— ¿Un animal? ¿Para que trajiste un animal? Tu no respondes ni por ti.
— Papá. — El animalito miraba a Xiao Zhan. — Sólo será por unos días.
— ¿De dónde dices que lo sacaste?
— Estaba en la calle. Es un pobre animalito abandonado y miserable. — Zhan lo sostenía de su mano pudo sentir los dientes enterándose en su piel.
— Pequeño pedazo de ...
— ¿Cómo es que dices que es buena idea? A ti nisiquiera te gustan los animales. Tu madre es alérgica.
La mujer se acercó y se mordió los labios. — Ni modo que lo tiremos a la calle. — Le hizo gestos absurdos al gatito el cual ya estaba cansado de ser apretujado.
— Muchas gracias a todos ustedes...— Yibo estaba buscando la puerta. Estaba abierta de par en par. — Yo tengo mi propia familia y mi mami me está esperando... Así que...
El gato realmente pensó que recordaría el camino a casa. Sin embargo Zhan lo había llevado lo suficientemente lejos, ya empezaba a preocuparse... Debió haber marcado el camino... Se dispuso a cruzar la puerta. — Bueno... Ahí se ven... —
El meneó su cola respingada y levantó su pata para salir del sitio.
— ¿Qué...?
Zhan lo había levantado y la puerta había sido cerrada de un azoton.
— Lo llevare arriba.
— ¿Qué le darás de comer?
— No se, cualquier cosa.
— Hey! Yo tengo un gusto exquisito! No me puedes dar cualquier cosa.
El gato se sentía molesto. Por lo que al abrir la puerta de la habitación, el sacó sus uñas haciendo que el alfa se irritara.
Zhan lo tomó y lo miró de frente. — Mira tu... Bola de pelos. Te traje aquí para hacerte un favor. Así que compórtate o me olvidaré que eres un gato y te enseñare un par de cosas.
Yibo actuó feroz, al menos esa era la idea que el tenía de feroz...
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El gato Amenazó y Zhan lo soltó solo para dejar de sentir sus uñas. Después le vio que seguía gruñendo y se empezó a reír a carcajadas.
Lo levantó de su lomo y lo sostuvo. — ¿Crees que te tengo miedo?
— Deberías.
Zhan se siguió burlando.
— Humano! Alimentame!
Desde que había llegado a la casa, Zhan no le había ofrecido nada. ¿Qué clase de esclavo era este?
El comenzó a morder los dedos de Zhan de forma desesperante y después le salto encima. — Comida... Alimentame esclavo o enterrare mis uñas... — Lo arañó un par de veces en su brazo.
— Que molesto! Me estoy arrepintiendo de haberte traído.
— Que molesto tu! — Su hermana entró por la puerta. — ¿Ya le diste comida?
— Oh... Comida... No.
— ¿Entonces que esperas? ¿Ves? ¿Para que tener un animal si apenas sobrevives?
— Miau... Que diga correcto. Enseñale a ser esclavo. — Yibo se acercó al torso de la mano de la chica.
— Aww... Es tan lindo.
— Si, lo que sea.
Zhan subió algo de alimento que había conseguido y después se acostó en su cama. Yibo rápidamente se subió a la misma. — ¿Qué crees que estás haciendo? Esta es mi cama!
Como si nadie estuviera hablando, el gato después de impregnar toda la cama, buscó el sitio más cómodo que encontró en ella y se acostó.
— Oye! Te dije que duermes en el piso.
Zhan lo bajó. — Fuera!
Yibo se subió y se acomodó. — Puedes dormir tu en el piso si quieres. Yo necesito descansar mis patitas. — Se lamió y cerró sus ojitos.
Zhan lo bajó de nuevo. — Dije que no.
El se escurrió de sus manos y se acostó de nuevo.
Zhan se golpeó la cara con la mano. Recoger ese animal había sido un error, parecía que le iba a hacer la vida imposible.
