Prologo

26 3 1
                                    

Me gustaría decir que la primera vez que nos vimos fue algo mágico y memorable, claro que para mi lo fue, una niña de trece años viendo a un chico lindo, quien poco después se convertiría en uno de sus mayores, si no es que el mayor, interés amoroso.

Ya había pasado un mes de la muerte de mi madre, puedo decir con orgullo que sobrepase ese obstáculo de mi vida mejor de lo que cualquiera esperaba.

Regresando al tema principal:

El día que te vi por primera vez.

Eras compañero de clases de Grace, quien se podría decir es mi mejor amiga, en realidad es mi tía, solo me lleva tres años, me cuida, me siento bien con ella. Puedo ser yo.

Ella, tu y algunos de sus compañeros de clase estaban en el comedor de la casa de mi tía Grace. Quien vivía al a par de mi abuela Lu, como era costumbre, siempre me la pasaba con ella.

Ese día no fui a clases, así que pasé todo el día en pijama y sin bañarme, di vuelta en la esquina que separaba nuestras casas. Mi cabello estaba grasiento y lo mas seguro es que un olor poco agradable desprendiera de mí. Toque la puerta de metal y mi tía Tess abrió, su distinguible cabello corto hasta las orejas se encontraba algo desalineado, se hizo a un lado y me dejo pasar.

Ese día me encontraba feliz, así que pase como si fuera mi casa, casi que lo era. Al pasar la puerta que separaba la sala del comedor mis mejillas se tornaron rojas, un rojo nada discreto.

Te vi, entre todos esos chicos con uniforme, te vi, tus largas pestañas y cejas espesas resaltaban tus ojos, prestabas atención a lo que sea que explicaba uno de los demás chicos con camisa blanca, la misma que hacía resaltar tu piel morena. Y fue en ese momento en el que fui consiente de mi aspecto, con una camisa que era de mi mama, que me llegaba hasta los muslos, un pans azul de ositos que también era de ella.

No recuerdo si saludé o no, me sentí expuesta, y asariada, no por mi apariencia, si no por tu presencia. Así que corrí hacia la habitación.

Y esa fue la primera vez que te vi, después de eso Tía Grace me conto que eras su mejor amigo, y yo le conté lo realmente lindo que me pareciste. 

Como Recuperar Al Amor De Mi Vida Siendo Un Idiota Donde viven las historias. Descúbrelo ahora