de afecto que buscan ser alguien que no son para lograr sentirse amados. ¿No es así Tort?
Justo ese comentario hizo enfadar al hombre, quien lleno de ira, apretó su puño y se acercó despacio a Nash, quién sólo se limitó a mirarlo fijamente casi desafiandolo.
-MANUEL.- Se escuchó una voz proveniente de un rincón de aquél lugar, haciendo que el hombre se detuviera, diera dos pasos atrás y quitara su pasamontañas.
-Cualquier cosa que le pase a este idiota, es totalmente merecido.- dijo Manuel señalando a Nash.
-Manuel, sé un buen chico y tráeme una hoja, enviaremos un mensaje.- Ordenó la persona mientras salía de la oscuridad que lo envolvía.
Era un hombre de metro y medio, robusto, de ojos azules y una particular forma de hablar, arrastraba las palabras y carecía de toda emoción, era un rostro difícil de olvidar. El hombre se acercó a Nash y viendo cómo Manuel se dirigía al auto para conseguir algo de papel, comenzó a hablar.
-Disculpa a mi hermano, es algo temperamental.
-Pues que linda familia tienes - Contestó Nash.
El silencio se apoderó del lugar, la penumbra que los rodeaba parecía hacerse más grande y la tensión era más que palpable pero Nash no dejaba de ver fijamente a su agresor.
-Nash. Así te llamas ¿no?- Dijo el hombre.
-Señor Nash para tí.- Respondió.
-Justamente como dijo ella que serías, un completo imbécil, no entiendo que vio ella... - Mencionó el hombre acercándose despacio a él, siendo cortado por Tort quién estiraba sus manos para entregarle un trozo de papel y un bolígrafo.
El hombre recibió ambos objetos y se limitó a escribir en el papel, acto seguido dejó que este cayera sobre las piernas de Nash, éste aún seguía mirándolo fijamente.
-¿Y ahora?- Cuestionó Nash.
-Ahora, hacemos que nuestro mensaje llegue a dónde debe llegar.- Dijo el hombre alejándose despacio perdiéndose entre las sombras del lugar.
Nash miró a Tort, y el individuo levantó su camisa para dejar ver un revólver colt cobra calibre 38 el cual empuñó y movió en dirección de Nash poniendo la punta de aquel cañón sobre su frente.
El sonido de un disparo irrumpió la quietud que abarcaba el lugar a la vez el fuerte sonido de un cuerpo golpeando el suelo se abría paso entre la bruma levantando una leve nube de polvo.
