Nos Encontramos/ Jenlisa

17

Lisa al siguiente día amaneció enferma lo cual de cierta manera agradeció, tenía que ir a la farmacia a tomar los remedios pero no tuvo fuerzas para eso, se hizo un té y se quedó toda la mañana acostada en su cama, durmió, miró la televisión, estuvo con su gato y con su celular.

Al rato escucho el timbre de su apartamento sonar, pensando que era el correo se puso sus pantuflas de conejo y fue a abrir, pero al mirar por la mini ventanita que su puerta tenía y percatarse de que era Jennie fue corriendo al baño a lavarse los dientes y peinarse un poco. Luego abrió.

- Oh hola, ¿que haces aquí?

- Rosé me dijo que estabas enferma y pasé a saludarte, no sabia que vivías aquí.

Nose que era peor, que ahora Jennie sabía que era pobre o que estaba usando un pijama de superheroes con pantuflas de conejo delante de la chica que le gustaba.

- Oh, pasa.

- Te traje algunos medicamentos por si te sentías mal.

- Si, gracias.

Lisa preparó café para ambas, le convidó una porción de una torta que había echo ayer, mientras charlaban sobre lo que había pasado hoy en la escuela.

Luego de una larga charla se provoco un silencio, el cual Lisa rompió, sin pensarlo dijo:

- ¿No te molesta?

-¿Que me tendría que molestar?

- Digo, soy pobre, ¿No te molesta?

-¿Q-que?

- A ver, mira mi departamento, vivo sola, soy becada y tengo que trabajar para mantenerme.

- Lisa ¿Que tipo de persona crees que soy?

- Pues no lo sé, por algo pregunto.

- Claramente que no me molesta, no soy un mountro.- Dijo recogiendo sus cosas algo furiosa- No puedo siquiera creer que tengas esa imagen sobre mi.- Y con esta se levantó de su asiento y fue hacia la puerta, pero antes que logrará salir, sintió que agarraban su mano.

- No te vayas.

Jennie al ver esto se enterneció. No lo hizo con mala intención, y ella no tenía un cuarto de idea de lo que en realidad le pasaba a Lisa. Se quedó por el resto de el día en la casa de Lisa y no pararon de platicar sobre mil y un temas.