CAPÍTULO 19: Molesto.

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El señor del crimen estaba ocupado escribiendo un correo electrónico cuando una oleada de irritación lo inundó. Apretó los dientes, sacudió la cabeza para enfocarse antes de tomar un bolígrafo y garabatear su firma en algunos documentos.

Ha sido una larga semana, una apretada semana ya que su nueva y pequeña fascinación ha comenzado  a evitarlo. Honestamente ha sido una molestia. Cada vez que veía al mocoso en cualquier lugar se agachaba y escondía. Estaba conteniendo su irritación, pero se estaba volviendo molesto.

Nunca antes había estado tan molesto con alguien, pero este pequeño esclavo era otra cosa, apretó los dientes lanzando una pluma por la habitación. "Que molesto." Su frustración comenzaba a molestar a los demás en la casa,  pero a él no le importaba nada. Se recostó en su silla, pasando su lengua por sus dientes y curvando sus labios en forma de disgusto. Su pequeño experimento no sería divertido si su esclavo no estaba cerca, lo cual por si mismo fue una reacción interesante, pero de repente lo alejó. "Que molesto."

Llamaron a su puerta, pero no respondió. Su mente estaba llena de ese esclavo mofletudo que había encontrado divertido. Él era único, eso era seguro. "Ah, que molesto."

—¿Zee?
—¿Qué? —Resopló. Dando vueltas en su silla. Tay saltó, estremeciéndose ante su áspero tono, el señor del crimen chasqueó los dedos. —Para hoy.
—New terminó de investigar lo que le preguntaste sobre Japón. —Dijo el moreno. —Uhm, ¿estás bien?
—Bien. —Dijo.
—¿Es por qué Nu New te ha estado evadiendo toda la semana?
—¿Desde cuándo ustedes dos son tan cercanos? —Zee se burló. "Ah, que irritante." Su pequeño juguete se estaba volviendo molesto.
—Realmente no lo sé.
—¿Qué ha estado haciendo? No es muy discreto. —Bufó el señor del crimen.
—La mayor parte del tiempo trabajando en realidad.
—¿De verdad?
—Sí, él está trabajando muy duro para evitarte. —Tay a penas y tuvo tiempo para evitar la pluma que venía volando hacía él. "Irritante." Zee era consiente de que estaba de mal humor, pero no podía pensar en una razón de por qué.
—¿Dónde lo pusiste?
—¿Nu New?
—No, concéntrate. —Gruñó el mayor. "Ese esclavo molesto puede evitarme todo lo que quiera." —Lo que te pedí que investigaras.
—Oh, está abajo con Max y Bas.
—Bueno, eso no puede ser bueno. Cierra la casa . Dile a Max que cierre la mansión y encierre a todos. No quiero a nadie merodeando por ahí.
—Sí señor. —Tay se inclinó y salió. Zee giró en su silla, colocando los pies sobre su escritorio mientras giraba su tercera pluma del día. "Ah, que irritante." Dio un punta pie al escritorio, enderezó su ropa y buscó en su escritorio su arma y la metió en su pistolera.

Cronómetro el tiempo, preguntándose si los demás todavía estaban dormidos, alejó los pensamientos de su pasatiempo más reciente y se alejó de la oficina, dirigiéndose al piso de abajo. "Que molesto."

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Cuando Nu New salió de la habitación, sintió un frío áspero, frunció el ceño. No había nadie merodeando por los pasillos, ni siquiera los miembros de la familia. Todos estaban en sus habitaciones a pesar de ser  tan temprano. Sus compañeros de cuarto estaban profundamente dormidos, pero él se había despertado con un escalofrío en la espalda.

El esclavo había estado ignorando exitosamente a su señor por alrededor de seis días y a medida que pasaban los días fue más difícil. Los primeros días a penas vio a Zee, pero después de eso, parecía que estaba en todas partes. Doblaba una esquina y allí estaba, pero parecía que el señor del crimen ignoraba su presencia también. No hizo ningún comentario sobre él y ni siquiera lo miró cuando estaba parado en la habitación, su cara de inexpresión hacía difícil de entender lo que estaba pensando, pero Zee tenía un habito que Nu New notó.

Su ojo siempre temblaba cuando estaba molesto. Fue leve, pero logró atraparlo en más de una ocasión. 

También notó que las personas en la casa solariega estaban más nerviosos y con mayor tensión, probablemente porque el señor supremo estaba de mal humor la mayor parte del tiempo. Tay era alentador y amable, pero no lo había visto desde la tarde de ayer. Lo cual era extraño teniendo en cuenta que siempre andaba corriendo con un atuendo de color funcky con una sonrisa brillante y persiguiendo a su novio gruñón.

The Sins Of The FatherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora