capitulo 9

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Desde aquel día donde conoció al chico no pudo volver a verlo, sin embargo su terquedad no la permitía moverse de la posada, parecía que en un momento había olvidado completamente a Aether y su objetivo de encontrarlo.

Cada noche subía a dejar tofu de almendras al balcón y observaba por un momento con la esperanza de verlo tan siquiera por un segundo para poderse ir tranquila.

Pero lo que ella no entendía era que el adeptus no comprendía lo que le estaba ocurriendo, ya era suficiente con los sentimientos que había brotado en el aquel chico de trenza rubia, así que la evitaba a toda costa, aún así le gustaba verla por unos instantes mientras dormía.

Después de tres días de pruebas fallidas la chica decidió irse con la cabeza abajo por su derrota.

- hola - dijo subiendo a el balcón - oye yo... Ya me tengo que ir- guardo en silencio atenta a cualquier ruido - solo quería pedirte disculpas si te llegue a asustar o algo por el estilo, ese día algo extraño me pasaba *suspira* te traje más tofu - dejo un plato de la comida sobre un banquito- me dijeron que te gustaba mucho..- y el silencio continuaba - bien adiós - dijo dando un último suspira para voltear se.

- tus ojos también son muy lindos - la de ojos__ volteo instantáneamente notando que el plato de comida ya no estaba pero en su lugar yacia un bello lirio de cristal

Ella se acercó rápido volteando a todos lados, tomo la flor y dio unos pequeños saltitos de emoción, de la misma forma bajo las escaleras, pero fue interrumpida.

- señorita, señorita! - trato de llamar su atención la recepcionista.

- ah? Si digame - se acercó curiosa la de ojos__

- le llegó un paquete- saco una caja de madera y la coloco sobre la barra.

- para..mi?- dijo confundida a lo que la contraria solo acento con la cabeza.

Ella tomó la caja, era larga más que ancha, por cada lado salía un listón que llevaba a un moño rojo colocado en el centro. Salio de la posada y se sentó en una mesa.

Al abrir la caja había una espada de un azul intenso que resplandecia con un mango dorado, abajo de ella había una carta con un sello de cera rojo.

Querida Melody:

Creo que iniciamos con el pie izquierdo, ¿porque no fingimos que nada de eso paso y tratamos de conocernos más?, Espero que cuando acabes con tu misión puedas visitarme de nuevo para tomar una copa de vino y tener una gran cena, con fines amistosos, no quiero que lo malinterpretes.

Te deseo suerte en lo que resta de tu camino.

Diluc Ragnvindr.

La chica no pudo evitar una sonrisa ante la carta, la guardo entre sus cosas y tomo la espada, saco su anterior espada pero, era una espada especial si ya estaba desgastada, pero aquel chico se la había dado con mucho cariño, se sentía algo comprometida con el de orbes verdes.

Guardo su anterior espada en la caja y trato de guardarla entre sus cosas.

- creo que es momento de irme - guardo su nueva espada y partió, mientras que desde el techo de la posada Xiao solo la veía irse

...

...

Cómo era de esperarse anochecio y la chica se había perdido, estaba apunto de rendirse y regresar a la posada, hasta que vio a un chico de cabello azul rondando por ahí.

- en buena hora - comento ella para acercarse a el - hola

El chico se espanto ante la voz de Melody, así que volteo rápidamente

El Tercer ViajeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora