Primera historia. Parte 2

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*Tuvo que pasar un día entero para poder seguir escribiendo, no me desaparecía ese ligero temblor en los dedos cuando intentaba retomar la escritura, aunque al menos puedo decir que esta noche no me toco soñar nada fue una noche tranquila.*

Intente olvidar de una vez eso y comencé a correr al hospital, al llegar pregunte por el chico del auto, solo basto que dijera que era un familiar suyo, ni siquiera intentaron verificar que eso era verdad y me dieron información sobre él —¿Qué clase de seguridad era esa?— de hecho lo hicieron tan rápido, como si tuvieran la información preparada para mí y solo esperaran mi llegada.

Cuando me hicieron saber lo que paso con el chico bueno, no fue algo tan satisfactorio pues el chicho había fallecido, eso sí que me sorprendió, fue como "Wow, en verdad creí que se salvaría" pero no. Me recargue un momento en la pared y dirigí mi mirada hacia el techo, pensaba en de de que sirvió venir hasta aquí, ni siquiera lo conozco, pero hice a un lado esos pensamientos antes de hundirme en ellos y volví a mi casa.

Al llegar, la casa parecía estar sola.

—¿hay alguien?— Pregunte en voz alta para asegurar que no hubiera nadie.

Nadie contesto, pensé que tal vez estarían en casa de mi abuela, su casa es grande y el área donde ella vive por lo general no suele inundarse, decidí ir ahí pero antes tome un baño y me cambie de ropa. Llegue a casa de mi abuela y al igual que en la mía parecía no haber nadie, me quede esperando ya que posiblemente salieron a comprar alimento o algo, además mi abuela tenía cable y pues no me aburriría de esa manera. Pasaron unas horas y no llegaban, ya había oscurecido.

—Tal vez fueron a casa de algún otro familiar.— Murmure para mí mismo mientras miraba la televisión.

Las voces del televisor me despertaron, me había quedado dormido, me puse de pie para ver por la ventana y el sol ya estaba deslumbrante, esto anunciaba que no llovería más,. Fui al teléfono para revisar si había algún mensaje de voz o llamada perdida, pero no había nada y así pasaron unos días, mi abuela ni nadie apareció, pensé que debían de estar en casa de algún familiar por precaución en caso de que las lluvias volvieran así que no me preocupé, aunque era raro que no llamaran para saber si yo estaba aquí, digo, deben suponer que no hay nadie aquí, pero podrían hacerlo para asegurar.

Entre a darme un baño y llego una llamada, no alcance a salir para tomarla y dejaron un mensaje, lo escuche y decía "Hola (era uno de mis tíos) solo llamo para avisar que el entierro de Tom es hoy a las 2 de la tarde” y colgó, un mensaje corto y lleno de dolor, no sabía que decir al igual que mi tío, mi primo Tom había muerto, fui a casa y no había nadie nuevamente, habrían ido ya al entierro, tome ropa y me cambie rápidamente.
Cuando llegue al funeral el ambiente era, bueno que otro ambiente se podría esperar, era triste lleno de sufrimiento, un ambiente en el cual nadie quisiera estar. Comencé a buscar a mi familia, vi a unas de mis tías llorar entonces me acerque.

—Mi hijo, Adrián no aparece.— Gritaba y gritaba dolorosamente.

—¿está bromeando? ¿Qué le paso al primo Adrián?— Corrí hacia mi tía quien parecía morirse de dolor.

Algunos familiares se acercaban a reconfortarla, aunque ella intentaba calmarse no lo lograba, cuando por fin lograba detener el llanto este volvía inmediatamente. No quise preguntar sobre Adrián, no era el momento así que me fui a buscar a mi familia.

Busque unos minutos por los alrededores y mire a la distancia a mi madre, quien ¿lloraba? No pude entender el motivo, ósea si estamos en un funeral pero no creí que mi madre lloraría por Tom, quise caminar hacia ella para abrazarla pero no pude, algo me detuvo, fue como si esa no fuese la página que tengo que voltear, es como si la historia me llevara por otro camino el cual no consistía en ver a mi madre, comencé a caminar en busca de esa página a la cual debía dar vuelta y la encontré, era al ataúd de Tom, me acerque tan lento como si quisiera hacerlo misterioso. Mientras daba uno y otro paso recordaba lo acontecido los días anteriores, lo raro que fue todo, incluso que la única llamada a casa de mi abuela fuese para avisar sobre el funeral, eso me pone la piel de gallina. Recordé el accidente y a la niña, me detuve inmediatamente en cuanto recordé a la niña, pues no era el recuerdo del camión el que venía a mi mente, era diferente, llovía y estábamos en la calle, su madre la abrazaba fuertemente y gritaban por ayuda, entonces pude verme a mí mismo, tirado en el suelo con una herida en el costado y un hombre huyendo del lugar, recordé lo que paso entonces, yo había impedido que ese hombre asaltara a la niña y su madre pero en el acto me lleve un navajazo, fui a casa por el auto de mi madre para dirigirme al hospital, pero perdí el control del auto cuando cruzaba la avenida y caí al canal. Todo cobraba algo de ¿sentido? La verdad no sé qué rayos significa eso ahora, realmente nada tiene sentido, es perturbador, pero solo quedaba una cosa por hacer, ver el ataúd y aunque todo apuntaba a que solo me miraría a mí mismo ahí recostado, tenía que confirmarlo. Di unos cuantos pasos y eché un vistazo dentro del ataúd, para mi sorpresa no me vi dentro de él, pero eso no fue nada tranquilizador, creo que incluso lo que vi fue aún más perturbador, quien se encontraba dentro del ataúd era nada más y nada menos que la niña del camión, me miraba fijamente y sonreía.

—¿lo entiendes ahora?— Pregunto la niña.

Mi mente exploto por completo, esto era algo sumamente descabellado ¿Qué clase de broma es esta? No tuve tiempo siquiera de digerir todo lo que estaba pasando cuando la confusión volvió a aumentar, pues en un abrir y cerrar de ojos había comenzado a llover y ya no me encontraba en ningún funeral, me encontraba en el suelo retorciéndome del dolor que sentía en un costado de mi cuerpo, estaba reviviendo la escena del asalto…

Y así he estado viviendo todo el tiempo que lleve en este limbo, sin poder cambiar ninguna de mis acciones, todo se repite y se repite como una historia sin fin, pero el dolor, el miedo, la angustia, confusión, nada de eso disminuye, simplemente aumenta y aumenta, hay veces en las que creo tener vestigios de algunos recuerdos, nada complacientes la verdad, pero al menos son recuerdos de rutinas diferentes, lástima que son formas diferentes de ¿morir? O tortura, simplemente no sé qué rayos es lo que me ha estado pasando todo este tiempo, solo me he enterado de que al terminar de escribir mi historia podre irme, pero solo puedo escribir una letra por cada ciclo de muerte que acabe y ahora por fin termino de hacerla y solo me pregunto ¿Quién será el desafortunado lector que herede mi tortura?

*Y así acaba la primera historia, ahora que la leo me doy cuenta de las muchas cosas que no tienen sentido y lo raro del final, aunque recuerdo haber revivido todo eso unas veces mientras soñaba, pero no lo sé, es confuso pero son solo pesadillas ¿cierto? pienso en modificar la historia y darle sentido a las cosas que no parecen tenerlo, pero quería escribir las cosas de la manera tan conveniente en que sucedieron, en su forma original para después leerla de nuevo y modificar lo que se tenfa que modificar para hacerla más vistosa.
En fin, aquí acaba este primer sueño.*

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