08. S

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Todo había sido como un deja vu para Yunho. 

—Yunho— escuchaba demasiado lejos —¡Yunho maldita sea!—pestañeo unas cuantas veces notando la silueta que estaba frente suyo regresándolo a la realidad —¡Que necesitamos un doctor, Yunho!

Sacudió su cabeza para despejar sus pensamientos que no le dejaban centrarse en lo que estaba pasando en el ahora, se puso en la altura que estaba el cuerpo de Jongho y procedió a revisar los signos vitales del menor que seguía sin reaccionar, no había respuesta, ni respiración y los latidos del corazón eran débiles. Tenía que hacer RCP lo más antes posible o quizá para la llegada de los paramédicos sería muy tarde y no quería que fuera eso. 

Miraba el cuerpo tendido en el suelo mientras intentaba reanimarlo, los paramédicos no llegaban y era lo que provocaba que su temor aumentara, su vista se veía nublada debido a las lagrimas de desesperación y miedo de perder a la persona que tanto amaba. No, eso no podía estar pasando. 

Se encontraba en una especie de trance mientras continuaba haciendo RCP a pesar del cansancio de sus brazos, sabía que ya lo había perdido y no había nada más por hacer. Alguien tiro de su cuerpo para hacer que dejara de hacer su labor ya que parecía no querer dejar su labor, pero los paramédicos tenían trabajo por hacer. Aunque fuera muy tarde, el había muerto. 

—La hora de muerte es de 20:30 horas— anunciaba a través de un radio —requerimos a los peritos en la habitación, ya no hay nada más por hacer...

Y eso fue un duro golpe directo a su corazón. Se había quedado solo. 

Wooyoung soltó a San cuando este se lo pidió ya que había notado la presencia de Yunho en aquel lugar y quería hablar con el, verlo, apoyarlo y darle las gracias por todo lo que había hecho por su hermanito y por el. No sabía muy bien como agradecerle, solo sabía que abrazarlo e intentar transmitir todo eso le sería de ayuda, al inicio Yunho quedo confundido por la acciones del menor ya que nunca habían tenido un acercamiento como ese y aún se negaba a recibir ayuda por parte del alto, pero al mirar que el joven empresario le asentía indicándole que estaba bien solamente pudo corresponder al abrazo que brindada el bajito. 

—Muchas gracias, gracias por todo— susurraba entre pequeños sollozos.

—Ey San, todo esta bien— aseguró dándole pequeñas palmaditas en su espalda buscando tranquilizarle —, ahora todo va a estar bien. 

Y Jeong no mentía ya que al catear la casa para encontrar a Jongho habían arrestado a su padre y otros que trabajaban para uno de los narcotraficantes más buscados, a pesar de no haber hallado algo de Black Mamba pudieron dar con el tipo que nunca debió ser padre y tratarlos de aquella forma como lo hacía con los hermanos Choi. Ahora ese viejo iba a quedar tras las rejas por mucho tiempo e iba a pagar por todo lo que le hizo a unos niños, además de pagar por otros cargos. 

Ahora Yunho solo podía darle gracias a ese pequeño angelito que les estaba cuidando desde algún lugar y sin duda esperaba a que en alguna otra vida se pudieran encontrar, volverse a conocer y amarse como no habían podido en aquella. Sí, era algo doloroso pensar en algo así y sobre todo cuando su corazón aún sentía algo por esa persona, por su pequeño Innie.

—¿Qué fue lo que sentiste?— preguntó el pecoso mientras caminaba a una lado del alto. 

—No sentí nada...— comentó para así soltar una pequeña risita al notar la expresión confundida de su amigo —Terminé perdiéndome en mis pensamientos, fue como si estuviera salvando a Jeongin y de solo pensarlo me quede en shock mientras mi cuerpo seguía trabajando— explicó lentamente, intentando comprender el mismo lo que había pasado —, te juró que yo no veía a Jongho quien estaba ahí acostado sino que yo veía a Jeongin cuando le encontré en el suelo aquel día... yo no estaba perdiendo a Jongho, estaba perdiéndolo a el...

—Entonces... ¿Querías salvar a Jongho porque te recordaba a Jeongin? 

—No, nada de eso. Yo cuando vi a Jongho en el hospital por primera vez sentí que el había llegado a salvarme a mi— sonrió inconscientemente —, a pesar de no ser un lindo momento en el que nos conocimos, siento que Jeongin lo a puesto en mi camino para amarle como no pude amarlo a el.

El australiano asintió lentamente de acuerdo a las palabras de su amigo, el pensaba lo mismo ya que era un gran coincidencia lo que había pasado y de solo pensar que Yunho estaba dispuesto a darle ese gran giro a su vida por un chico que apenas conocía y le había salvado la vida, simplemente le daría gracias al cielo, a ese ángel que les veía. 

—¿Dejarás las drogas?

—Ya no las necesito para poder verlo. 

—¿Y cuando piensas ir a verlo? 

—Aún no me siento listo para hacerlo. 

Y era la verdad, no se sentía listo para entrar a la habitación en donde se encontraba Jongho, no sabía cual sería su reaccionar al verlo tendido en una cama del hospital porque sabía que estaba bien y libre de peligro, pero eso no quitaba el hecho de verlo en una cama conectado a varios aparatos. Recuerda lo mucho que le costo pisar el cementerio para ir hasta donde se encontraba Jeongin, no era lo mismo, pero el sentimiento no cambiaba para nada. 

El hecho de pensar que estuvo pasando por algo similar... no, no podía. 

Ni siquiera pudo trabajar esos días, de pensar que la persona que ahora había robado su corazón se encontraba ahí ocupando una habitación... después le visitaría para saber el verdadero estado del menor, quería asegurarse que en verdad estaba bien y que no le habían mentido. 

Aunque tuviera que enfrentarse a una dura realidad. 

Sobredosis [2ho] •Editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora