CAPÍTULO 1

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Edad de 12 años

Dereck

Detrás de un puto árbol como un lunático, me encuentro observándola. Su belleza va en aumento, sus pechos han crecido, sus labios se han vuelto rojos, su sonrisa sigue siendo deslumbrante, está más alta, aunque para mi es una pequeña lobita... loba.

Aprieto la mandíbula cada vez que recuerdo que es una mujer lobo, la sangre me hierve. Estudie todo acerca de los hombres lobo y cuando iba por la parte de mate, me enoje y destroce el libro haciéndolo arder...

Cuando mi padre lo noto confundido se me acerco en medio de mi rabieta.

—¿Qué haces? —me dice serio colocando una mano en mi hombro.

—Esa porquería dice mentiras —digo enojado.

—De que trataba el libro —me pregunta mi padre viendo el libro hecho cenizas. No le respondo, mi pecho sube y baja agitado —, ¿me dirás?

—Es un libro de hombres lobo —mi padre me toma por los hombros y me gira para que yo lo mire.

—¿Y por qué te interesa tanto un libro de hombres lobo?

—Porque... porque... —me callo y mi padre aprieta mi hombro haciéndome soltar el aire contenido.

—Nunca titubees, nunca te pongas a titubear delante de nadie, eso demuestra debilidad y tu estas hecho para grandes cosas, eres poderoso, más poderoso que cualquier legión y si demuestras debilidad te destituirán de tu poder.

—Porque me gusta una mujer lobo —mi padre me mira con la ceja arqueada y me sonríe.

—Me imagine cualquier cosa —dice sonriendo —, ¿quien es?

—Es la hija de Dante Black —mi padre me miró sorprendido pero sin deshacerse de su seriedad.

—¿Cuánto la quieres? —aprieta mi hombro levemente para apoyarme a hablar.

—Haría cualquier maldita cosa por ella...

—¿Hasta matar a tu propio padre? —me pregunta y mis ojos chocan con los suyos sorprendido.

¿Por qué me hace esas preguntas? Pero mis labios son más rápidos.

—Sí —le respondo rápidamente y me mira sonriendo.

—Entonces si la amas de verdad —suelta mis hombros y coloca una mano en mi espalda para llevarme al balcón de la biblioteca.

De fondo se encuentra mi hermana junto a mi madre sonriendo y jugando. Sonrió al ver la belleza de mi madre, tiene los ojos únicos, de un color morado, ojos que heredo mi hermana. Mi padre me heredó los suyos, rojos, rojos como la sangre viva.

—Ustedes son mi mayor felicidad —mi padre acaricia mi espalda —, una vez mi padre me hizo la misma pregunta cuando me enamoré de ella... demostré que mi amor sobrepasaba los límites matando a mi padre.

Me alejo de mi padre y lo miro sorprendido, su mirada seria me hace tragar fuerte, me había dicho que mi abuelo se había muerto en guerra.

De la nada comienza a reír entre dientes y lo miro confundido, me da una palmada en el hombro y me jalo para abrazarme.

—Era una broma, tú abuelo si murió en guerra, lo qué pasó después de que dijera que sí es que me dio su bendición. Y yo te la daré a ti, hijo.

Me separo de él para verlo a los ojos.

—¿De verdad? —le pregunto anonado.

—Sí, eso de los mates me parece una idiotez con la que juega la diosa luna —coloca una mano en mi cabello y lo alborota —, pero tú, tú amor tiene que ser más grande que ella, si logra encontrar su mate y la amas tanto como profesas... —hace una pausa —, mátalo y vuélvela tu reina.

MI PERVERSO REY DEMONIO [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora