Bad Reputation 悪い評判

Capitulo 14: Borroso

-¡Mierda! No te duermas otra vez- Habló furioso el pelinegro al ver que la chica cerraba los ojos.

La rubia se negó a abrir los ojos.
¿Por qué no terminaba de una vez?¿Porque no lo hizo cuando estaba inconsciente?

-Quiero oírte, pequeña Perra. Quiero que me veas a la cara y jamás olvides lo zorra qué eres- Golpeó con fuerza su rostro.

A pesar de las cachetadas por parte de él, ella sólo apretaba con mas fuerza los párpados.
¿Para qué? Si no se podía mover y él podía hacer lo que quisiera con ella. ¿Para qué quería que lo observara?

La tomó fuertemente del cuello, comenzando a asfixiarla -¡Vamos! ¿Donde está la tipa ruda?-

Abrió los ojos mientras sentía aquella manos en su garganta que le impedían el paso del aire.
Trató de quitarlas, su cuerpo no reaccionaba del todo, pero había podido mover levemente su mano.

-¡Estás despierta!- Sonrió mientras la soltaba.
Nuevamente comenzó a recorrer el cuerpo de la chica, introduciendo sus manos bajo la camiseta y rasgándola.

La rubia continuó con los ojos abiertos. Giró levemente su cuello, observando su mano derecha. Podía moverla, de forma lenta había comenzado a recuperar el control sobre sus extremidades.

El pelinegro recorrió el cuerpo de la chica con su boca y manos, tocando y mordiendo su cuello, hombros y pechos.
Lentamente bajó, deteniéndose frente a la hebilla del cinturón, comenzó a desabrocharla mientras pasaba su lengua por el abdomen y oía los quejidos y sollozos de la rubia.

Sintió las dolorosas mordidas sobre su piel y el metálico ruido de su cinturón.
Lentamente levantó su mano, tratando de alcanzar la lámpara que estaba a un lado de la cama mientras observaba al hombre sobre sus piernas.

Quitó el cinturón. Antes de que pudiera desabrochar los pantalones de la chica, esta le dio un fuerte golpe en la cabeza con la lámpara.

El hombre la tomó de la chaqueta mientras caía aturdido a un lado de la cama.
Rápidamente ella se quitó la prenda bajando de la cama y huyendo hacia el exterior.
Se tropezó cayendo al piso, sus piernas aún no respondían del todo. Aún así, se puso nuevamente de pie y corrió fuera de esa casa.
Golpeó con su hombro la puerta del lugar saliendo de ahí.

Nuevamente cayó al piso, esta vez sobre el largo césped del jardín trasero. Observó a los alrededores, estaba lloviendo bastante fuerte.
Fijó su vista en la reja trasera que estaba rota, a tropezones se levantó corriendo en esa dirección y cruzándola.

Del otro lado, el terreno estaba bastante inclinado, resbaló cayendo a un pequeño riachuelo.
Se incorporó corriendo más de prisa.

...

Se sintió desorientada, tenia control de se cuerpo, sin embargo era incapaz de saber dónde estaba o hacia donde dirigirse.
Tampoco sabía cuánto tiempo llevaba corriendo bajo la lluvia.

Detuvo su paso, caminando lentamente observó los alrededores.
Una persona le habló, no pudo reconocer quien era, solo corrió alejándose de ella.

Ingresó a un pequeño túnel bajó la carretera. Se acomodó en el lugar para protegerse de la lluvia.

Sentía un fuerte dolor de cabeza, sus pensamientos estaban dispersos y borrosos.
Ya casi no recordaba desde donde había huido ni porque sus camiseta estaba rasgada.
Cerró los ojos quedándose dormida.

Izuku golpeó la puerta, nadie contestó.
De una fuerte patada ingresó al lugar, estaba bastante oscuro, las cortinas se encontraban cerradas.
Prendió la linterna de su teléfono iluminando su camino.

Caminó hacia una habitación de donde parecía haber provenido el ruido.

Al abrir la puerta del dormitorio, un gato salió del lugar, un pequeño florero estaba quebrado en el piso, tal parece ese había sido el ruido.

Sus verdes ojos observaron el lugar por última vez antes de salir de ahí.
A un lado de la cama había una lámpara tirada ¿Abría sido el gato también?
Se agachó a recogerla, sin embargo una mancha de sangre llamó su atención.

Suspirando, soltó el objeto y decidió salir de ahí.
Saltó nuevamente la reja delantera de esa casa, dirigiéndose hacia donde estaba la policía.

Al caminar de regreso pudo ver a lo lejos alguien que le parecía conocido.
Era ese chico de cabello negro, el que creyó que era novio de Kacchan.
¿Que hacia ahí? ¿También estaba participando en la búsqueda?

Se acercó a él. Tal vez sabía algo, mientras más personas ayudaran era mejor.
Mientras se acercaba, pudo ver que parecía tener una herida, en su ceja había una mancha de sangre.

Antes de que pudiera hablarle, su teléfono sonó.

Inmediatamente Izuku salió corriendo, la policía la había encontrado. Kacchan iba de camino al hospital.
No le dieron más detalles, solo esperaba que nada grave le hubiera pasado.

Una segadora luz blanca fue lo primero que vió al abrir sus rojos ojos.
Estaba recostada en una camilla, en una blanca habitación de hospital, con algunas vías conectadas a su brazo y sus padres sollozaban a su lado.

No entendía que pasaba. Su familia, doctores e incluso policías le preguntaban dónde había estado o que le había pasado. Pero Katsumi simplemente no lo sabía.
Recuerda haberse ido a su departamento el día viernes, Deku se había retrasado así que la cena con sus padres se canceló, eso es todo.
Aún así, no dejaban de insistir. Tantas preguntas solo hacían que le doliera la cabeza.

Cuando por fin fue dada de alta, sus padres la obligaron a ir a su casa con ellos.
Aunque no permaneció mucho en el lugar, en un par de días se fue a su departamento, debía ir a clases.

Deku no se había separado de ella en ningún momento, desde que salió del hospital hasta que regresó a su departamento.

Al asistir a la U.A. caminaba junto a ella de ida y regreso.
En clases, el Pelos de Mierda casi no se le separaba y la pelirrosa la acompañaba hasta en el baño.

La compañía no era mala. Le había quitado de encima a ese extra que la seguía, pero el pelinegro no se le había acercado desde hace mucho, desde antes de que comenzara su noviazgo con Deku.

La situación la estaba comenzando a molestar, no era una niña, podía hacer las cosas por su cuenta.