📖CIENTO TRES📖

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Terror. Solo esa palabra describía lo que sentía mientras recitaba esas palabras que me costarían la vida:

-Desde el día que llegaste con el equipo de maniobras... - confesé bajando gradualmente la voz hasta que ni acercándose podrían escuchar palabra alguna.

Temeroso de la reacción de Levi había mantenido la cabeza gacha durante este breve interrogatorio, pero ahora mi curiosidad era más que mi miedo, lo que me llevó a, valientemente, alzar la mirada y contarme con la de mi padre: el ceño fruncido, sus ojos desorbitados, la mandíbula tensa y sus labios ligeramente separados dejando ver como apretaba los dientes en un intento por no gritar.

-¿Quieres decir... - dijo entre dientes. - que... haz estado leyendo este libro... por mas de 2 meses y que además... nos estuviste mintiendo todo este tiempo?... - ni siquiera era capaz de terminar una pregunta, su poca serenidad se agotaria en...- ¡¿PERO QUE DEMONIOS TE PASA, KAI?!

Di un brinco por la brutalidad de su grito, retricedi un paso.

-¡LEVI! - grito Ami al instante.

-¡¿CREES QUE ESTO FUE UNA ESTÚPIDA HISTORIA MÁS DE FICCIÓN?! - siguió gritando desde detrás de su escritorio ignorando a mi madre. -¡¿CREES QUE ESTO ES ALGO QUE PUEDAS LEER A TU EDAD?! ¡¿TIENES IDEA DE TODO EL DAÑO QUE PUDISTE HACERTE?! Y LO PEOR DE TODO, NOS MENTISTE, NOS LO PONÍAS EN NUESTRA CARA Y TE ENORGULLECIAS DE QUE NO SUPIÉRAMOS NADA, ¿NO ES ASÍ?

-Yo no... - intente decir pese al nudo en mi garganta.

Pará hacerme callar, tomó el diario y lo arrojó a pocos centímetros de mi. Trague saliva, sentía la cara caliente.

-¡LEVI, DETENTE! - insistió mi madre planteándose delante mío.

-¡¿QUÉ ME DETENGA?! ¡¿POR QUÉ LO HARÍA?! FUI YO EL QUE CONFÍO EN ÉL, FUI YO EL QUE SE ESTABA ESFORZANDO POR SER UN BUEN PADRE, ¿PERO COMO ME AGRADECE? - ahora abandonaba su sitio y se acercaba peligrosamente a nosotros - DIME QUE A TI TAMPOCO TE MOLESTA QUE NOS ENGAÑARA, NO JUSTAMENTE TUVIMOS QUE SOPORTAR SU COMPORTAMIENTO POR UNA ESTÚPIDA MENTIRA PIADOSA Y AHORA ÉL VIENE Y HACE LO MISMO, ¿CÓMO...?

-¡¿PUES QUE ESPERABAS?! - le interrumpió Ami. - SI ESO ES LO UNICO QUE LE HEMOS ENSEÑADO A HACER. ACASO NO LLEVAMOS TODA UNA VIDA MINTIENDOLE, ¿QUIÉNES SOMOS NOSOTROS PARA RECLAMARLE LO QUE HIZO?

Ami lloraba, yo lloraba, pero ni un sollozo salía de ninguno, los gritos eran más fuertes que eso.

-NOSOTROS SOMOS SUS PADRES Y YA TE LO DIJE, ¿NO ESTÁBAMOS INTENTANDO HACER LO MEJOR PARA ÉL? ¿NO ESTÁBAMOS INTENTANDO SER MÁS ABIERTOS? ¿CÓMO SEGUIR SIÉNDOLO SI NO CONFIAMOS EN NUESTRO PROPIO HIJO?

Eso último. Ese último comentario me desarmo. Lo había arruinado, no sólo eso, había matado toda esperanza de una buena relación con mi padre y quizá, hasta había arruinado a mi familia. Me deje caer de rodillas mientras todo mi cuerpo temblaba de miedo y tristeza.

-NO HABLES POR MI, LEVI. EL UNICO QUE NO CONFÍA EN SU FAMILIA ERES TÚ. - negó rotundamente Ami. - TU ERES EL ÚNICO QUE NUNCA CONFÍO EN NADIE, NO CREÍAS NI EN FARLAN, NO CREIAS EN ISOBEL, NO CREIAS EN MIS PADRES NI MI ABUELA, ¿DÓNDE ESTAN AHORA POR ESA DESCONFIANZA? TODOS ESTÁN MUERTOS. ¿QUIERES ESE MISMO FINAL PARA TU PROPIO HIJO?

-POR SUPUESTO QUE NO QUIERO ESO PARA KAI, ¿CREES QUE YO QUERÍA VIVIR TODAS ESAS MUERTES? ¿CREES QUE ERES LA ÚNICA QUE LAS SUFRIÓ? CON UN DEMONIO, AMI, ¿CÓMO PUEDES RECLAMARME ALGO COMO ESO? ¿CÓMO PUEDES COMPARARLO SI QUIERA? NO ES LO MISMO Y NUNCA LO SERÁ.

-¿QUÉ NO ES LO MISMO? DIME ENTONCES PORQUE MI HIJO TUVO QUE RECURRIR A ESCONDER ESE DIARIO O A METERSE EN PROBLEMAS EN UN MUSEO Y EL COLEGIO, DIME QUE FUE LO QUE LO ORILLO A ESO- apenas si escuchaba, mi alrededor comenzaba a ensordecerse, pero aún así las palabras se colaban en mis odios. - TODO LO QUE HAZ HECHO Y DECIDIDO HASTA AHORA A LLEVADO A KAI AL MISMO CAMINO QUE A NUESTROS HERMANOS. Y COMO ES ASÍ, NO PUEDO DEJAR DE PENSAR EN QUE ENTONCES ¿POR QUÉ FORMASTE UNA FAMILIA? ¿POR QUÉ ME PEDISTE CASARME CONTIGO? ¿POR QUÉ HACES QUE ME ARREPIENTA TANTO?

Silencio. Había sido demasiado de un solo golpe, lo que había empezado por mí culpa había terminado en un reclamo por cosas pasadas. ¿Cuántas cosas se habían ocultado entre sí mis padres?

-ESTAS LLEVANDO A KAI A LA MUERTE JUSTO COMO LLEVASTE A FARLAN E ISOBEL, ¿ESTAS FELIZ CON ESO? - insistió Ami ante el silencio de mi padre. Levi ahora nos miraba estupefacto, el enojo parecía querer desaparecer, pero eso sería imposible. - ¡RESPONDEME!

-¿PUES QUE QUIERES QUE TE DIGA? - hablo por fin Levi, sonaba titubiante, casi como si también estuviera sufriendo cada palabra. - ME HAZ CULPADO DE TODO, NI SIQUIERA ESCUCHAS NADA DE LO QUE TE DIGO...

-¿POR QUE TE ESCUCHARÍA? ¿TU ESCUCHASTE A TU HIJO? ¿CÓMO PODRÍA ESCUCHARTE SI TU NUNCA ME ESCUCHAS A MÍ? O DIME CUANTAS VECES HABLAMOS DEL TEMA, CUÁNTAS VECES NO ME HICISTE CREER QUE AMBOS ESTÁBAMOS DEL MISMO LADO, ¿Y TODO PARA QUE? - definitivamente los reclamos habían dejado de ser por mi causa, lo que lejos de calmarme, me hizo sentir peor. - TU YA HAZ DECIDIÓ COMO EDUCAR A KAI, PERO ¿SABES UNA COSA? AL CARAJO.

Seguía llorando en el suelo, hasta que los brazos de mi madre me levantaron y me llevaron con ella.

-¿A DÓNDE VAN? - grito Levi a nuestras espaldas.

-ME LARGO CON MI HIJO, QUEDATE CON TU ESTÚPIDO DIARIO, TU DESCONFIANZA Y TU ESTÚPIDA EDUCACIÓN PROTECTORA, ME CANSE, LEVI. - sentenció mi madre. - NI SE TE OCURRA BUSCARNOS, NO QUIERO VOLVER A VERTE.

-NO, AMI ESPERA...

-¡QUE TE COMA UN TITAN, LEVI!

No había titanes, quizá jamás los volvería a haber, pero que alguien con el mismo pasado que mi padre le dijera de ese modo, eso un deseo de muerte tan grave con en aquellas épocas en las que si era posible.

-NO, NO TE PUEDES IR ASI. AMI, ESPERA UN MOMENTO. - no veía nada por estas escondido en el regazo de mi madre, pero estaba seguro de que Levi intentaba detenerla tomándola del brazo o algo parecido.

-NO, LEVI. YA TUVE SUFICIENTE Y KAI TAMBIÉN. HAZ LO QUE QUIERAS CON TU VIDA, PERO NO DEJARÉ QUE ARRUINES A MI HIJO. - senti un jalón. - Y SI, DIGO MI HIJO, PORQUE YA DEMOSTRASTE SER UN COMPLETO FRACASO COMO PADRE, CREO QUE SIEMPRE LO FUISTE, PERO ACABAS DE DEJÁRMELO CLARO...

No escuche más intentos por detenernos, aunque la verdad no estaba seguro de sí, de hecho, nos estábamos yendo. No era consiente de nada más que de las caricias de mi madre en mi cabeza, mientras la abrazaba fuerte y lloraba con ganas. No se si recorrimos la ciudad a pie, si lo hicimos en auto, si íbamos a casa o si...

-¡Ami! ¡Kai! ¿Pero qué paso? - dijo exaltada una voz conocida.

-Hange... - susurro mi mamá antes de dar un paso hacia la castaña y abrazarla para llorar tanto como yo.

Ambos nos aferramos a Hange como si no hubiera un mañana... Quizá no lo habría.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora