III. 🐱

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— Didi... Didi. Tienes que ponerles tus patas. Pero no tanto... si no las aplastaras. ¿Entiendes?

El gatito gruñó. — No me llamo Didi. Me llamo Yibo... 

Haikuan evitó burlarse. — Bien... Señor don gato. No me mate por favor.

— Jum. — Volvió su cola alejándose orgulloso con la cabeza en alto y su mirada afilada.

— Bien.. Yibo. Inténtalo.

— Mn. — Haikuan le dio otra demostración. El menor siempre pensó que era tan cool. Quería ser como el.

Entonces fue sigiloso caminando despacio y en cuanto vio saltó en un solo punto. Intentó ser feroz mientras casaba el animal.

El gatito terminó saltando en el mismo punto y no pudo alcanzar la lagartija. — Ah...

Haikuan sonrió.  No se veía feroz para nada.

— Kuan- Ge! Enséñame! No te rías.

— Bien intentemos de nuevo.

— Yibo para adentro.

— Pero...

Bastó un gruñido de su mamá gata para dejar de renegar. No quería ser cargado de su cuello... El era un gato... No un gatito bebé.

— Tu déjalo de sonsacar.

Cuando Yibo no estaba afuera le gustaba jugar con su mamá. Le mordía el cuello y las patas de manera juguetona hasta que le daba sueño.

***

El carro de Zhan, el que le habían dado sus padres. Le servía para transportarse, pero el día anterior se dañó  y su novia por primera vez en mucho tiempo no lo acompaño al colegio aunque el pelinegro insistió mucho en que podrían caminar juntos. A ella le quedaba a veinte minutos la universidad.

Enojado, tomó el camino de siempre y fue cuando vio el camión gubernamental que acababa con el exceso de animales callejeros. Levantó sus hombros restandole importancia... ese día el pequeño gatito había perseguido una lagartija y no se había dado cuenta que se había distanciado bastante de la casa.

El animalito se veía un poco más grande. Aún no maduro del todo y recordó el camión gubernamental, Zhan sabía que si le llegaban a ver lo más probable era que lo tomarán y lo llevaran para asesinarlo.

— Oye pequeño idiota. — Yibo miró al humano enfurecido por llamarlo de esa manera y quiso saltar encima sin embargo sus movimientos aún eran imprecisos. Sobretodo si Zhan estaba cerca era bastante inconveniente para ver.

Zhan soltó una carcajada y lo levantó de la parte de su lomo. Estirando su piel... — Que revesero eres. Debería dejarte aquí! Para que te lleven. — El animal ajustó sus patas y trató de alcanzar la cara de Zhan... El sonido "feroz" le hizo sonar otra carcajada.

Soltó un suspiro el alfa. — Te guste o no. Te voy a llevar. Después veré si tienes un chip. Aunque siendo tan agresivo, debes ser callejero.

— Bajame! Esclavo! Te lo ordenó. Tengo que ir con mi mamá. — De nuevo intento levantar sus patitas en contra del pelinegro en vano.

Zhan estuvo a punto de soltarlo. 
— Pff. Da igual.

El aroma a vainilla sutil, hizo que involuntariamente. En vez de liberar al gatito apretara el agarre de su cuello.

— ¿Pero...Como?

Cuando Zhan se percató. Estaba metiendo la llave a su casa con él gato en la mano.

— Ay no. Animales no. — Dijo su padre.

— Es temporal. Al tonto lo iban a matar los de control.

— ¿Y entonces lo viniste a torturar tu que hasta aveces olvidas que debes comer?

— Oye...Esclavo! Mas te vale que me des comida.

Yibo miró alrededor... ¿No había más animales? ¿Tenía su propio grupo de esclavos para el solo? 

My Dear Kitty《ZhanYi》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora