Déjame abrazarte

Prólogo

Mara

Llevaba dando vueltas en la cama hacía como una hora y media. El colchón, como también los muebles, era el mismo de siempre. Pero el sitio era muy diferente. Diferente y lejos de todo lo que me importaba.

Al menos toda esa mierda tenía algo positivo: estaba lejos de él. Y creo que eso era lo único que me podía ayudar un poco en esos momentos.

Ahora entendía el dolor del que todo el mundo hablaba y del que yo creía que todos exageraban.

Ahora conocía el dolor que podía causar el amor. Sentir como pierdes a una persona que lo ha sido todo para ti y darte cuenta de que no le importabas tanto como él decía. Ese tipo de dolor era el que me estaba matando en esos momentos.

Había sido mi primer amor de verdad, el primero en todo. Y de un día para otro decidió tirarlo todo por la borda. Me di cuenta de que todo lo que me había dicho y prometido era una gran mentira para conseguir lo que quería y encima lo terminó de la peor manera posible.

El amor no es precioso porque no existe.

El amor es una mierda.