Capítulo 31: Te extrañé.

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Sábado.

Tails se había levantado extremadamente temprano ese día.

¿Por qué? Porque finalmente los días de suspensión de Sonic habían culminado y hoy volvería a verlo, ya que a partir del lunes, ninguno de los dos asistiría a la escuela porque era la última semana, y esta se usaba para quienes debían trabajos o exámenes.

Así que acordaron verse en el gimnasio, ya que la escuela estaba abierta para que los estudiantes continuaran con los preparativos para la celebración, que sería, ese mismo día.

Estaba emocionado, pero también jodidamente nervioso. Ahora que había confirmado y reafirmado que estaba enamorado de Sonic gracias a su conversación con Zooey, sus días estaban contados para contarle la verdad.

Mientras pensaba en todo eso, se encontraba comiendo su desayuno, que consistía en unos panqueques y una taza de café que él mismo preparó.

Hasta que, de pronto, su padre entró en la cocina.

—¿Hijo?— Preguntó Amadeus, con voz somnolienta —¿Qué haces despierto tan temprano un sábado?

Y Tails se quedó procesando la situación. Estaba tan emocionado con la idea de volver a ver a Sonic que olvidó por completo avisarle a sus padres que saldría temprano.

—¡P-Papá! Lo siento mucho, olvidé avisar que hoy iré a la escuela a seguir ayudando con los preparativos para la fiesta.

—¿Fiesta?— Cuestionó mientras se preparaba un café.

—Hoy en la noche habrá una fiesta en la escuela, es una tradición de fin de año.— Explicó, y entonces, se dio cuenta de que tampoco habló de eso con sus padres, pero esta era la oportunidad perfecta —Sí me dejarán ir, ¿verdad?

—Claro, hijo.— Dijo, dándole un sorbo a su café —Siempre y cuando no llegues muy tarde a casa y no te metas en problemas.

—Gracias, papá.— Tails se levantó de la mesa y dejó todo lo que había utilizado en la fregadora. Al salir de la cocina, lo primero que vio fue el reloj en la pared de la sala —¡Ah, debo irme!— Exclamó, corriendo a buscar su mochila y colocándosela a la espalda —¡Adiós!

—¡Que te vaya bien!

Prower salió de su hogar y, tras asegurar la puerta con seguro, se dio la vuelta... Y lo vio.

Detrás de la reja, lo vio apoyado contra el tronco de un árbol, con la camisa fuera del pantalón como era usual, esas púas azules desordenadas y esos atrapantes ojos color esmeralda mirándole.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de ambos al encontrar sus miradas.

—Tails.— Saludó con una mano, mientras que la otra permanecía detrás de su espalda.

El menor se estremeció al oír su nombre siendo pronunciado por esa voz.

—¡Sonic!

Corrió con emoción hasta la reja y, ni bien logró abrirla, fue corriendo directo a los brazos de su mejor amigo, quien lo recibió con un cálido abrazo y lo elevó por los aires, dando vueltas mientras ambos reían, felices de verse después de tres días estando alejados uno del otro.

—Me da gusto volver a verte.— Dijo el vulpino en cuanto el otro lo bajó.

—A mí también. ¡Andando!

Luego de asegurar la reja, ambos comenzaron a caminar lado a lado. Sonic mantenía las manos detrás de su espalda, lo que le pareció curioso a Tails.

—Y... ¿Qué estuviste haciendo estos días?— Cuestionó el menor.

I Love You AnywayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora