—Toda historia tiene un principio ¿no?, A mí no me gusta eso; el principio es tan agotador, es mejor el clímax; el mío empieza dónde últimamente me levanto muy temprano, para ser exactos 11 de la mañana para mí es temprano, mi cuerpo no es el de antes; me siento diferente es una extraña sensación la cual me cuesta describir, pero lo haré porque no aguanto más, ¿Alguna vez han sentido como les clavan cuchillos por todo tu cuerpo? O ¿Alguna vez sienten como su cuerpo se retiene? O ¿Qué su cuerpo está en un asador? ¿No? Dé seguro dirán "niña rara" ya da igual lo que piensen.
Hago un gran paréntesis para tocar el tema de que todas las mamás les dicen a sus hijos lo especiales que son, la mía no.
Volvamos con mi cuerpo, era de complexión gruesa todos se burlaban de mí por eso me fui de mi pueblo en estos momentos me encuentro en la ciudad; en una colonia donde las casas son de infonavit así que todas son iguales, ya depende de ti si lo quieres cambiar aún no decido si modificarla o no; también me cambié ahí por mi universidad lo bueno que papá me dejó a mi como la que recibiera el dinero de su seguro de vida, creo que por eso mi mamá me odia, bueno no importa ese punto.
Mi vecino de lado derecho es tan raro porque es el que me mira todo el tiempo que los demás, mamá no me viene a visitar tampoco me manda mensaje ni me hace llamada; llevo viviendo dos meses aquí y eh bajado tanto de peso, tengo ojeras, me veo como un muerto viviente. En la universidad también me ven raro a veces me gusta que me vean ya saben ser el centro de atención, aunque susurren a mis espaldas hasta frente de mí o sus miradas se sienten como moscas, para mí se siente tan satisfactorio. Hablando de moscas mi casa se llena de ellas limpio muy bien con fabuloso aún así se quedan, las cosas se pierden no lo veo extraño porque soy muy olvidadiza; cierto existen días en los cuales tocan mi puerta a cada rato asecho desde la ventana no hay nadie, cómo también tengo vecinitos me imagino que son ellos, me caen tan mal a veces me imagino como los estoy estrangulando ellos retorciéndose lentamente hasta que dejan de luchar y sueltan su último suspiro; que divertido.
En fin miro mi reloj aún tengo tiempo para seguir platicando con mi espejo no tengo con quien platicar así que eso hago; porque se supone que al mirarme en el debería estar viendo mis reacciones los movimientos que hago con cada palabra, pero en este espejo no, ¿Eso es malo? Porque ya no se que es malo
Poco a poco se me olvidan más las cosas, las noches me pongo a llorar, siento que me observan ¿Me da miedo? No me da miedo, todo eso porque en la noche me ponía a ver películas de terror —tocaron la puerta— ¿Quién será?
Caminé, aseche no hay nadie de nuevo, si, en las películas de terror o suspenso eso da miedo, aunque pensándolo bien, hay algo que si me da miedo, lo que tengo delante del espejo, yo.
Vuelvo a mirar la hora de mi reloj son la 1 de la tarde, lo bueno que me había bañado no se me hará tarde para la universidad tomé mis cosas, salgo cierro todo bien empiezo a caminar la gente con sus miradas miro mi ropa pues la veo bien, da igual. Llegué a la escuela, hoy me toca clases en el segundo piso
—Hola Marisol, ¿Todo bien? Hoy te ves muy natural con tu look de muerta —mi compañero con sus preguntas y comentarios tan absurdo como él, estúpidos, es la única persona que me habla solo para molestar, lo ignoro y sigo mi camino. Tome el ascensor esté se hace eterno empieza hacer un frío cuando por fin se abren las puertas todos voltean a ver al elevador; es un masoquismo que tengo que me miren, porque como mencione me gusta ser el centro de atención, pero no me gustaba sentir esas miradas tan extrañas. Entre a la clase todo se siente tan pero tan pesado se siente un ambiente en el cual te dan ganas de llorar o gritar de tirar todo de estar sola, quiero quitarme está piel.
Las horas pasan y pasan para mí esas horas se retrasan, por fin acaban mis clases por este día.
Llegó a mi casa a las 8 de la noche, la puerta estaba forzada me entra un temor por primera vez, la casa se veía vacía literalmente.
D de las casas no llueven, en la mía sí, sin embargo fue una lluvia de mis cosas lo digo porque todas las cosas cayeron de golpe estaban en el techo miré al fondo estaba mi vecino ¿Qué está ocurriendo?
—Losiram, on et setnapse —si otra persona lo escuchará no entendería lo que acaba de decir, no soy como las otras personas entendí lo que salió de su boca, solo dice las cosas al revés así que por defecto hablo: "Marisol, no te espantes"
—Espantada no estoy, pero quiero saber que está ocurriendo y como es que entró —se acercaba a mi lentamente traía algo consigo en sus manos debido a eso mis cosas empezaron a repelerse lejos de el
—Yoh no, anañam, rop otreic, emreud noc otes —me entregó una Biblia. —euqrop ay ózepme a esratased le lam.
—¿Por qué habla así? —puso su dedo índice en mi boca dando a entender qué guarde silencio; miró a los lados me límite a hablar, él se fue. ¿De que mal hablaba?. No entendí que pasó, pero si entendí que mi casa ya no era un lugar seguro sí; por eso me gusta que las historias empiecen por el clímax, es ahí cuando suceden las cosas interesantes. Sin darme cuenta solo me metí a mi cuarto me dormí, me levanto un gran cansancio que a pesar que estuviera durmiendo, eran las 2 de la mañana es como si el número 11 lo separan y sumarán 1 más 1 para que esa sea la hora que me levanté, un impulso me hizo voltear a ver hacia la repisa que tenía, estaba la Biblia. Me levanté a tomarla sentí un tremendo gritó, lógicamente me espanté era un grito tan desgarrador uno en el cual fuera un lamento, uno el cual te dejabas manipular, uno que te dejaba paralizado el corazón; tomé rápidamente la Biblia me acosté con ella y me volví a dormir. Lo bueno es que se diferenciar entre un sueño y la realidad, porque me encontraba en un cuarto sin nada en una esquina se encontraba un bulto de color negro me acercaba lentamente, cuando estaba tan cerca me levanté; eran las 11, siento mi cuerpo arder pero está vez, porque la casa se estaba incendiando salí corriendo todos me veían como loca
—¡Ayúdenme! ¡Mi casa, mis cosas! —entre lágrimas grité, el vecino de alado que me mira raro se acercó a mí me lanzó una sábana para después empezar a jalarme, me quito la sábana estaba dentro de una casa quiero creer que era su casa. —¿Por qué me trajo aquí? —cuestioné molesta —¿No vio como mi casa estaba en llamas? —el me miró sin ninguna reacción, me asomé desde su ventana mí casa estaba normal.
(Estoy en shock).
—Te dije que el mal ya se a desatado, desde que te viniste a vivir sola todos los entes que estaban detrás de ti ahora están cerca de ti; vieron tu alma virgen quieren poseer tu cuerpo y así hacer su maldad debido al alejarte de tu guardiana se están aprovechando. —me sorprendió como hablo sin titubear. —Marisol tú primer guardián murió por defenderte, es decir al que nombras papá y a la que nombras mamá es tu segunda guardiana, ella se dejó vender por eso te trataba mal no te quería, tú Marisol eres una mutación del mundo Ángel con el mundo Demonio que decidió tomar forma humana.
—No entiendo no estoy entendiendo. —era mucha información sacada de un libro de ficción.
—Marisol no queda mucho tiempo se acerca la luna de sol, mañana, el momento que el tiempo se detiene, pero tú no te detendrás; por eso te quieren poseer para que ellos reinen ambos mundos.
—Entonces, ¿Qué voy hacer?
—Encontrarte.
—Perdone ¿Encontrarme?, ¡Está loco señor!
—¡Entiende Marisol!, Necesito que te encuentres porque en estos momentos no eres tú jamás fuiste tú desde que naciste no eres tú.
—Son mucho tú, adiós señor se me hace tarde para la universidad. —salí de ahí, no entiendo que pasa si se quién soy; ahora que lo pienso no sé quién soy esté no es mi cuerpo tengo que darme cuenta, de hecho, hoy que hable con mi espejo ayer no se movía mi cara y estaba hablando era un reflejo quieto; las miradas extrañas no eran miradas, nadie me tomaba en cuenta mis papás no son mis papás toda mi vida es una mentira lo único real es lo que me está pasando. Me detuve enfrente de mi casa no voy a entrar miré la hora; eran las 12 del día me fui al súper; compré un pantalón en rebaja y una playera tipo polo color blanco eso me recordó al color del cuarto de mi sueño; estaba de camino a la universidad, sinceramente mi cuerpo no pesaba tanto, por alguna extraña razón me sentía diferente.
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Pueden seguir leyendo tranquilamente ;)