Capítulo 5

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9 de febrero de 2021
Madrid, España

— No me puedo creer que te encontraste con Mr. Europeo — dijo Samantha asombrada.

Ángela negó. La muy sinvergüenza estaba en su trabajo y estaba en medio de una videollamada con ella, a veces era difícil coincidir por sus horarios pero hacían lo posible para mantener el contacto. Inclusive si eso era llamar en horas de trabajo.

— Si, espero y no me traiga más problemas con Julio.

Samantha suspiró rozando los ojos.

— El problema entre ustedes es ese pendejo — respondió en tono agrio — Perdóname pero es lo que pienso de tu novio.

— Sabes que quiere que renuncie al trabajo — le confesó de golpe — dice que conoceré a muchos pilotos guapos y no quiere perderme...

Samantha soltó una carcajada.

— Ohh, pobrecito... créeme que nunca te tuvo — soltó mirándome a través de la cama — nunca olvidaste a Carlos, menos después de aquella noche y no intentes mentirme, te convenciste que con Julio podías olvidarlo, y funcionó mientras no supiste nada del español...

Ángela se quedó callada. Era verdad. Había conocido a Julio en una fiesta de una de las empresas donde trabajo en España. Siempre había sido muy galante y atento con ella, quizá y eso fue lo que hizo que ella se diera una oportunidad, claro que las cosas no fueron color de rosa, no habían los mismos sentimientos que tenía con Carlos. Eso fue enfriando por completo su relación hasta volverse lo que es ahora.

— No, nunca lo olvide y ahora que lo reencontré... quiero hacerme la tonta porque se que si me tira la onda otra vez... — las palabras se quedaron en el aire.

— Carlos Sainz siempre ha sido y será tu debilidad.

Ángela frunció el ceño cuando vio a pasar a varios trabajadores del hotel donde Samantha trabajaba. Parecían atareados.

— ¿No tienes que estar trabajando? — preguntó confundida.

— Debería, pero aquí estoy, intentando hacerte entrar en razón, Mia Colucci decía que era difícil ser ella, pero créeme que es más difícil ser yo, cuando intentó aconsejarlas a miles de kilómetros de distancia — se justificó, haciendo que Ángela riera un poco — se que me odiarás por lo que te dire, pero si tú no le hubieras dicho a Carlos que no crees en relaciones a distancia, ahorita estuvieras cumpliendo dos lindos años de relación, el chico te quería enserio.

— Tenía miedo... y se que no es una excusa pero...

— Lo sigues teniendo — corrigió Samantha — ¿que pasara si Carlos insiste en una oportunidad? Siento que su historia no se terminó hace dos años...

Ángela se encogió de hombros. Abría la boca para decir algo pero nada salía.

— Pienso que debes aclararte y tomar una decisión sobre tu relación — aconsejo Samantha — por muy mal que me caiga Julio, no merece algo a medias, nadie lo merece, Angie-booh.

Ángela asintió. Tenía mucha razón.

— No se merece que lo lastime, será lo que sea pero... me hizo feliz un tiempo.

— Igual que tú no mereces sentir a medias.

Se escucharon unas voces que hablaban a Samantha, había llegado la hora de colgar.

— Me tengo que ir, cariño, estoy a una llamada de distancia, recuérdalo siempre.

Ángela sonrió y le envió un beso por la videollamada.

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